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REFORMA A LA JUSTICIA

Esguerra: ¿responsable, engañado o resignado?

El ministro de Justicia dice que al gobierno "no le gustaron" las nuevas normas que beneficiaron a congresistas y actuales magistrados, pero sus críticos dicen que nunca se opuso a que el Congreso tomara esa decisión e incluso lo tildan de "cómplice". ¿Qué responsabilidad debe asumir? Congresistas responden.

21 de junio de 2012

El principal reto del ministro Juan Carlos Esguerra era conseguir un acuerdo entre los poderes del Estado para aprobar la reclamada reforma a la administración justicia. En teoría, lo consiguió. Puede sacar pecho de ser el primer ministro que en diez años alcanza ese objetivo.

Pero por más que el Gobierno defienda las bondades de la reforma, esta nueva norma se convirtió más en un blindaje para congresistas, que en una fórmula para hacer más eficaz la justicia colombiana, como era el espíritu inicial.

Esa metamorfosis que sufrió la reforma se fue dando poco a poco, en cada uno de los ocho debates. El juzgamiento de los funcionarios aforados del Estado se fue transformando en el punto prioritario del proyecto que más reclamó el gobierno Santos en la presente legislatura.

Pero fue en el último trámite, en la llamada conciliación, donde los congresistas decidieron darle el golpe definitivo a la reforma para que se convirtiera en su armadura contra la acción judicial. Lo hicieron sin que el gobierno se opusiera. ¿Qué responsabilidad le cabe a Esguerra? ¿Se resignó ante esa decisión? ¿Fue engañado por los parlamentarios?

¿Esguerra, responsable?

Germán Navas, representante a la Cámara (Polo) dice que desde que el proyecto empezó su trámite le advirtió al gobierno que la reforma a la justicia era una "revancha del Congreso contra las Cortes", y que los procesos de corrupción política, como los de la parapolítica o la yidispolítica se caerían.
 
"Estaban alertados y el ministro se hizo el de la vista gorda. Su silencio fue cómplice".
 
La representante Ángela Robledo dice que en todo el trámite de la reforma, el gobierno, en cabeza del ministro de Justicia, "fue perdiendo la capacidad de iniciativa e incidencia" en su propio proyecto. "En términos futbolísticos, el ministro de Justicia terminó convertido en el arquero que tenía que evitar los goles". La representante asegura que si al Gobierno no le gustó la decisión del Congreso, ha debido promover el archivo del proyecto, "y no lo hizo". "Esguerra fue constituyente en el 91. Ha debido velar porque la reforma no alterara el espíritu de la Constitución".

¿Esguerra, engañado?

El trámite de la conciliación de la reforma a la Justicia estuvo accidentado. Los senadores y representantes designados para redactar el texto definitivo de la nueva norma se reunieron a puerta cerrada el miércoles, por más de diez horas.

La reunión tuvo la puerta cerrada hasta para el ministro de Justicia, quien a pesar de figurar como el responsable del proyecto, no participó de esa última discusión. Los conciliadores argumentaron que el Congreso es autónomo en sus decisiones, y nada tenía que hacer el Gobierno en ese trámite, precisamente en él los parlamentarios le metieron los goles a la reforma.

En ese sentido, aparecen otros presuntos responsables. Germán Navas Talero dice que el presidente del Senado Juan Manuel Corzo debe responder porqué sacó del proceso de conciliación a varios senadores que habían sido ponentes de la reforma durante 10 meses. Porque en nombre del Liberalismo nombró al senador Luis Fernando Duque, en lugar de Luis Fernando Velasco. ¿Por qué nombró en representación de La U al senador Martín Morales en lugar de Juan Carlos Vélez que había sido el ponente?

Ángela Robledo asegura que la primera responsabilidad en la reforma a la Justicia es del propio Congreso. "Los que tenemos que responder somos los congresistas, quienes terminamos legislando a las medida de nuestras necesidades".

¿Esguerra, resignado?

En su calidad de presidente del Partido Liberal, el representante Simón Gaviria dice que al Gobierno le faltó haber alertado sobre los alcances que tendrían las decisiones adoptadas por el Congreso.

Juan Carlos Vélez, senador de La U, uno de los que votó en contra de la conciliación, dice que el Gobierno ha debido promover una discusión artículo por artículo, pese a haber dudas jurídicas de si podía promoverlo o no.

Germán Navas y Ángela Robledo coinciden en que si el ministro de Justicia señaló que no lo dejaron participar de la conciliación, ha debido pedirle al Congreso que rechazara la reforma a la Justicia. "Esguerra no tiene excusa", dice Navas

¿Cómo puede asumir su responsabilidad?

Navas Talero dice que el Gobierno sabía del propósito de la reforma a la Justicia y nunca se opuso. Pero asegura que para remediar el "daño", el presidente Juan Manuel Santos y el ministro Esguerra deben darle la cara al país y convertirse en los principales promotores de un referendo que reverse los efectos de esta reforma.
 
"Deberían tener la entereza y el carácter de salir a las calles y pedirle al pueblo que firmen por un referendo. Esa es la forma de asumir la responsabilidad por haberle abierto las puertas de la cárcel a los responsables de los mayores delitos de corrupción política en el país".