La Basílica de San Marcos fue uno de los monumentos patrimoniales más afectados con la inundación de Venecia. Foto: MARCO BERTORELLO / AFP | Foto: AFP

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La Basílica de San Marcos, símbolo de una Venecia devastada por el agua

Las aguas sucias y saladas se arremolinaban este miércoles alrededor de las tumbas de mármol de la célebre cripta bizantina, que sufrió graves daños durante la marea excepcional que inundó Venecia. Se teme que un fenómeno similar se repita en los próximos días.

13 de noviembre de 2019

Carlo Alberto Tesserin, responsable de la Basílica de San Marcos, en Venecia, aseguró que esa estructura había sufrido daños por millones de euros, mientras las bombas extraían el agua marina de debajo de los arcos de la refinada piedra rosada y blanca, bajo la mirada triste y a la vez enojada de los guardianes.

La obra maestra de la arquitectura del siglo X se encuentra en uno de puntos más bajos de la ciudad y, por lo tanto, entre los más afectados por la marea alta.

"El año pasado advertimos que la basílica envejece 20 años durante cada marea alta, pero esta vez envejeció mucho más", se lamenta Tesserin, visiblemente triste.

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La excepcional marea que azotó la noche del martes a la "Serenissima" alcanzó los 187 centímetros sobre el nivel de referencia, lo que obligó a cientos de turistas a atravesar en la oscuridad los callejones cubiertos de agua. 

Se trata de la segunda peor inundación en Venecia desde que se comenzaron a registrar fenómenos de este tipo en 1923. La peor fue el 4 de noviembre de 1966, cuando la marea subió 1,94 metros sobre el nivel normal. 


Vista general desde el terraplén inundado por el Hotel Rialto, junto a los botes de taxi del Gran Canal. Foto:MARCO BERTORELLO/AFP

Mientras el fuerte viento alimentaba las olas que azotaban la plaza, convertida en un lago, las aguas entraban en la basílica con una fuerza "nunca antes vista, ni siquiera durante la inundación de 1966", cuenta Tesserin.

Indignado, recuerda que las alarmas lanzadas hace un año por el recrudecimiento del fenómeno del "acqua alta" no fueron escuchadas. 

Las aguas residuales domésticas y las ratas ahogadas flotaban este miércoles entre los callejones inundados, mientras los reporteros de la AFP intentaban documentar los daños. 

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La célebre basílica, con variedad de estilos y materiales, construida en 828 y reconstruida después de un incendio en 1063, es particularmente vulnerable cuando aumenta el nivel del agua. 

"El daño que vemos hoy externo no es nada comparado con el que ha sufrido en su interior, porque la sal corroe el mármol y los ladrillos", explicó Tesserin.

La basílica, famosa por los mosaicos dorados que adornan sus majestuosas cúpulas y las decoraciones de la tumba de San Marcos, es un museo vivo de arte bizantino.

"Los expertos han advertido en muchas ocasiones sobre los peligros que corre, pero no han sido escuchados", repite. 

Venecia se hunde

El ministro italiano de Cultura, Dario Franceschini, anunció que serán evaluados los daños causados al patrimonio cultural de la ciudad, clasificada patrimonio mundial de la Humanidad por la Unesco en 1987. 

La ciudad descansa sobre millones de zancos clavados en el lodo hasta llegar a un fondo más sólido, los cuales sostienen palacios y casas. 

Pero el aumento del nivel del mar y el flujo constante de cruceros han contribuido a roer los pantanos y bancos de lodo circundantes. 

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La Serenissima, que se hunde gradualmente, es por lo tanto muy frágil frente a los caprichos del mar Adriático. 

El megaproyecto Mose que debía salvar de las mareas altas, ha sido blanco de numerosas polémicas por su enorme costo, ya que inicialmente debía costar 2.000 millones, pero el costo se disparó por los casos de corrupción que llevaron a la detención en 2014 del entonces alcalde, Giorgio Orsoni y otras 34 personas.


Las palomas se refugian en sillas en la inundada Plaza de San Marcos. Al fondo se observa la Basílica de San Marcos y el campanario. Foto: MARCO BERTORELLO/AFP

Las 78 diques flotantes que deberían cerrar la laguna en caso del aumento de las mareas fue probado recientemente, pero el dispositivo causó vibraciones perturbadoras y los ingenieros descubrieron que algunas partes estaban oxidadas. 

"Necesitamos saber si MOSE funciona o si hay que implementar otro proyecto", dice Tesserin.

Mientras la protección civil verifica el estado de la cripta en busca de daños, y equipos de voluntarios trabajan para sacar el agua de la basílica, las autoridades temen nuevas inundaciones. 

"Tememos la marea alta de nuevo esta noche y en los próximos días. Así que para que Venecia sobreviva, debemos actuar ahora", pide Tesserin.

Temen que el fenómeno se repita en los próximos días

Venecia quedó conmocionada este miércoles tras la excepcional "Acqua alta" (marea alta) que causó incalculables daños a su patrimonio artístico e inmuebles. Lo peor es que se teme que ese fenómeno se pueda repetir en los próximos días.

"La situación es dramática, el maltiempo nos preocupa y la población sufre", reconoció el primer ministro Giuseppe Conte al llegar a la ciudad para hacer frente a una las peores emergencias que ha sufrido la ciudad lacustre, patrimonio de la humanidad.

"Hemos sufrido daños por cientos de millones de euros", lamentó el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, quien solicitó el reconocimiento del estado de catástrofe natural.

"Un desastre apocalíptico, nos preparamos para nuevos episodios", advirtió por su parte el gobernador de la región del Véneto, Luca Zaia, quien calcula que cerca del 80% de la ciudad quedó bajo el agua.


Un turista toma una foto desde el terraplén inundado por el puente de Rialto. Foto: MARCO BERTORELLO / AFP

La noche del martes la marea subió 187 centímetros sobre el nivel de referencia, cubriendo buena parte de la Ciudad de los Dogos e inundando hoteles de lujo, museos, tiendas y habitaciones privadas que se encuentra en promedio un metro por sobre el nivel habitual del agua.

Se trató de la segunda "Acqua alta" más importante registrada en Venecia desde 1923, después de la del 4 de noviembre de 1966 (1,94 metros).

La marea alta causó la muerte, según medios italianos, de un veneciano de 78 años que falleció electrocutado mientras intentaba encender las bombillas eléctricas de su casa inundada.

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El nivel de la marea bajó a 1,10 metros el miércoles por la mañana, pero se anuncian nuevas mareas hasta el viernes, al ritmo de dos por día, según el Centro de Previsión de las Mareas de Venecia, que también quedó afectado por el fenómeno.

Las autoridades decretaron el cierre de todas las escuelas, así como de varios museos, mientras el teatro La Fenice suspendió por ahora sus ensayos y presentaciones.

Según el administrador del monumento, Pierpaolo Campostrini, una inundación como la del martes sólo se ha registrado cinco veces en la historia de la basílica, erigida en 828 y reconstruida después de un incendio en 1063. El dato más preocupante es que de estos cinco incidentes, tres fueron en los últimos 20 años, uno en 2018.

Efectos del cambio climático

"Estos son los efectos del cambio climático”, lamentó el alcalde Brugnaro en su cuenta de Twitter tras recorrer la ciudad.

"Fue apocalíptico, nos dejó la piel de gallina", contó Marina Vector, mientras ella y su esposo usaban cubos para drenar el agua de su tienda de máscaras venecianas. 

"La tormenta fue tan fuerte que el agua atravesó la barrera de mármol (frente a la tienda), nada pudo resistir", sostiene la comerciante.

"Fue increíble, el agua subía muy rápido", dice Tiziano Collarin, un veneciano de 59 años, quien dedicó la jornada como buena parte de sus paisanos a sacar el agua.

Decenas de barcos y góndolas fueron arrastradas por las aguas. El servicio de guardacostas emitió un "aviso de peligro".


Un hombre camina por el terraplén inundado de Riva Degli Schiavoni con la Basílica de San Giorgio Maggiore en el fondo. Foto: MARCO BERTORELLO / AFP

Varios expertos vinculan las inundaciones con el cambio climático y han puesto en cuestión  el megaproyecto MOSE (acrónimo de Módulo Experimental Electromecánico, que significa Moisés en italiano) en construcción desde 2003, pero que debido a los altos los costes y los defectos encontrados no ha entrado en función.

El proyecto consiste en instalar 78 diques flotantes, que se levantan para cerrar la laguna en caso de subida del Mar Adriico.

"Creo que lo ocurrió hoy es peor que en 1966. Teníamos que estar preparados ya hace 50 años. El MOSE para defender Venecia jamás estará listo y probablemente no se terminará jamás (...) porque además no hubiera resistido a mareas y vientos tan fuertes como los del martes", comentó a la radio Rai3 el arquitecto Cristiano Gasparetto, ex asesor para la urbanística de Venecia y dirigente del movimiento ecológico Italia Nuestra. 

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Pese a las controversias, el alcalde de Venecia pidió que la obra se termine porque está convencido de que hubiera evitado la catástrofe del martes.

Además de Venecia, en el extremo norte, la ciudad de Matera, capital europea de la cultura 2019, al sur de la península, fue víctima de intensas lluvias que causaron graves daños a su recién renovado casco histórico.