NACIÓN

Gobernador de Nariño suplica a grupos criminales parar con ataques durante pandemia

“Por Dios paren los ataques, tenemos el covid-19 y a los grupos criminales”, señaló el mandatario, John Rojas, luego del ataque a un carro de misión humanitaria que dejó como resultado por personas sin vida.

4 de abril de 2020

El gobernador de Nariño, John Rojas confirmó que grupos ilegales atacaron un carro de misión humanitaria que transportaba a una paciente en carretas que conducen de Barbacoas a Tumaco, Nariño. Los hechos se registraron luego de la publicación de varios panfletos en los cuales grupos criminales anunciaban que quien se transportara en época de “cuarentena” para prevenir el contagio de covid -19, se convertía en objetivo militar para ellos.

Los grupos que según el gobernador, estaban amenazando a la población con dichos comunicados, son los que se hacen llamar “Oliver Sinisterra” y “Los Contadores”.

El departamento de Nariño, ha sido golpeado fuertemente por la violencia y en época de pandemia los grupos ilegales no paran, dijo Rojas haciendo un llamado al cese de hostilidades, “tenemos el Covid y a los grupos criminales, por Dios Paren los ataques”.

Por otro lado, le recordó al gobierno nacional que en repetidas ocasiones ha solicitado más aumento en el pie de fuerza para poder garantizar la seguridad de los pobladores de esta zona del país. Por lo cual, hace un llamado urgente para que desde el gobierno nacional se tomen las medidas necesarias que eviten más muertes como la de la paciente y el conductor del carro que la transportaba.

Recordemos que el ataque se presentó en el sector de Llorente, donde fallecieron la paciente Cristina Lorena Ortiz Quiñónez, quien sufría anemia y era transportada hacia el Hospital San Andrés de Tumaco, y Wilson Quiñónez, conductor del vehículo que terminó incinerado tras colisionar.

La Defensoría denunció que actores armados ilegales aprovechan la emergencia sanitaria decretada por la pandemia del coronavirus para asediar a la población civil, pues este ataque “se suma el homicidio de una familia campesina en Piamonte, Cauca, además de la proliferación de panfletos donde actores armados se atribuyen el control de la población para evitar la propagación del virus”.