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Alfonso Cano, jefe de las Farc. | Foto: Archivo - AP

SECUESTRADOS

¿Podrán las liberaciones incluir en la agenda la salida negociada del conflicto?

Eso se lograría sólo si las Farc liberan "unilateral e incondicionalmente" a todos las personas secuestradas. Así lo entendería el Gobierno, según la Comisión de Paz del Congreso.

9 de diciembre de 2010

La natural expectación que siempre produce el anuncio de nuevas liberaciones por parte de las Farc, coincide también con el escepticismo en torno a las consecuencias políticas que tendrían para un eventual escenario de salida negociada al conflicto.

En general, los distintos sectores políticos y de la sociedad colombiana recibieron como una “buena noticia” el comunicado de las Farc en el que anuncia la liberación del mayor de la Policía Guillermo Solórzano, el cabo del Ejército Salín Sanmiguel, el infante de la Marina Henry López Martínez, y los presidentes de los concejos municipales de San José del Guaviare, Marcos Vaquero, y Armando Acuña, de Garzón, Huila.

Pero las experiencias de pasadas liberaciones indican que después de esos procesos unilaterales el debate en torno a la solución política y negociada del conflicto entra en el congelador.

Este jueves, el Gobierno, en un pronto comunicado, no sólo dio ‘luz verde’ a la exsenadora Piedad Córdoba para adelantar una discreta mediación alejada de cualquier show mediático, sino que dio “plenas garantías” al proceso.

Sin embargo, el Ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, aclaró que la postura del Gobierno, al dar las garantías, no significa que acepte condiciones que las Farc impongan, y dejó entrever que sólo la liberación unilateral de todos los secuestrados podrá ser entendida como un verdadero gesto hacia la paz por parte de esta guerrilla.

“Canje humanitario no va a haber, ténganlo por seguro”, dijo Vargas Lleras en clara alusión a la carta que el Secretariado del Estado Mayor Central de las Farc envió a Piedad Córdoba en la que, además, “no renunciaban” a lo que llaman “canje de prisioneros” y en la que el nombre de ‘Simón Trinidad’ (preso en Estados Unidos) volvió a aparecer a manera de condicionamiento.

Por eso Vargas Lleras dijo que el Gobierno celebra el anuncio de la liberación de cinco personas pero aclaró que “esa debería ser la conducta en torno a todas aquellas personas que siguen secuestradas sin razón alguna”.

Desde la Comisión de Paz del Congreso, hay coincidencias en que la liberación unilateral debe entenderse como un gesto de paz.

El representante Iván Cepeda (Polo), miembro de esa Comisión, es más optimista frente al anuncio de las Farc, y considera que la posible liberación de cinco secuestrados abriría el camino hacia la paz y las puertas a una negociación política.

“Podría constituirse en un paso que abra las puertas para discutir la paz en Colombia, el Gobierno podría tener en consideración un gesto de esta naturaleza de acuerdo al anuncio que hizo el presidente Juan Manuel Santos el 7 de agosto en el sentido de que la llave para la paz no ha sido tirada al mar”, dijo Cepeda a Semana.com al señalar que esta “puede ser una nueva oportunidad para volver sobre el debate en torno a una negociación política”.

El presidente de la Comisión de Paz, senador Roy Barreras (La U), dice que sólo la liberación unilateral y sin condiciones de todos los secuestrados es el “único gesto” que puede “allanar un camino hacia una sólida negociación de paz”, aunque cuestionó que se reviviera el tema del canje humanitario: “esa idea es del pasado, ahora está fuera de tiempo”.

Desde Argentina, la exsenadora Piedad Córdoba es más optimista, y aunque admite que en los últimos meses no ha tenido interlocución con las Farc, sí reconoce que ha venido trabajando, con el ex presidente Ernesto Samper, en una fórmula para explorar soluciones negociadas al conflicto.

Según Córdoba, las liberaciones se podrían producir a comienzos de 2011, luego que se defina la participación de un país amigo, Brasil o Venezuela, en la logística para este proceso humanitario.

Sólo en ese momento se sabrá el verdadero impacto de esta nueva liberación unilateral, y si la salida negociada vuelve a ser parte de la agenda. En los primeros meses del Gobierno de Juan Manuel Santos, no lo ha sido.