Juan Manuel Santos

¿Tiene alguna propuesta orientada a la redistribución del ingreso y la riqueza?

Cerraremos las cuatro brechas inadmisibles: La primera, los años de educación entre las zonas urbanas y las rurales. La segunda, diferencia de los logros educativos entre estudiantes de ingresos altos y bajos, y entre colegios públicos y privados. La tercera brecha es en el acceso a los bienes complementarios que requiere la educación. La última, afecta a las poblaciones afrodescendiente, indígena, población desplazada y personas con discapacidad.

¿Qué principios básicos orientarán el manejo de la política económica durante su gobierno?

Trabajaremos sin descanso para que Colombia trabaje, con base en la filosofía que he pregonado desde el inicio de mi carrera profesional, en las diferentes posiciones que he desempeñado. El Buen Gobierno, como su nombre lo indica, es una filosofía que se nutre de las buenas ideas, enfatiza la coordinación y la cooperación en pos de convertirlas en ejecutorias que mejoren el nivel de vida de la gente. Siempre por la gente, nuestra central y vital preocupación.

Al servicio de la gente estará un Estado eficaz y capaz de llevarlas a cabo. Vamos a consolidar la seguridad para que surja la prosperidad. Construyamos entre todos una nueva era para Colombia: La era de la Prosperidad Democrática.

La meta del Buen Gobierno está manifiesta en el hecho de que las primeras 67 de las 121 iniciativas aquí presentadas, tienen que ver con temas sociales. Nuestros esfuerzos se dirigen y se dirigirán hacia la gente, y en especial a los colombianos más necesitados. Nuestro principal objetivo es que el 7 de agosto de 2014 los colombianos y sus familias puedan decir: ¡Estamos mejor que hace cuatro años! Más que de la buenas ideas, el buen gobierno se da cuando el Estado es capaz de llevarlas a cabo.

Un Departamento Administrativo de la función Pública más autónomo y fortalecido presupuestalmente liderará estas reformas. Las cabezas de las entidades públicas tendrán la obligación de concentrar su trabajo en gerenciar el desempeño. Tendrán que comprometerse públicamente con planes de desempeño anuales, serán evaluados independientemente y su remuneración estará atada al cumplimiento de estos planes.

¿Contempla su proyecto económico modelos diferenciales que reconozcan la diversidad regional del país?

Necesitamos una institucionalidad ágil, moderna y descentralizada, basada en la mejor información técnica y científica y la participación local y regional, para garantizar que todos los procesos de desarrollo tengan la legitimidad requerida para su éxito.

Así mismo, un fortalecimiento de la capacidad para la planificación desde las regiones a partir de la recuperación de los Consejos Regionales de Planificación, así como el fortalecimiento de la autoridad ambiental a nivel nacional y regional; también, un apoyo decidido a los centros académicos e investigación permitirá avanzar hacia la consolidación de un modelo de desarrollo sostenible.

¿Cuáles serían los fundamentos de su política de inversión extranjera?

La regla de oro para atraer más inversiones de talla mundial son las “reglas de juego” que garanticen la estabilidad a largo plazo.

Se establecerán los principios que integren de una manera armónica la economía, el medio ambiente y la responsabilidad social, para garantizar la continuidad del desarrollo.

Es importante anotar que la protección del empleo en Colombia exige una política agresiva de promoción y consolidación de las exportaciones en los sectores más competitivos de la economía, y la inversión extranjera juega un papel fundamental en este contexto. Es impulsar la llegada de inversión extranjera en sectores exportadores, buscando la generación de valor agregado nacional.

¿Cuáles serán los rasgos de su política tributaria?

Adoptaremos una regla fiscal de largo plazo, que promueva el equilibrio de las finanzas públicas, la austeridad y la probidad en el manejo de los recursos de todos.

Se separará la aprobación de los ingresos y los gastos del Gobierno Nacional en dos leyes anuales distintas. Por lo tanto, en la discusión de los gastos, los congresistas no podrán incluir pagos excesivos y ‘micos’ amparados en ingresos no definidos.