Uber es centro de polémica porque permite el servicio de transporte por parte de vehículos diferentes de los taxis usuales. | Foto: FinanzasPersonales.com

POLÉMICA

El lado oscuro del servicio que ofrece UberX

El servicio de bajo costo levantó ampolla no sólo en el Gobierno y el gremio de los taxistas.

24 de noviembre de 2014

Los bloqueos y protestas de los taxistas en Bogotá han sido la respuesta más visible a la expansión del servicio de la plataforma Uber. El Gobierno, mediante el Ministerio de Transporte, declaró "ilegal" este servicio. Con este panorama, Uber fue más allá y presentó la iniciativa UberX, que levantó aún más ampolla en el sector.

¿Qué es UberX?

La plataforma multinacional resume a UberX como un servicio de bajo costo que impulsa a los ciudadanos a compartir su vehículo para llevar a otras personas a sus sitios de trabajo o estudio y generar dinero. De hecho, la empresa inició una fuerte campaña para que cualquier conductor se inscriba en la aplicación y comience a prestar el servicio.

Uber asegura que los conductores y sobre todo los vehículos que vayan a prestar el servicio en UberX deben cumplir varios requisitos de seguridad, técnicos y hasta de presentación. La plataforma se compromete a brindar un transporte de calidad similar al que tiene en su servicio Premium.

La afectación de los ‘carros blancos’

Además del gremio de los taxistas, que han bloqueado varias vías de Bogotá y Cali, varios voceros del sector de vehículos para servicios especiales –conocidos popularmente como transporte blanco- también se han mostrado en desacuerdo con el servicio UberX.

Alexei López, representante de transportadores de servicios especiales, le explicó a Semana.com que Uber, con su servicio UberX, “busca desafiar al Gobierno”, al generar un daño colateral para los transportadores legalmente constituidos.

“Lo que busca Uber es camuflar su servicio. Mientras más carros particulares presten el servicio, más complicada se hará la labor para el control de las autoridades, pero la consecuencia será que haya una persecución contra todo el sector de los transportes especiales”, asegura López.

López, quien recientemente se desvinculó de Uber y de hecho defiende el servicio Premium que presta la plataforma, señaló que la apertura que busca propiciar la aplicación afectaría la calidad del servicio que ellos prestan, ya que “no cualquiera puede prestar un servicio de transporte público, es necesario tener preparación y certificación otorgada por las autoridades”.

En la otra orilla, el presidente de la Asociación de Conductores de Servicio de transporte Especial (Aproses), Camilo Aparicio, le explicó a Semana.com que el servicio UberX está planeado para “otro nicho de mercado” y garantiza los filtros de calidad y seguridad que exige Uber para que un conductor preste su servicio.

Aseguró, además, que este servicio busca fomentar y tecnificar la práctica de compartir el carro. “Esta práctica no afecta a los transportadores blancos. Como el servicio es diferente, el grupo objetivo al que se le apunta también”. Aun así, reconoce que abrirles espacio a carros particulares para que presten servicios públicos sí puede aumentar las reservas de las autoridades.

El Gobierno se pronunció. Declaró, tácitamente, ilegal este servicio. Informó que la contratación y la operación de los vehículos vinculados al servicio público de transporte es responsabilidad directa de la empresa legalmente constituida y habilitada, por esta razón dicha responsabilidad no puede ser cedida a un tercero a través de la utilización de plataformas tecnológicas.

Polémica con los periodistas

El servicio UberX atravesó por una polémica internacional. Varios medios informaron que el vicepresidente de negocios de Uber, Emil Michael, tenía planes de espiar periodistas que escribieran o comentaran en contra de UberX.

Como la aplicación se queda con información confidencial de los usuarios (número de teléfono, dirección de su domicilio o sitio de trabajo), el ejecutivo propuso utilizar estos datos en contra de los comunicadores que criticaran el nuevo servicio de la plataforma, lo que generó indignación de medios y usuarios.

Uno de los fundadores de Uber, Travis Kalanick, tuvo que ofrecer disculpas públicamente para intentar apagar el incendio. Por otra parte, la empresa publicó un comunicado donde citó declaraciones de Michael, “Las palabras que se me atribuyen durante una cena privada, durante un debate informal, obedecen a la frustración que tenemos en la empresa por la cobertura sensacionalista de esta empresa en la que estoy orgulloso de trabajar. No refleja mi opinión, tampoco los planes de la empresa. Estuvo mal y me arrepiento”.