El insólito error de Bancolombia y el multimillonario negocio de la web

En la mañana del lunes 10 de octubre, la noticia que inundaba los medios y las redes sociales era que la sucursal virtual de Bancolombia estaba caída. En un primer momento se rumoró que el sistema había sido atacado por piratas cibernéticos. Pero el propio banco explicó en un comunicado que “tuvo inconvenientes con la renovación del dominio bancolombia.com”. Una situación al menos insólita.

Usualmente las direcciones de los portales en internet pagan lo que se conoce como un dominio (hosting en inglés) que es básicamente la casilla en todo el entorno digital para que sea identificado por los usuarios. Estos dominios son comercializados por empresas especializadas, casi siempre estadounidenses. Quien requiere una página web adquiere estos hosting por tiempos determinados y renovables.

Cuando estos plazos están por vencerse las empresas que comercializan los dominios, usualmente, envían comunicaciones de advertencia al dueño de la marca para que renueve el contrato y no tenga problemas de identificación en la red. Por eso, es inusual que una empresa tan grande como Bancolombia que tiene más de 7.000.000 de clientes tuviera inconvenientes con un procedimiento que es relativamente sencillo.

En su comunicado oficial, Bancolombia no dio mayores detalles sobre el posible descuido. Expresaron que lo ocurrido pudo “generar dificultades en el acceso a nuestros canales virtuales a través de algunos proveedores de internet. El inconveniente fue identificado y progresivamente se está dando acceso a los diferentes servicios”.

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Desde Bancolombia, fueron enfáticos en aclarar que la situación “no corresponde a una vulneración a la seguridad en nuestros canales virtuales y por lo tanto, la organización certifica que el dinero y la información de nuestros clientes siempre han estado seguros”.

El negocio de la reventa

En principio, desde Bancolombia no dieron muchos detalles, expertos en seguridad digital le explicaron a Semana.com que el procedimiento para recuperar el dominio que tuvo problemas no debió haber sido nada fácil. En el mundillo de internet, las direcciones web son activos muy valiosos porque en el fondo lo que se está protegiendo es la marca de las empresas que están en la red.

Ante esto, Bancolombia publicó un comunicado el 11 de octubre en el que aclaró enfáticamente que el dominio Bancolombia.com nunca fue comprada por ninguna empresa o persona jurídica. El dominio nunca estuvo en manos de nadie diferente a la organización.

Existen organizaciones internacionales especializadas en adquirir las direcciones web que quedan vacantes para luego revenderlas a precios astronómicos, si es que la marca así lo amerita. En el caso particular de bancos están dados todos los elementos para pensar que, si hubo negociación (en el caso de Bancolombia no hubo ninguna transacción o negociación), no sería nada fácil y nada económica. Y para completar, en caso de que se haya dado dicha transacción, debió ser en tiempo récord y por precios importantes.

Más que una cuestión de hackers o piratas cibernéticos, la reventa de dominios web depende de la agilidad de los expertos para hacer negocio con marcas valiosas y luego poderlas comercializar en el mercado.

En redes sociales, ocurre un fenómeno similar. Decenas de usuarios se dedican a crear cuentas con nombres de empresas, famosos o deportistas antes de que la propia figura u organización haga su irrupción en la red. En caso de que quieran preservar su marca, tienen la obligación de pagar cantidades cuantiosas para comprar las cuentas y poder utilizarlas.

Respecto a temas de seguridad para los usuarios, expertos de la empresa Kaspersky Lab señalan que es importante que, antes de ingresar cualquiera de sus credenciales o información confidencial a una página web, compruebe que la página web sea legítima. Los sitios de phishing están deliberadamente diseñados para parecer auténticos.

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Señalan, además, que a pesar de que los sitios con el prefijo ‘https‘ son más seguros que aquellos con solo el ‘http‘, esto no significa que se pueda confiar plenamente en ellos. Los cibercriminales están teniendo éxito en conseguir certificados SSL legítimos simplemente comprándolos.