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El Polo Democrático ha tenido un papel protagónico en el destape de varios escándalos que afectan al Gobierno. (De izquierda a derecha) Bruno Díaz, Gustavo Petro, Parmenio Cuéllar, Jaime Dussán, Jorge Enrique Robledo, Germán Navas Talero.

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Cómo será la oposición al próximo Gobierno

El único partido que hará oposición en bancada durante el próximo periodo legislativo será el Polo. ¿Cuáles son sus retos? ¿Y qué debe hacer en medio de la gran desventaja en que deberá actuar?

10 de junio de 2010

Sea quien sea el ganador de las elecciones, el Polo Democrático Alternativo seguirá en la oposición. No obstante, su tarea en el Congreso va a ser más complicada, pues su representación en el Congreso está disminuida. Pasó de tener diez curules en el Senado a tener ocho, y en la Cámara, pasó de ocho a cinco.

Además, Gustavo Petro, quien lideró en el Senado debates importantes contra la parapolítica, la farcpolítica y de oposición a la reelección, no estará en el Congreso.

Además de su escasa representación y la ausencia de Petro, el Polo deberá enfrentarse a una abultada mayoría, que para muchos, será más aplastante que la que obtuvo la coalición oficialista durante estos ocho años de gestión del presidente, Álvaro Uribe. ¿Por qué?

Los representantes del Partido Verde han dicho que, en caso de no ganar las elecciones, la organización no va a ejercer una oposición porque sí. “El Partido Verde tiene que apoyar lo bueno de quien sea Presidente y criticar lo que no sea conveniente, pero no condenarse a ser un partido de oposición envenenado contra el universo”, dijo el ex alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa hace algunos días.

En el más reciente debate de vicepresidentes, la fórmula vicepresidencial de Mockus, Sergio Fajardo, dijo que la tarea de los verdes será hacer un seguimiento riguroso a las actuaciones del Gobierno entrante.

No obstante, hay quienes creen que debido a sus posturas frente al conflicto armado y a la economía, es muy probable que el Partido Verde termine absorbido por el uribismo en el Congreso.

“Es que lo que propone el Partido Verde dista de lo que propone Santos, solo en la forma, en la metodología, pero no en el contenido” explicó a Semana.com el politólogo Fernando Giraldo.

Si Juan Manuel Santos, de La U, gana las elecciones, gozará de una coalición de Gobierno en la que, además del Partido de La U y el Conservador estará Cambio Radical y el 80 por ciento de los congresistas liberales. Ni siquiera el propio Uribe contó con tan amplio apoyo en el Congreso.

En ese caso, la tarea de la oposición le quedará al Polo Democrático, que en coyunturas muy específicas recibirá el apoyo de los congresistas independientes.

Para varios congresistas del Polo, consultados por Semana.com, el panorama para la oposición no es muy alentador.

Por ejemplo, para el senador Parmenio Cuéllar la mayoría uribista que se está consolidando en el Congreso será obsecuente con la voluntad del próximo Presidente. “Entre más grande sea la mayoría, las diferencias, incluso al interior del uribismo, van a ser aplastadas”, dijo el senador del Polo a Semana.com.

No así lo cree el senador liberal Luis Fernando Velasco, quien adujo que no se vería bien que las mayorías pasen por encima de la oposición. En su criterio, Santos, quien probablemente será el ganador de la contienda electoral, procurará negociar con la oposición antes que pasar por encima de ella.

“En caso de que sea Santos el Presidente, no creo que vaya a atropellar a las minorías políticas. No es su estilo. Él trato va a ser amable, aunque eso no quiere decir que les vaya a hacer caso”, dijo Velasco.

¿Cuáles son los retos del Polo?

“Lo primero que quiero pedir es que no se hable más de oposición sino de fiscalización. El término de oposición es el que ha satanizado al Polo Democrático”, dijo Cuéllar.

A su juicio, hasta ahora el trabajo de control político que ha hecho su partido ha sido exitoso. No obstante, para Cuéllar es imprescindible que el Polo sea mucho más propositivo.

“Yo he sugerido que el Polo retome el plan de Gobierno que ha diseñó candidato Gustavo Petro para su campaña y formule proyectos de Ley para que sea el Congreso el que decida si los toma o los rechaza”, dijo Cuéllar.

El senador enunció varios proyectos de reforma a la Constitución y de Ley que podrían ser banderas del Polo: reforma laboral, reforma agraria, estatuto del agua, reforma política y a la justicia, entre otros.

“Tenemos que seguir con nuestra tarea de vigilar, denunciar y hacer control político. Pero yo veo muy difícil que nuestras iniciativas prosperen”, dijo el representante a la Cámara Germán Navas Talero.

“Cuando éramos más congresistas en la oposición no nos dejaban hacer debates. Ahora lo veo mucho más difícil”, agregó.

Sin embargo, Navas reconoció que la llegada a la Cámara de Iván Cepeda, un abanderado de los derechos de las víctimas de agentes del Estado, es positiva y puede dar frutos.

“Él no se arredra”, dijo. “Nosotros vamos a seguir haciendo lo nuestro, aunque no tenga trascendencia. Pero vamos a seguir peleando”, indicó Navas.

El senador Luis Carlos Avellaneda, de la misma colectividad, argumentó que el Polo, además de hacer una oposición combativa, debe procurar la movilización de sectores ciudadanos.

“Que los trabajadores reclamen sus derechos, que los estudiantes exijan la democratización del saber, que los campesinos reclamen el derecho a la tierra…”, expresó Avellaneda.

El senador dijo que el reto del Polo estará en convocar a la ciudadanía participar activamente en las decisiones, que en la simple representación en el Congreso. “Así daremos el salto cualitativo para que el Polo pase a ser una opción de poder en 2014.

“Si no hay independencia de poderes, el país es una monarquía”

La reducción de la oposición a una representación mínima, y la posibilidad de que Santos sea quien llegue a la Casa de Nariño, prende las alarmas sobre la posibilidad de que se profundice el desequilibrio de poderes.

“Santos no resistirá la posibilidad de echar mano de lo que permite la Constitución. Va a hacer uso legítimo de la mayoría parlamentaria, y es factible que el equilibrio de poderes no se restablezca todavía”, explicó el politólogo Giraldo.

El politólogo dijo que, sin embargo, el problema que va a enfrentar la oposición no se debe solamente a la coyuntura política. En su criterio, la oposición además de estar limitada legalmente, pues no cuenta con un estatuto que la ampare, también se enfrenta al “macartismo cultural”.

“En Colombia no se ha reconocido la importancia de la oposición. Se reconoce su existencia, pero no hay un reconocimiento por convicción”, dijo Giraldo.

No hay que olvidar que el DAS, uno de los organismos de inteligencia del Estado, justificaba el seguimiento ilegal a los opositores del Gobierno.

El senador Velasco señaló que el riesgo de la ausencia de oposición en el Estado es “la legitimación de la acción armada como posición política”. A su juicio, la falta de ojos y voces en la política conlleva al unanimismo, propio de regímenes autoritarios.

Por esta razón, los congresistas del Polo consultados por Semana.com hicieron un llamado a los medios de comunicación para que les permitan dar sus puntos de vista, pues temen que su voz sea acallada.

“Una democracia sin oposición no es una democracia. Si el Congreso y la Justicia no son independientes del Ejecutivo, el país quedará reducido a una monarquía”, dijo Cuéllar.

No obstante, Velasco y Giraldo creen que Santos, probable sucesor de Uribe, a pesar de venir de la entraña del oficialismo, tiene una vocación mucho más democrática, y su relación con los poderes del Estado, por lo menos, no sería de confrontación.

“No va a tener una actitud de mayordomo, sino de administrador”, pronosticó Velasco.

De todas maneras la oposición arranca el próximo período en una gran desventaja, incluso, si Mockus gana las elecciones. Falta ver cómo se decantan las fuerzas políticas y de qué manera se reconfigura el mapa del poder una vez pase la segunda vuelta.