La acción de Avianca se desploma en la Bolsa

A las 8:38 a.m. la acción preferencial de Avianca se desplomaba 78,67% en la Bolsa de Colombia hasta llegar a los $96. Minutos más tarde, a las 9:13 a.m., mostró una leve recuperación hasta llegar a los $131 por acción, con una caída acumulada del 70,89%. 

Esto se da en un contexto donde la aerolínea se acogió al capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos y decidió suspender temporalmente la negociación de su acción en la Bolsa de Nueva York. Lo anterior, con el propósito de de evitar una fuerte volatilidad en los títulos de la empresa. 

En contraste, la aerolínea decidió continuar con sus operaciones en la Bolsa de Valores de Colombia con la acción Preferencial de Avianca Holdings (Pfavh). La BVC explicó que "cuando una compañía está en esta situación, es importante que los inversionistas tomen sus decisiones". Luego de que la aerolínea se declaró en banacarrota, el rango de volatilidad es muy amplio. A las 10:07 a.m. la acción se cotizaba a $100 y caía un 77,78%.

Varios analistas ya habían recomendado a sus clientes disminuir su exposición a la compañía, bien sea en el mercado de acciones o de bonos. Esta recomendación la atribuían a que la compañía ya venía presentando un escenario desafiante y muy incierto para los inversionistas, pues el patrimonio de la compañía venía cayendo y su deuda venía en aumento. Juan David Ballén, analista de Casa de Bolsa, explicó que la caída se debe a que "la Bolsa suprimió los límites regulatorios entre los que se podía negociar la acción. Se espera que continúe negociándose con una alta volatilidad hasta que haya avances en la Ley de bancarrota en la que entró". 

La acción ayer lunes se mantuvo en $450 y se negociaron un total de $68 millones. Cabe recordar que la Preferencial de Avianca inició el 2020 cotizándose en $1.815 y el valor máximo que alcanzó en el transcurso del año fue de $2.080 el pasado 12 de febrero. En este momento la aerolínea tiene 340,5 millones de acciones en circulación.

Recordemos que Avianca se acogió al capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos, un proceso temporal al que se puede acoger una compañía con el objetivo de una reestructuración financiera bajo la supervición del sistema judicial de Estados Unidos. A este proceso puede acogerse cualquier empresa en el país norteamericano que no está en las condiciones de asumir su deuda o tenga los mecanismos para pagarle a sus acreederores. 

Ahora bien, no es la primera vez en la que la compañía se declara en bancarrota, pues ya lo había hecho en 2003, cuando sus deudas ascendían a unos US $269 millones y el proceso de reestructuración tardó un promedio de 1,7 años.