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...y fueron felices

8 de noviembre de 2008

La boda de Mariana Samper y Roberto Lombana fue diferente a todas. La novia llegó a las 7 de la noche del jueves pasado en un carrito de golf en compañía de su padre, Alberto Samper, al hoyo 19 del Club Mesa de Yeguas en Anapoima, donde sus más íntimos amigos y familiares la esperaban para un ritual de bendición de argollas. La pareja, que se había casado por lo civil hace cuatro meses, había querido que la celebración coincidiera con el aniversario número 33 del matrimonio de los padres de la novia. Luego de la ceremonia, los invitados pasaron al comedor a degustar el buffet que Pedro Vélez preparó para la ocasión. El recinto estaba espectacularmente decorado por Mini de Pérez, quien fue la responsable de la organización. Los novios abrieron la fiesta, no con el tradicional vals, sino con unos pasos de salsa. Un dj fue el encargado de seleccionar la música de la rumba, que se prolongó hasta las 2 de la mañana.