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Juan Manuel Galán ha participado activamente en el propósito de esclarecer la verdad sobre el crimen de su padre, Luis Carlos Galán | Foto: Guillermo Torres

JUSTICIA

"La condena de Santofimio no es el punto final del crimen de mi padre": Juan Manuel Galán

El senador le describió a Semana.com las otras piezas que deben encajar en el rompecabezas para esclarecer la verdad y castigar a todos los responsables del crimen de Luis Carlos Galán.

5 de septiembre de 2011

Hace 22 años, cuando Juan Manuel Galán le pidió a César Gaviria continuar con las banderas de su padre, Luis Carlos Galán Sarmiento, no sólo comenzó a inclinarse por la vida política, sino que se obsesionó por descubrir quiénes fueron todos los responsables del crimen de la plaza de Soacha en la noche del 19 de agosto de 1989.
 
En 1995, tras cinco años en Francia, país donde estudió, Juan Manuel no sólo siguió con atención las noticias sobre los avances de las investigaciones, también empezó a ser un lector de providencias, expedientes, sentencias y fallos de la justicia.
 
A su regreso comprobó que las investigaciones sobre el crimen de Luis Carlos Galán habían estado rodeadas de “falsos positivos” y señalamientos a inocentes, mientras los verdaderos responsables “pasaban de agache”.
 
Por eso, a la par de iniciar su carrera política, Juan Manuel empezó a investigar por su cuenta con el único propósito de reconstruir el rompecabezas del crimen de su padre que, 22 años después, dice que aún tiene muchas piezas por encajar.
 
La sentencia de la Corte Suprema contra Alberto Santofimio, que lo responsabilizó como determinador del crimen, fue asumida por Galán como “un paso histórico, pero no el último”, pues considera que aún faltan más responsables.
 
Galán admite que el juicio, a punto de comenzar, contra el general (r.) Miguel Alfredo Maza Márquez “podrá ser más decisivo” que el que terminó con la condena de Santofimio.
 
Maza Márquez fue acusado por la Fiscalía porque, como director del DAS, habría tomado decisiones que presuntamente habrían facilitado que el crimen de Luis Carlos Galán ocurriera. 
 
“Creemos que Maza Márquez tuvo mucha responsabilidad. En ese juicio se conocerá la forma cómo se cambió la seguridad de Luis Carlos Galán y la forma cómo fueron infiltrados algunos miembros de la fuerza pública para favorecer los intereses de la mafia y el narcotráfico”, dice el senador.
 
Pero Galán dice que no es la única instancia judicial que hace falta para conocer la verdad.
 
También está a la espera de otra decisión de la Corte Suprema de Justicia, también próxima a resolverse. 
 
Se trata de la demanda de casación que la familia Galán y la Fiscalía interpusieron contra el teniente Carlos Humberto Flórez Franco, exoficial del B2 del Ejército que fue absuelto por el Tribunal Superior de Cundinamarca en un fallo de segunda instancia. 
 
Juan Manuel Galán recuerda que Flórez Franco fue condenado por el homicidio del dirigente sindical Teófilo Forero (ocurrido el 27 de febrero de 1987), en un hecho que tuvo el mismo ‘modus operandi’ que el de Luis Carlos Galán. “Es incoherente que el Tribunal de Cundinamarca lo haya absuelto en un caso y condenado en otro”. 
 
Es por eso que con la Fiscalía llevaron este caso a la Corte Suprema de Justicia. Juan Manuel Galán sustenta su afirmación en los expedientes que demuestran que el teniente Flórez Franco “fue quien expidió los carnés de B2 a los asesinos materiales, fue quien los escondió en su casa y los ocultó de los operativos, y fue quien promovió falsas capturas como la de Alberto Jubiz Hazbún”.
 
Según Galán, la estrategia de Flórez Franco fue la que en los primeros años que sucedieron al asesinato de Galán “se perdieran pruebas y se desviara la investigación”.
 
Una investigación que tomó un nuevo rumbo desde hace cuatro años cuando se conoció el testimonio de alias ‘Popeye’, lugarteniente de Pablo Escobar, y que permitió la condena de Alberto Santofimio Botero.
 
Juan Manuel Galán considera que el crimen de su padre fue una alianza criminal entre los carteles de Cali y Medellín, que usaron, como autores materiales, a los ejércitos paramilitares entrenados por Yair Klein y otros mercenarios en la región del Magdalena Medio. Estos contaron con la “decisiva colaboración” de miembros de organizaciones de seguridad del Estado “que infiltrados sirvieron para favorecer los intereses criminales del narcotráfico”.
 
De momento sólo alias 'Popeye', quien confesó su participación, y Alberto Santofimio son los condenados por el crimen de Galán.