Investigan la muerte de un manatí en la ciénaga de Ayapel, en Córdoba

Habitantes del sector de Las Margaritas en el complejo de humedales de la ciénaga de Ayapel, en Córdoba, encontraron a un manatí  sin vida y ya en algún estado de descomposición. 

Ante el hecho, los moradores del lugar, que es un área protegida en categoría de Distrito de Manejo Integrado y humedal Ramsar, dieron aviso a la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge (CVS), cuyos funcionarios llegaron hasta el lugar para realizar el rescate del animal.

Este hallazgo se sumó a otro registrado unos días atrás, cuando también la comunidad de la zona y algunos pescadores dijeron haber avistado otro animal de la misma especie, pero pequeño. Del mismo, ni los moradores, ni las autoridades tienen mayor información.  

Según informaron las autoridades, el cuerpo del manatí recogido, corresponde al de una hembra adulta, tiene más de tres metros de longitud, y con un peso aproximado entre 450 a 500 kilogramos.

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Los primeros análisis realizados por la autoridad ambiental indican que había condiciones de lactancia, por lo que se presume que recientmente pudo haber dado a luz. Esto lleva a pensar a los expertos que su muerte se pudo haber producido por complicaciones en el parto. Personal médico veterinario realiza la respectiva evaluación y la necropsia, para determinar con precisión la causa del deceso del animal.

_{El animal tenía una longitud de más de tres metros. Foto: CVS}

Orlando Medida Marsiglia, director de la CVS, resaltó la importancia de la colaboración y el apoyo oportuno brindado por la comunidad, al dar aviso de estas situaciones, así como de las autoridades locales, Policía Nacional y el personal de la CVS de Estación de la Subsede de Ayapel.

Plan de manejo para el manatí

En este momento, la autoridad ambiental junto con la Fundación Omacha, ejecutan en el Complejo de Humedales de Ayapel, la formulación del Plan de Manejo para el manatí, por lo que todos los temas relacionados con la especie y que involucren a la comunidad, genera no solo información, sino mayor conocimiento en relación con la conservación de este mamífero.

“Que esta sea una oportunidad para seguir insistiendo en el cuidado y la conservación de la especie, recordando que los manatíes son animales catalogados en peligro de extinción y que su presencia en las ciénagas contribuye grandemente en la calidad de los ecosistemas donde habita”, agregó el directivo.

Especies bajo amenaza

En el mundo existen tres especies de manatíes: el antillano o del Caribe (Trichechus manatus), el amazónico (Trichechus inunguis) y el africano, todos en estado vulnerable. En Colombia, habitan los dos primeros y están bajo amenaza.

A diferencia de lugares como Florida, en Estados Unidos, en donde disminuyeron el nivel de amenaza de la especie gracias a la gran cantidad de lugares donde los conservan, en Sudamérica y África la historia es diferente.

_{Se estima que en Colombia hay entre 800 y 1.000 ejemplares de estas especies. Foto: Federico Mosquera/Fundación Omacha}

La destrucción de su hábitat, la caza para usar su carne o grasa, la pesca accidental, la contaminación del agua o la disminución del nivel de esta en los cuerpos hídricos donde habita, son sus principales amenazas.

El cambio climático también ha tenido algunas consecuencias para este mamífero. En Colombia, por ejemplo, solo en 2016, murieron 38 manatíes en el Canal del Dique por cuenta del Fenómeno del Niño.

En el país su población oscila entre los 800 y 1.000 ejemplares, un número preocupante teniendo en cuenta la importancia que este tiene para los ecosistemas.

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Este mamífero acuático habita en los humedales del país y ayuda a mantener el flujo de la calidad del agua. Con el movimiento de su cola mueve los sedimentos contribuyendo a mantener la profundidad de los humedales donde habitan.  

Consumen entre el 8 y 10 por ciento de su peso (unos 200 o hasta 600 kilos) en plantas acuáticas, lo que ayuda a evitar la acumulación de estas en su hábitat. Además, los nutrientes de su excremento sirven para alimentar los peces que albergan estos cuerpos de agua.