Dermatología

Al pelo

Martes 04. La calvicie masculina no es incurable. Solo hay que estar pendientes a los síntomas y buscar tratamiento médico adecuado lo más pronto posible

Silvia Camargo
22 de noviembre de 2005

ro ahora la calvicie está atacando a una población cada vez mas joven, incluso a aquellos entre 17 y 18 años que aún no han recibido su diploma de bachiller. "Cuándo se había visto a un calvo en un colegio?", dice Iván Pérez Haded, dermatólogo de la Fundación Santafé, confirmando esa situación.

Aunque no se sabe exactamente a qué se debe el aumento de los casos y la disminución de la edad a la que se presenta la calvicie, algunos sostienen que podría ser un problema de hormonas.


La alopecia es una condición ligada a las hormonas masculinas. Los hombres que la padecen tienen altos niveles de un derivado de la testosterona llamado dehidrotestosterona o DHT. Esta sustancia contribuye a degenerar el folículo piloso, lo que se traduce en cambios en  la fase de crecimiento del cabello. Básicamente el proceso se acorta y los nuevos cabellos no alcanzan ni el tamaño ni el grosor de los de antes.
La alta presencia de la DHT la determina la herencia. Para saber si tiene la predisposición genética solo basta mirar un álbum de fotos familiares. Hay que echarle el ojo a la cabellera del padre pero también a la de los abuelos, tanto del lado materno como paterno.

Que se caiga el pelo es normal. El problema es cuando el pelo que se cae no se repone como antes. El pelo nuevo es mucho mas delgado que el otro, más pequeño y más claro, muy parecido al vello. Es en ese momento cuando se empiezan a ver entradas sobre la sien  y algunas zonas más despejadas que otras. El grado en que progresa es diferente para cada persona y también el patrón de la calvicie. Para algunos por ejemplo, la caída comienza en la coronilla, para otros en la sien.
El riesgo de ser calvo se mantiene a lo largo de la vida. No obstante quienes empiezan con este proceso a los 20 y 30 años tienen mayores probabilidades de perder más pelo que aquellos que comienzan el proceso de calvicie más adelante, a los 50 años. La raza también incide. Los blancos tienden a ser más calvos que los de raza negra o asiática.

A pesar de ser un tema tan común, la mayoría de afectados no conoce mucho sobre el origen de la condición ni cómo tratarla. Un estudio reciente realizado en Bogotá por el laboratorio Merk Sharp and Dohme entre hombres mayores de 18 años mostró que apenas el 51 por ciento de los entrevistados consultan a un médico al notar los primeros síntomas de la calvicie. El 28 por ciento de los que participaron en el sondeo no ha tomado ninguna acción debido a que no les interesa el tema o creen que la pérdida de pelo no tiene cura. El 44 por ciento considera que la caída se debe al estrés y a la ansiedad; un 4 por ciento estima que es por debilidad del pelo y otro porcentaje igual  piensa que el problema es un asunto de edad.

El error más común es creer que la alopecia no tiene tratamiento. Desde hace 10 años existe un producto médico, finasteride,  que bloquea la  enzima 5 alfa reductasa, encargada de producir la dehidrotestosterona. "Actúa en el punto donde está el problema", dice Pérez. Al controlar la producción de la hormona DHT se mantiene el funcionamiento normal del folículo piloso y el pelo sigue saliendo del grosor, tamaño y color debidos.

Los efectos del medicamento, que se suministra por vía oral, se empiezan a notar a partir de los tres meses. Al principio el pelo parece un vello suave pero con el tiempo recupera sus características. La duración del tratamiento depende de cada persona. Algunos lo mantienen por un par de años.  En un porcentaje mínimo de pacientes el medicamento podría causar impotencia, algo que preocupa con sobrada razón a muchos hombres. El doctor Pérez no ha tenido ese problema entre sus pacientes. "Si llegase a aparecer lo único que hay que hacer es suspender el medicamento", dice, y agrega que  la persona vuelve a tener un desempeño sexual normal enseguida.  Por lo general, los médicos acompañan este medicamento con lociones capilares para aplicar en el cuello cabelludo.

Mientras más rápido se acuda a un profesional es mejor para lograr resultados. El especialista señala que muchos hombres pierden tiempo aplicándose productos que los dejan  "pelados": sin plata y sin pelo. Cuando la calvicie llega a un estado muy avanzado, fase V, lo llaman los especialista, ya no se debe tratar, pues el deterioro de los folículos es irreversible y probablemente la cabeza ya brilla como una bola de billar.

Para ellos están los implantes de pelo y las pelucas. Los mejores casos para el tratamiento médico son los de personas que se encuentran en las primeras etapas.

Hasta el momento este es el tratamiento ideal para la calvicie. Pero la investigación continua. Recientemente, estudiantes de la universidad de Michigan encontraron por casualidad una proteína que evita la caída del cabello en ratas. La proteína es la beta catenina y se utilizó por los estudiantes para promover el desarrollo de tumores cancerígenos en un sector del dorso que había sido previamente rasurado. La sorpresa de los investigadores fue mayúscula al encontrar que la proteína producía cambios en los folículos que conducen al crecimiento de nuevo pelo. Aunque una cosa son los experimentos en ratas y otros en humanos, es un hallazgo interesante que probablemente se explorará en humanos.

Mientras tanto hay que ser prácticos. A muchos hombres no les interesa frenar la calvicie. Es más, algunos llevan con gran dignidad su cabeza pelada y se ven más atractivos que con una melena. Pero para aquellos nuevos calvos colegiales que se horrorizan ante el espejo cuando empiezan a ver como avanzan sus entradas sobre la sien la gran recomendación es que no le den vueltas al asunto con menjurjes cosméticos y acudan a un especialista antes de que sea demasiado tarde.


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