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La representante Ángela Robledo (izquierda) no está de acuerdo con la cadena perpetua, proyecto que defiende la senadora de su mismo partido Gilma Jiménez (derecha).

DEBATE

Partido Verde, dividido por cadena perpetua para violadores de niños

La representante Ángela María Robledo (izquierda) se opone a esa pena máxima, pese a que el proyecto se ha convertido en la principal bandera de la senadora Gilma Jiménez (derecha).

23 de agosto de 2011

El proyecto de referendo que busca establecer la cadena perpetua para responsables de crímenes atroces contra la niñez está en su recta final. Dos debates le hacen falta a la iniciativa popular que pretende establecer la cadena perpetua a quienes violen a menores de edad.

Sin embargo, aunque parecía una bandera del Partido Verde, la representante Ángela María Robledo y la senadora Gilma Jiménez, copartidarias, tienen posiciones contrarias.

La contradicción se revivió este martes, durante la audiencia que efectuó la comisión primera de la Cámara de Representantes sobre el tema. En ella se escucharon argumentos a favor y en contra del proyecto, con la participación de familiares de víctimas y miembros del comité promotor del referendo.

Para la representante Ángela María Robledo (de la línea mockusista del Partido Verde), aumentar las penas no garantiza que se persuadan los crímenes contra la niñez. Es más, sería algo perjudicial, según el planteamiento de la parlamentaria, puesto que “se corre el riesgo de que niños violados sean asesinados para ocultar las evidencias”, afirma.

“Los colombianos tenemos remedio”, plantea Robledo, para quien lo más acertado es fortalecer las instituciones que atienden a los niños víctimas de la violencia y promover la rehabilitación y la reeducación. Además existen recursos jurídicos que permiten castigar hasta con 60 años este tipo de crímenes, agrega la representante.

Por su parte, la senadora Gilma Jiménez (del ala peñalosista), principal promotora del referendo, argumenta que el daño que se le comete a un niño es “irreparable”. Agrega que la propuesta no se enfoca en los “verdugos” sino en las víctimas, e insiste en que endurecer las penas es la mejor medida para proteger a la niñez de delitos como la violación y la explotación sexual.

Una iniciativa como esta ya había sido aprobada por el Legislativo, pero la Corte Constitucional consideró que no cumplió con el debido trámite, razón por la cual fue declarada inexequible. Sin embargo, la senadora Jiménez decidió emprender nuevamente su trámite.

La senadora argumenta que lo mejor es aprobar el proyecto para que los colombianos decidan en las urnas. “Este no es un acto legislativo, sino una iniciativa popular”, explica, e invitó a darle vía libre a la medida para que la decisión final la tome la ciudadanía.

No es la primera vez que las congresistas disienten. El año pasado Jiménez propuso endurecer las penas contra los adolescentes que cometen delitos graves y Robledo también se mostró en contra de esa propuesta.

En el transcurso de la semana se radicará la ponencia que será discutida en la comisión primera de la Cámara, penúltimo paso del proyecto en el Congreso.