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Angelino Garzón, vicepresidente de Colombia.

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La Vicepresidencia dejó de ser la cenicienta

La idea de que el vicepresidente de la República era una figura decorativa en el Gobierno desapareció tras la llegada de Angelino Garzón. Un puesto ahora tan deseado, que los rumores, cada vez más frecuentes, sitúan a Álvaro Uribe como el siguiente.

4 de mayo de 2012

Para nadie es un secreto que la figura del vicepresidente en Colombia, al igual que en muchos lugares del mundo, no era considerada importante hasta hace muy pocos años y sólo resultaba significativa en caso de que el presidente estuviera ausente.

Sin embargo, este cargo, considerado por muchos un 'enano' en términos políticos, resultó creciéndose con la llegada del actual vicepresidente, Angelino Garzón, el político que ha encarnado esta transformación.
 
En menos de dos años, Garzón no sólo ha mantenido su independencia política frente a su jefe, el presidente Juan Manuel Santos, sino que su aspiración por alcanzar la dirección de la OIT, una instancia multilateral que afilia a 183 países, le ha permitido figurar con nombre propio en el escenario internacional.

La importancia de Angelino no sólo quedó demostrada en sus giras por Estados Unidos, Alemania, España, Reino Unido, Rusia, Brasil, Turquía e Italia, entre otros países, donde se reunió con las más altas personalidades, sino que su relevancia lo ha puesto a sonar como posible candidato presidencial para el 2014, rumores tan frecuentes que él mismo se ha visto obligado a desmentir.

Pero ¿en qué momento la figura del vicepresidente dejó de ser concebida para asistir a cocteles y pasó a brillar con luz propia?

Según el politólogo y profesor de la Universidad Nacional Alejo Vargas, para analizar a Garzón hace falta mirar hacia atrás, a los cuatro vicepresidentes que hemos tenido desde la Constitución de 1991. "Humberto de la Calle fungía como embajador, Carlos Lemos tenía un perfil político, Gustavo Bell trabajó en derechos humanos y Francisco Santos fue un embajador volante de política exterior", explica. Y ninguna de estas cosas se podía esperar de Angelino, una personalidad que no estaba dispuesta a ser mirado como una figura decorativa.
 
Beatriz Franco, analista del Observatorio de Política Electoral de la Universidad de El Rosario, explica que "los cambios culturales no se decretan" y que la figura del vice ha estado ligada a diferentes coyunturas del país. "Garzón ha encontrado un camino diferente al que tuviera De la Calle, quien renunció en medio del escándalo del 'Proceso 8.000', o al de Francisco Santos, quien estaba sujeto a la autoritaria personalidad del exmandatario Álvaro Uribe", comenta.

"Son personalidades distintas y coyunturas diferentes las que ha vivido cada uno de los vicepresidentes. Angelino tiene una personalidad fuerte, pues no es un aparecido en la política y entra a opinar en diversos temas", dice Franco.
 
Uribe, ¿el próximo?

A dos años para las próximas elecciones presidenciales, las reuniones, recomendaciones, cartas y todo tipo de estrategias se empiezan a apresurar para configurar lo que será la puja política del 2014. Y en medio de la manifiesta confrontación entre Uribe y Santos, las posibilidades de que el expresidente vuelva a la arena política parecen cada vez más altas.

Según publicó El Tiempo, varios líderes del Centro de Pensamiento Primero Colombia, liderado por el exasesor presidencial José Obdulio Gaviria, se reunieron para pedirle a Álvaro Uribe que considere su elección como vicepresidente en el 2014, con un candidato presidencial "incondicional" suyo.

En ese encuentro, al expresidente se le explicó que no hay barreras jurídicas que impidan su elección como vicepresidente y que desde esa posición puede tutelar el ejercicio del mandatario elegido en su fórmula.
 
Gaviria explicó que "la vicepresidencia en cabeza de Uribe sería garantía de que unas ideas que él demostró ser capaz de concretar en políticas se reinstalen en el poder".

Esta idea fue también reforzada por Francisco Santos, en su columna publicada en el periódico El Colombiano, titulada 'La ruptura' y en la que retrata una situación catastrófica para la ‘U’ y el legado de Uribe si el exmandatario no se hace presente en las elecciones.
 
La estrategia del 'vice'

La figura del vicepresidente o sus similares en el resto del mundo han cobrado una dimensión de poder aun mayor cuando ha sido utilizada para gobernar entre bastidores.
 
Uno de los casos más evidentes sucede en Rusia, cuando Vladímir Putin, ante la imposibilidad de hacerse elegir para un tercer período en el 2008, hizo elegir a Dmitri Medvédev en su reemplazo y él asumió como primer ministro. Sin embargo, es conocido que Medvédev, no toma ninguna decisión importante sin consultar con Putin.
 
Algo similar podría ocurrir en República Dominicana. El próximo 20 de mayo, el país centroamericano vivirá unas elecciones cruciales para su futuro y que podría terminar con la larga presidencia de Leonel Fernández, quien ocupó el poder durante doce años desde 1996, en los periodos de 1996-2000 y entre el 2004 y el 2012.
 
Sin embargo, muchos especulan que no será así, pues la esposa de Fernández, Margarita Cedeño, es la fórmula vicepresidencial de Danilo Medina, uno de los dos candidatos que se disputa la Presidencia.
 
El jugo que ha sabido sacarle Angelino Garzón al cargo de vicepresidente podría marcar un antecedente para el siguiente en ocupar este puesto. Su alcance podría llegar hasta el punto de que el próximo en ser nombrado el número dos, dé un paso al frente y gobierne tras bambalinas.