DOBLE CELEBRACION

ALEJANDRO SANTOS SIEMPRE LE HA GUSTADO celebrar su cumpleaños. De soltero lo hacia de manera informal en la residencia familiar pero este año, para festejar el arribo a los 26, con nuevo estado civil, decidió botar la casa por la ventana. El sábado pasado citó en el restaurante el pórtico a un nutrido grupo de amigos. La fiesta a la que asistieron cerca de 200 invitados, comenzó a las seis de la tarde y terminó a la hora zanahoria. Fue una celebración con música de papayera y son cubano en la que no hubo regalos no ponque. La razón para tanta alegría no era sólo un año más de vida sino compartir la noticia de haber sido ham¿nrado con una beca de periodismo, motivo por el cual Alejandro y su esposa María Aparicio, se ausentarán del país por un tiempo.