| Foto: Apple

TECNOLOGÍA

Apple encontró (literalmente) una mina de oro en el reciclaje

La compañía informó que recuperó más de una tonelada del preciado metal: US$ 40 millones.

17 de abril de 2016

La responsabilidad ambiental de Apple se dispara. Los esfuerzos del gigante de la tecnología por mantener un equilibrio con la naturaleza tomaron vuelo en el informe anual sobre responsabilidad social que entrega la compañía.

En el documento publicado esta semana una cosa quedó clara: Apple también quiere convertirse en el abanderado del reciclaje. Durante el 2015 la empresa recuperó más de una tonelada de oro de iPhones, iPads y computadores, que se traduce en unos 40 millones de dólares del preciado metal.

Además de ampliar su catálogo de productos, las miradas de la compañía se enfocan en recuperar y reutilizar los componentes tecnológicos presentes en los equipos que sus clientes decidieron desechar.

Según Fairphone, el teléfono inteligente utiliza en promedio 30 miligramos de oro que están presentes en tarjetas de circuitos y otros componentes internos. Además de detalles incluidos en la parte exterior de algunas ediciones del teléfono móvil.

“El oro es un material esencial en el consumo electrónico de hoy en día, la industria electrónica es el tercer mayor consumidor de oro en todo el mundo, después de la industria de la joyería y el sector financiero”, advierte Laura Gerritsen en un artículo.

De acuerdo con el Business Insider, para la cantidad de ese metal que contiene cada equipo la cifra recolectada resulta escandalosa. A pesar que se contemplen teorías como que el musculoso monto también incluye los relojes que vende la compañía y que se estima tienen más de 50 gramos de oro. La cuestión es: ¿quién los bota?

El preciado metal no es el único que recicla la compañía. Según el documento, recuperaron 10.480 toneladas de acero, casi 6.000 toneladas de plástico, 5.500 toneladas de vidrio, 2.000 toneladas de aluminio, 1.300 toneladas de cobre y tres toneladas de plata.

Para Apple la campaña de reciclaje que promueve a través de sus tiendas está dando resultado y su impacto no sólo compromete su relación con el medio ambiente, sino las finanzas de la compañía.

Liam, el robot que recientemente presentó la compañía, es el encargado de desmontar y clasificar los miles de elementos que dan vida a cada teléfono.