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Carlos Gaviria Díaz, durante el acto de instalación del II Congreso del Polo Democrático. | Foto: Juan Carlos Sierra

CONVENCIÓN

“Hay que preservar la unidad como a la propia vida”

Se instaló el Congreso del Polo. Carlos Gaviria le dijo adiós a la presidencia del partido y descartó una candidatura. Petro acudió sorpresivamente y dio un discurso en el que insistió en la necesidad de unir fuerzas para derrotar al uribismo.

26 de febrero de 2009

Con vítores y aplausos los delegados que asistieron al II Congreso del Polo, recibieron las palabras de Carlos Gaviria, quien termina este fin de semana sus días como presidente de la colectividad, con la que se abrió el evento. En un largo discurso, Gaviria habló de la necesidad de que la izquierda se mantuviera unida; repudió, como en otras ocasiones, la lucha armada; criticó al gobierno del Presidente Uribe y mencionó los retos que enfrenta el partido.

Minutos después hizo su aparición en Corferias el senador del Polo, Gustavo Petro, quien antes del evento había dicho que no entraría porque la convención había sido organizada por sectores que no querían la apertura del Polo. No obstante, se presentó y en medio de los gritos de “unidad, unidad”, se paró frente a los delegados y pronunció un discurso en el que reiteró la necesidad de una convergencia democrática para enfrentar al uribismo en las próximas elecciones. Coincidió con Gaviria, quien minutos antes había dicho que el Polo no podía hacer una coalición con otros partidos con propuestas que no fueran claras, aunque no las descartó. Con este acto Petro intentó bajar la tensión que se ha generado dentro del partido, producto de las propuestas que se contraponen en la colectividad frente a las próximas elecciones presidenciales y de las críticas que el senador le ha hecho a la gestión del alcalde de Bogotá Samuel Moreno al calificarla de clientelista.

Discurso de Gaviria
 
Lea aquí todo el discurso de instalación del Congreso

Al hablar de la necesidad de la unidad del Polo Gaviria comenzó su discurso citando al gobernador de Nariño, Antonio Navarro y al ex alcalde Luis Eduardo Garzón. El primero dijo en el discurso del congreso anterior que “la unidad de toda la izquierda democrática que ahora se sella y se consolida, es el primer paso para que los pobres y los oprimidos, los marginados y los desechados, los obreros y las clases medias, los intelectuales y los empresarios eficientes puedan ver luz al final de este larguísimo túnel que ha sido la vida de ésta nuestra República de Colombia”, citó Gaviria.

De un discurso de Garzón, de hace un año, Gaviria recordó que el ex alcalde dijo que el Polo debería sacar candidato único en las próximas elecciones y que además: “si el candidato es usted doctor Gaviria, le cargo la maleta todas las veces que sea necesario”. Hizo énfasis en que en ese momento todo era unidad y en tono cordial dejo la mención de Lucho a su posible candidatura, “que no sólo no busco sino que declino de antemano, para insistir de nuevo en la urgencia de buscar la unidad, de profundizarla y de consolidarla”.

Al hablar de la proscripción a la lucha armada, el presidente del partido citó uno de los estatutos del Polo que consigna que la el empleo de las armas contradice los principios del partido… “las FARC y las demás organizaciones guerrilleras supérstites, persisten en los genocidios, en los secuestros y en los más atroces crímenes de guerra, y de lesa humanidad, en función de propósitos brumosos que, por la forma como se buscan, ninguna persona de bien podría rescatar como altruistas” dijo.

Gaviria dijo que a su partido le había tocado la desventura de enfrentar un proyecto político “inteligente y coherentemente dirigido a consolidar un statu quo injusto, inequitativo y excluyente”. Dijo que el gobierno en función de su política de seguridad apela al “todo se vale”, como los “falsos positivos”, expresión que calificó como un eufemismo que esconde “atroces asesinatos cometidos por la fuerza pública”. Y advirtió que al gobierno le conviene que exista el conflicto: “La guerrilla, digámoslo con claridad, con sus secuestros, genocidios y demás crímenes universalmente repudiados, ha abonado el terreno donde hoy florece un gobierno narcisista y mesiánico que por eso mismo necesita de ella para perpetuarse”, argumentó.

Al final, el presidente del Polo enunció seis puntos en los que explicó cuáles son los retos del partido: un cambio del modelo económico que haga efectivo los derechos a la salud y a la educación; una reforma agraria que restituya a los desplazados su derecho a la tierra; una reforma tributaria estructural que genere progreso, pero también redistribución de los recursos; una política de seguridad ciudadana que además de ratificar que el deber y derecho de ejercer la fuerza es del Estado, sea escrupulosa con el respeto a los Derechos Humanos; y, finalmente, la recuperación de la soberanía.

Aludió al triunfo de Barack Obama como “auspicioso para nuestro empeño”. Gaviria dijo que el Polo debería ser abierto, pero advirtió que el partido no podía llamar bienvenidos a proyectos contradictorios al del Polo. Y citando al dirigente del Frente Amplio del Uruguay, Roberto Conde, dijo que su partido debía cuidar la unidad “como a la propia vida”.

“En una democracia el Estado tiene que renovar sus gobernantes y los partidos tienen que renovar sus cuadros”, dijo casi al final de su discurso, con lo cual se despidió de la presidencia del partido. En ese momento buena parte del auditorio empezó a gritar “¡Presidente!, ¡presidente!”.

También expresó su deseo de asumir el rol que las “bases” le asignen, pero descartó una posible candidatura. "Alguien debe relevarme en la Presidencia y otra persona distinta de mí debe asumir la candidatura del Partido en las próximas elecciones presidenciales".