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NACIÓN

Drama de una familia en Sincelejo: le entregaron el cuerpo que no era

Los afectados pidieron las respectivas explicaciones a las autoridades de salud en Sincelejo.

13 de julio de 2020

Una completa travesía tuvieron que enfrentar dos familias en Sincelejo para despedir a su ser querido, pues las autoridades entregaron el cuerpo equivocado, lo que desató una cadena de errores para poder sepultar los restos.

Carlos Manuel Sarria, el hijo la señora que murió, relató en SEMANA Noticias el viacrucis que vivió al enterarse de que el cuerpo que estaba a punto de enterrar en el cementerio no era el de su ser querido.

Sarria indicó que una de sus hermanas tuvo el pálpito de que algo estaba mal. Conto que ella violó el protocolo de bioseguridad por estar en la pandemia del coronavirus y abrió el féretro para constatar que no era el cuerpo de su mamá, quien no murió por covid-19 y aclaró que ella no tenía la enfermedad.

“Fuimos a la funeraria a recoger el cuerpo de mi mamá. El cuerpo no sale de la morgue de la clínica. La funeraria llega a la morgue y lo trasladan al cementerio. Corrimos los riesgos, rompimos el protocolo porque ella no presentó síntomas de covid; cuando abrimos el cajón, lo encontramos boca abajo. Ningún hijo de Dios muere boca abajo. Nos encontramos con que no era el cuerpo de mi mamá”, sostuvo Sarria.

Y agregó: “A mi mamá yo la dejé en la cama en su último momento. La vi tranquila, yo quería conservar ese momento. A mi mamá no la intubaron, ese cuerpo estaba intubado. Mi hermana comenzó a llorar desesperadamente, ese no era el cuerpo. Me devuelvo a la clínica a reclamar el cuerpo de mi señora madre”.

También recordó que “para el día 6 de julio trasladé a mi mamá a la clínica La Concepción porque presentaba dificultad respiratoria. Le trajimos un médico a la casa por la pandemia, solamente tenía hipertensión y diabetes. Ella no se repuso de la pérdida de su hermana. La llevamos a la clínica hacia las cuatro de la tarde y luego a las dos de la mañana muere”.

Sarria indicó que de la clínica donde murió su mamá lo llamaron para presentarle excusas por el inconveniente con el cuerpo, situación que lo obligó a pedir una veeduría para que se investigue lo ocurrido.

“Me llamaron de la clínica, me presentaron excusas, pero fue una cruda realidad de las personas que están prestando el servicio. No recibí orientación y nos trasladamos a la morgue con implementos de bioseguridad para identificar el cuerpo. Descubrimos que mi mamá aún estaba ahí. No sabemos quién era la otra persona... después fue que la identificó la familia de esa mujer”.