Home

Portada

Artículo

PORTADA

¡Que tiemblen los políticos!

Los hermanos Rodríguez Orejuela acaban de ofrecerle a la justicia norteamericana la lista de los miembros de la clase dirigente colombiana que recibieron dinero del cartel de Cali.

9 de enero de 2005

A unque los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela siempre sostuvieron que jamás delatarían a nadie, se van a jugar su última carta. Ofrecieron su libertad y lo que les queda de vida por salvar a sus familias. Y en una jugada de ajedrecistas, se confirmó lo que hasta ahora no habían sido sino especulaciones: le propusieron al fiscal federal Marcos Daniel Jiménez que de aceptar una negociación, William Rodríguez Abadía, hijo de Miguel, no solo se entregaría para ser juzgado bajo las leyes estadounidenses sino que estaría dispuesto a colaborar suministrando toda la información que ellos disponen relacionada con corrupción política y terrorismo. Eso significa, nada más ni nada menos, que si bien los ex jefes de la mafia no van a hablar, su interlocutor será William y él será el encargado de 'prender el ventilador' en los estrados de Estados Unidos. La propuesta le fue entregada al fiscal federal el 7 de diciembre, cuando el ex jefe del cartel de Cali compareció frente al magistrado William Turnoff, del tribunal del Distrito Sur de la Florida. En el documento, de cinco páginas, los confesos narcotraficantes proponen un arreglo global con la justicia de Estados Unidos en el que están "dispuestos a declararse culpables de los cargos formales y quieren voluntariamente llegar a un acuerdo, aceptando sin discutir que se les imponga una condena equivalente a una sentencia de vida". Dicen también que se entregaría a la justicia norteamericana William Rodríguez Abadía, hoy prófugo, quien según los investigadores de la DEA heredó desde 1995 la jefatura de la organización. "William está representado por el abogado Barry Schulman, quien practica en Nueva York y que tiene conocimiento que como parte de la negociación global, William debe entregarse a las autoridades de Estados Unidos y declararse culpable en el caso de Miami para ser sentenciado a no más de diez (10) años con la posibilidad de que se acepte una colaboración futura en casos de corrupción o terrorismo". Una fuente cercana a los Rodríguez Orejuela y quien conoció los términos de la propuesta le explicó a SEMANA que cuando se habla de colaborar en casos de corrupción, la misión de William es clara y contundente. Frente a una eventual negociación, William le entregaría a la justicia estadounidense una primera "lista de la corrupción política del país" en la que figuran 64 personas entre políticos, abogados, jueces, magistrados, periodistas y ex integrantes de las Fuerzas Armadas que le sirvieron al cartel de Cali durante los últimos 20 años. "Todo está fielmente sustentado", sostuvo uno de sus asesores judiciales. Si se considera que por cuenta del proceso 8.000 no fueron condenadas sino alrededor de unas 20 personas, el ofrecimiento de los Rodríguez significaría la revelación de más de 40 nombres no vinculados hasta ahora con el cartel de Cali. Y cuando se señala que la colaboración incluiría información sobre terrorismo, significa que el cartel tiene datos desconocidos y reveladores sobre los grandes magnicidios no resueltos en Colombia en los últimos años. En esta categoría estarían los crímenes contra los candidatos presidenciales Luis Carlos Galán, Álvaro Gómez Hurtado y de la toma del Palacio de Justicia. "El narcotráfico es la chequera del terrorismo", dijo Gilberto Rodríguez antes de ser extraditado. La principal fuente de esta información es el archivo de los Rodríguez. Estos conservaron por décadas miles de casetes de audio, grabaciones interceptadas, videos, documentos, cheques y todo un inventario que compromete a su círculo más cercano de amigos y colaboradores. Ninguno de los nombres relacionados es de narcotraficantes y muy pocos conocen la inmensa bodega en donde esconden sus pruebas. El contacto de los hermanos que habló con SEMANA afirmó: "Don Miguel está furioso, está puto. Dice que nadie más les volverá a tocar el culo, que están mamados del manoseo y de que todo el mundo les haga conejo. Que en el avión de la DEA ellos no se van a ir solos a Estados Unidos, que por lo menos tres altos funcionarios de este gobierno se irán con ellos" . La lista fue hecha por los dos hermanos mientras permanecieron juntos en prisión, en donde tuvieron el tiempo suficiente para clasificar la información y colocar frente a cada nombre la prueba que tienen en su contra y los testigos que respaldan su acusación. Dos días antes de que fuera extraditado, el propio Gilberto Rodríguez la revisó por última vez y le dio el visto bueno. "Yo voy a llevar todas mis memorias a Estados Unidos... como decía mi mamá, uno tiene que hablar con el jinete y no con el caballo", le dijo Gilberto a la emisora La W desde la prisión. Y todo parece indicar que así será. Los otros elementos de la propuesta son menos emocionantes. Están relacionados con la confiscación de bienes y con la intención de ayudar jurídicamente a William Rodríguez, hijo de Miguel. En lo que se refiere a los bienes, el documento afirma que "están dispuestos a aceptar que se confisquen los bienes que demostradamente se hayan derivado del tráfico de droga, teniendo en cuenta que en el presente esos bienes están envueltos en procesos de extinción de dominio en Colombia, pero que como parte de cualquier arreglo, debe haber una provisión respecto de los mismos". Piden que se excluya la confiscación de apartamentos y casas de los miembros de la familia y que se declare tanto a Drogas La Rebaja como a Copservir inocentes de cualquier delito. Empresas que según ellos hace tiempo no les pertenecen. Los Rodríguez Orejuela proponen además que Estados Unidos asegure por escrito que no va a levantar cargos criminales contra ningún miembro de la familia. "En otras palabras, los miembros de la familia que no tengan cargos criminales en su contra y quienes permanezcan viviendo en Colombia o cualquier parte del mundo deben tener la garantía de que el acuerdo lleva a un final todas las amenazas de ser acusados formalmente de conductas pasadas. Desde luego, si cualquiera de ellos viola la ley después de que se firme el arreglo, ellos podrán ser enjuiciados y les podrán hacer cargos formales". Si algo ha mortificado en los últimos meses a Gilberto Rodríguez es la amenaza de las agencias antidrogas estadounidenses de oficializar las acusaciones que dicen tener contra sus hijos. Acorralado por la dureza de la extradición y consciente de que sus días terminarán en una cárcel estadounidense, Gilberto convenció a Miguel para que aceptara entregarle al fiscal una primera propuesta de negociación que tiene como único propósito salvar y proteger a sus familias. Por eso, a cambio de su colaboración, piden además que su familia en Colombia reciba algún tipo de permiso para visitarlos todo el tiempo. "Como también la esposa y los hijos de William Rodríguez tendrán que recibir visas para poder permanecer en Estados Unidos mientras sirve su pena". En contraprestación a la tranquilidad de sus 15 hijos, 21 sobrinos, 30 nietos, esposas, yernos y nueras, los ex jefes de la mafia caleña estarían dispuestos a colaborar, a través de William, no solo con gran parte de la historia secreta de Colombia, sino con información que quieren oír las autoridades norteamericanas. Por ejemplo, sus enlaces con las mafias de México, Panamá y Estados Unidos, las multinacionales que se prestan para el lavado de activos y el bajo mundo que se mueve en la comercialización de las drogas ilícitas en las calles de Manhattan. Sin embargo, en la propuesta los Rodríguez insisten en que por lo menos ellos "no están dispuestos a dar cooperación de otros narcotraficantes para que se les rebajen sus sentencias; al contrario, están dispuestos a declararse culpables y servir la sentencia con conocimiento que cada uno de ellos tiene más de sesenta (60) años; sin embargo quieren un acuerdo para servir una sentencia que los va a ver morir encarcelados en Estados Unidos". Las razones para no delatar a otros narcos son lógicas dentro del mundo de la mafia donde nadie quiere generarles enemigos a los hijos. A uno de esos enemigos, precisamente, lo nombran en su propuesta. Se trata de Fernando Henao Montoya, condenado por narcotráfico a 24 años de prisión por una corte del Distrito Sur de Nueva York. El FBI y la DEA recopilaron pruebas para vincular a William Rodríguez en el mismo caso. Los agentes federales aseguran que desde 1999 el heredero planeó con Henao el envío de cinco toneladas de cocaína de Colombia a Estados Unidos utilizando la ruta Venezuela y Panamá. Sostienen que el envío se hizo en una cumbre en Cancún, México, en la que participó William Rodríguez y a la que asistieron representantes del cartel del norte del Valle, voceros del extinto mafioso mexicano jefe del cartel de Tijuana, Ramón Arellano Félix, y agentes infiltrados del FBI. Dos meses después, en otra cumbre, esta vez en Cuba, se planeó el envío de dos toneladas más de cocaína. Estas acusaciones sustentan el pedido de extradición en contra de William Rodríguez, que estudió en una prestigiosa universidad de Estados Unidos. En la propuesta de su padre, Miguel, y de su tío, Gilberto, este caso lo señalan como uno de los obstáculos para llegar a una solución. "Para empezar, William se declara y está dispuesto a mantenerse que es inocente de los cargos que le formulan en esa jurisdicción. Él ha dicho que las grabaciones que supuestamente contienen su voz en ese caso son absolutamente falsas, que esa no es su voz, que él nunca se ha involucrado con Fernando Henao Montoya en ningún negocio y mucho menos en un negocio de narcóticos. Es de conocimiento público que su familia y la familia de Fernando Henao no tienen ninguna clase de amistad y que por el contrario hay cierta animadversión de parte de ambas familias. Son el equivalente a las familias Hatfields y los McCoys en Estados Unidos." La referencia que hacen de los Hatfields y McCoys los Rodríguez tiene su razón de ser. Según ellos, la comparación está basada en la historia de dos familias estadounidenses que se odiaron a muerte. Por eso, para ellos, meter a William en un negocio de drogas aliado con Fernando Henao Montoya es tan inaceptable como absurdo. El odio entre estas dos familias colombianas es tan visceral como el de los Hatfields y McCoys. Fernando Henao es miembro del clan de los hermanos Henao Montoya que operaba en el Eje Cafetero y en el norte del Valle. Era una organización independiente del cartel de Cali. Dos hermanos, Arcángel y Lorena (esposa del extinto Iván Urdinola), fueron arrestados en Panamá. Arcángel fue extraditado a Estados Unidos y Lorena está detenida en Colombia. Y Orlando, el otro hermano, era un capo peligroso y violento. Los Rodríguez Orejuela le llegaron a tener más miedo del que les inspiraba su archienemigo Pablo Escobar. Muchos creen que Orlando era el 'Hombre del overol' a que hacía referencia Miguel Rodríguez en una conversación telefónica que fue interceptada y en la cual afirmaba que el único colombiano más peligroso que Escobar era ese. Posteriormente, Orlando fue asesinado en la cárcel por un hermano del extinto Hélmer (Pacho) Herrera, un mafioso protegido y de los afectos de Gilberto y Miguel. Por eso le insisten en su propuesta al fiscal: "Ruego a ustedes entiendan que William está dispuesto a declararse culpable en el caso de Miami y servir una sentencia hasta de diez (10) años de prisión, este no sería el caso de alguien que se está quejando solamente por molestar. Él niega haber hecho los cargos de Nueva York y por eso no se le debe forzar que acepte la culpabilidad de hechos que no ha cometido". La pelota queda en la justicia norteamericana. ¿Qué tanto van a aceptar de la propuesta de los hermanos Rodríguez Orejuela? ¿Dejarán en paz a sus familias por la información que proponen entregar? ¿Estarán los gringos interesados en abrir otro Proceso 8.000? ¿Podrá la información de los Rodríguez resolver algunos de los casos más traumáticos de la historia de Colombia como el Palacio de Justicia o la muerte de Luis Carlos Galán? ¿Podrán muchos políticos colombianos volver a dormir tranquilos mientras procesan a Gilberto Rodríguez en Estados Unidos? Hasta hoy, lo único cierto es que a las agencias federales se les cumplió su 'sueño americano': ver morir a Gilberto Rodríguez Orejuela en una cárcel de Estados Unidos.