El año pasado las pérdidas de la ETB ascendieron a 36.538 millones de pesos. | Foto: Archivo SEMANA

TELECOMUNICACIONES

“La ETB se debe vender bien, no a cualquier precio”: Aciem

La guerra política por la empresa de telecomunicaciones acaba de comenzar. La propuesta de la Administración Peñalosa levantó ampolla y se volvió el caballito de batalla de la oposición. ¿Qué es lo mejor para ciudad?

29 de abril de 2016

La decisión al interior del equipo de gobierno de Peñalosa estaba tomada. La mayoría de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) dejará de ser de la ciudad. Al interior de la Administración Distrital hicieron los estudios y cálculos necesarios para responder una pregunta: ¿la venta sería total o parcial como ocurrió con UNE en Medellín? La respuesta fue clara: se enajenará toda la participación oficial.

La oficialización de la venta de la Empresa por parte del alcalde Enrique Peñalosa, desatará una gran polémica entre los opositores y dirigentes sindicales que se han opuesto a esta privatización. La intención es vender el 84,4 % de las acciones que tiene el Distrito en la ETB, para financiar programas sociales (colegios, hospitales y vías).

El mandatario señaló que debido a la difícil situación de las arcas del Distrito se necesitan buscar fuentes de financiación. Los recursos de esta empresa se podrían invertir en 30 colegios, cuatro hospitales, un centro de comando y control, la dotación de cámaras de seguridad, nuevas vías, así como megacentros deportivos, entre otros.

Sin embargo, la gran pregunta es si los recursos alcanzarán para financiar todos estos programas que anuncia el mandatario. El valor en bolsa de la ETB es alrededor de 2,13 billones de pesos, que equivale al 93 % del valor en libros. Sin embargo, cuando el comprador asume el control de una empresa siempre paga una prima de control. Es decir, que el valor de la venta de la ETB se calculará sobre su valor en bolsa en el momento de la venta más el pago de esta prima.

El debate girará en torno a este valor si se tiene en cuenta que la administración Petro invirtió en el plan de expansión de fibra óptica de la compañía alrededor de 2,1 billones de pesos. La situación financiera de la ETB ha sido objeto de una fuerte polémica entre el gobierno saliente y entrante. Cuando tomó posesión este año Jorge Castellanos, como nuevo presidente de la compañía, dijo que su situación financiera era complicada y que el año pasado las pérdidas ascendieron a 36.538 millones de pesos.

La Asociación Colombiana de Ingenieros (Aciem) fue uno de los primeros gremios que se pronunciaron ante la propuesta del alcalde Peñalosa. Para Antonio García Rozo, presidente de la Aciem, “si la empresa se vende hay que tener en cuenta que lo que se está vendiendo es un mercado de ocho millones de clientes potenciales con un crecimiento de 2,5 % anual. Este es el verdadero valor de la ETB”.

García Rozo fue más allá e hizo una recomendación sustancial. “Se debe hacer una valoración previa y responsable de la empresa para venderla bien y no repetir la experiencia de Telecom que se desprestigió y se desvalorizó a tal punto que cuando se fue a hacer el negocio, su precio era menos de la mitad de lo proyectado”.

 Es cierto que la venta de un activo como la ETB tiene varias aristas, cada una espinosa. Desde el punto de vista político, la ETB ya se convirtió en un caballito de batalla para la oposición de Peñalosa. El concejal Progresista, Hollman Morris, aseguró que “los bogotanos deben velar por la protección de los activos”. Su jefe político, el exalcalde Gustavo Petro, publicó una extensa carta en redes sociales, firmada por Saúl Kattan, expresidente de la empresa, que controvierte las cifras que recientemente entregó la nueva administración.

En la misiva, Kattan planteó un escenario en el que la empresa “se consolida como una de las compañías más sólidas, rentables y competitivas del país, pero la única 100 % colombiana en el difícil mercado de las telecomunicaciones”. El expresidente de la Empresa defiende la inversión de 2,1 billones de pesos que hizo la empresa en fibra óptica para modernizar las velocidades de conexión a internet en hogares.

Expertos consultados por Semana.com señalaron que “la actual directiva de la ETB debería tener en cuenta el ejemplo de Une y Tigo”. El principal motivo de la fusión es competir en igualdad de condiciones con Claro y Movistar que ya tienen integradas sus operaciones móviles y fijas.

Para ellos, este modelo puede ser la posibilidad más clara para definir el futuro de la ETB. “Deberían asociarse con una empresa que conozca bien el mercado de las telecomunicaciones, pero no deben entregar todo el control. A mediano plazo el negocio será muy rentable y no sería positivo para el Distrito perder por completo esa entrada”, señaló un conocedor del mercado que participó en diferentes procesos de fusión.