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El senador Jorge Enrique Robledo podría tener el control del Polo Democrático en sus manos. Llega fortalecido al Tercer Congreso Nacional del partido, donde se escogerá el candidato a las presidenciales del 2014 | Foto: Guillermo Torres

DECISIONES EN LA IZQUIERDA

Tercer Congreso del Polo: el Congreso de Robledo

El senador con la segunda votación más alta del país, el mejor parlamentario de la legislatura, según líderes de opinión, y quien ha encarnado la oposición al gobierno Santos, podría amanecer el lunes como amo y señor del Polo, y hasta proclamado candidato presidencial.

Rodrigo Urrego B., redactor Semana.com
8 de noviembre de 2012

Jorge Enrique Robledo nunca había llegado a un Congreso Nacional del Polo Democrático con todas las cartas a su favor. Al punto que en lo que podría llamarse la “máxima instancia de decisión” del partido, podría dejar de ser el senador más reconocido de la oposición, y convertirse en el “amo y señor” del Polo, y hasta la carta del movimiento de izquierda para las elecciones presidenciales del 2014.

Porque en su Tercer Congreso Nacional, que el Polo adelantará entre este viernes y el sábado, no sólo se definirán los nuevos estatutos de la colectividad, sino que se estrenarán de forma inmediata.

Con un propósito en concreto. Poder proclamar al nuevo jefe del partido y al candidato presidencial que los representará en las elecciones del 2014. O en palabras del Polo Democrático, al candidato que “se peleará el poder” con el presidente Juan Manuel Santos. Porque para Clara López, actual presidenta del partido, “Santos quiere reelegirse, no falta ser futurólogo”.
 
Wilson Borja, excongresista y actual secretario del partido, también confirmó ese propósito en la víspera del Tercer Congreso. Allí se redactará una declaración política, y lo más lógico es que sea proclamada por quien se designe presidente del partido o por el elegido como candidato presidencial. Ante este escenario, Jorge Enrique Robledo es el dirigente que llega con mayores opciones a favor.

¿El jefe del Polo?

Jorge Enrique Robledo (Ibagué, 1950), quien fuera concejal de Soacha, y durante 26 años profesor en universidades del departamento de Caldas, saltó a la política nacional en el 2002, cuando consiguió cerca de 40.000 votos en las legislativas que le significaron su estreno en el Senado.

Durante 10 años en el Capitolio, Robledo duplicó su votación en el 2006 (con cerca de 80.000 votos) y en el 2012 se convirtió en el senador con la segunda votación individual del país con 152.936 votos, sólo derrotado por el oficialista Juan Lozano (193.817).

Pero además, Robledo llegará al Tercer Congreso del Polo con el prestigio de ser declarado en el Panel de Opinión (adelantado por la firma Cifras y Conceptos) como el mejor senador de la presente legislatura, según el 39 por ciento de casi 5.000 líderes de opinión del país. Con perfiles de directores de medios, presidentes de empresas, juntas directivas, entre otros.

En diez años como senador, sólo hasta ahora, Robledo logró consolidarse como el principal ícono de la oposición. En la recta final del gobierno de Álvaro Uribe dio en el blanco en el Congreso al denunciar las irregularidades del programa agrícola Agro Ingreso Seguro, que hoy tiene privado de libertad al exministro de Agricultura Andrés Felipe Arias.

En el gobierno de Juan Manuel Santos, Robledo ha sido el autor de los debates políticos que más han acaparado la atención, pues ha sido el mayor crítico de los resultados del gobierno en restitución de tierras.

Paralelo a esta trayectoria, Robledo encontrará un Polo donde su voz se hace más fuerte. El Congreso Nacional de esta colectividad ya no contará con la presencia de sectores importantes de la izquierda. Pues desde el 2010 el Polo ha vivido un periodo de fraccionamiento, o en palabras de Robledo, “un proceso de depuración”.

Este ha sido precipitado por la salida del sector progresista, representado en Gustavo Petro y en senadores como Luis Carlos Avellaneda, Jorge Guevara y Camilo Romero; por la caída del sector de la Anapo, que antes era representado en los hermanos Samuel e Iván Moreno (ambos detenidos por corrupción), y más recientemente por la expulsión del Partido Comunista por su pertenencia a la Marcha Patriótica, un sector representado por la senadora Gloria Inés Ramírez.

Por si fuera poco, en las consultas internas del Polo del pasado 30 de septiembre, la vertiente del MOIR, liderada por Robledo, consiguió entre el 35 y el 40 por ciento de los 750 delegados que tendrán asiento en el III Congreso, según lo advirtieron a Semana.com algunos dirigentes del partido, quienes dijeron que el Polo hoy lo completa el sector denominado Polo Social, representada en Clara López, con cerca de un 20 por ciento de representación. Mientras que entre la ‘tercería’ de los congresistas, Alexander López y Wilson Arias, y una decena de sectores minoritarios, estaría el restante 40 por ciento de influencia en el Polo.

Clara López aclara que las elecciones de las consultas demuestran que ninguna tendencia del Polo obtuvo plena mayoría.

Es por eso que el viento sopla a favor de Robledo, para quien ser escogido como candidato presidencial “sería un orgullo, como lo es para cualquier militante del Polo”.

Robledo es optimista ante el III Congreso, más allá de que sea o no elegido jefe del partido. Dice que el Polo “saldrá fortalecido”, aunque la lectura general es que para esta convención el partido llega disminuido ante la salida de Petro y los comunistas.

El senador considera que lo ideal sería que estos sectores siguieran en el partido. “Uno quisiera que nadie se fuera, pero eso es imposible, es como hablar de metafísica. Pero ese proceso depura y fortalece. El Polo saldrá tan fuerte como una roca ante el desastre del unanimismo promovido por el santismo”.

Este viernes y el sábado, el Polo pretende adelantarse al debate electoral del 2014 porque también anuncia una “fuerte lista de candidatos” al Congreso. El partido que alguna vez congregó a todos los sectores de la izquierda quiere preparar al ‘gallo’ que le soltarán en la arena a Juan Manuel Santos (si opta por reelegirse). Falta ver si los polistas en el centro de Bogotá griten “!Robledo, presidente!”, o den otra sorpresa.