Metaverso.
La pandemia disparó el uso de las redes sociales en un 27 % y el acceso en América Latina aumentó en 82 %. | Foto: Getty Images

TECNOLOGÍA

La pandemia disparó el uso de las redes sociales en un 27 %

La vida digital ha influenciado en casi todas las áreas del ser humano e incluso se ha vuelto crucial en épocas electorales.

4 de julio de 2022

El sociólogo francés, Gérald Bronner, por medio de su libro Apocalipsis cognitivo, explica la manera en la que se manipula a las personas por medio de las redes sociales y otras plataformas en auge, en medio del furor de la era digital. El autor, en su país natal, ha vendido más de 40.000 ejemplares.

En su relato, Bronner explica la influencia que tiene la información que se encuentra hoy en día en la red, entendiendo que no toda es fiable y certera, y que, incluso hoy día, se usan varios algoritmos para alterarla y dar como resultado a las temidas fake news.

Aunque en un pasado se soñó que la ciencia y la tecnología liberarían al ser humano, ahora se teme ser una víctima de esta, ya que diariamente el mundo pasa seis horas y 54 minutos navegando en internet.

El especialista menciona que la información en la red ha crecido y como en tiempos modernos es más fácil acceder a ella. “En cifras, el alcance de la cuarta revolución sorprende: en 2005 había 150 exabit (unidad de datos de almacenamiento en un computador), en 2010 la cifra pasó a ocho veces más y en los dos últimos años, el 90 % de la información disponible fue producida”.

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El mundo pasa 6 horas y 54 minutos en navegando en internet. | Foto: Getty Images

Además, destacó la importancia que tienen los algoritmos, en especial en las redes sociales. “En Facebook la cara de enojo atrae más la atención y hace que un mensaje se viralice. Además, tiene un coeficiente de cinco sobre un like y en Twitter, las informaciones falsas se difunden 70 % más rápido que la información veraz. La pandemia disparó el uso de las redes sociales en 27 % y el acceso en América Latina aumentó en 82 %”.

Bronner menciona que en el mercado digital no prima la calidad del producto, sino aquellos que son más satisfactorios e impactantes para el cerebro.

“En 2021, en un minuto se compartieron 695.000 historias en Instagram, 69 millones de mensajes por Facebook y WhatsApp y 500 horas de contenido a YouTube; preocupa, porque en el mercado de la información no prima el mejor producto, sino los productos más satisfactorios para el cerebro, con lo que se compite también con el pensamiento intuitivo, lo verosímil, lo más rápido y contundente, con acceso a todas las personas con las intervenciones de sus dispositivos móviles como herramienta para hacer fotos y videos que van a redes sociales y chats y que generan diversidad de conversiones en un mismo momento entre diferentes grupos de personas. A eso le llamo el efecto coctel”.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, le encargó una tarea al sociólogo asignándolo en el cargo de presidente de la Misión de expertos de La ilustración en la era digital; es por esto que la comisión francesa ha dado unas recomendaciones para el uso de las redes sociales y para tener en cuenta a la hora de formar parte de un metaverso que se resumen dentro de seis recomendaciones.

El primero habla de la comprensión psicosocial de las noticias falsas; el segundo hace referencia a la manipulación de los algoritmos; el tercero trata sobre la publicidad que va de la mano de la economía de la desinformación; el cuarto menciona la interferencia internacional en los procesos electorales; el quinto hace referencia a los marcos de regularización; el sexto puntualiza sobre la educación de los medios, el pensamiento crítico y la pedagogía.

El experto destaca las pautas que se deben tener en cuenta para combatir los algoritmos. “Esta es una nueva democracia digital donde hay una asimetría de la información, con pensamiento crítico, con formación desde la base y como parte de un proceso; se debe tener compromiso de las redes sociales, de las empresas, hacer un seguimiento y la formación de los ciudadanos, más en ambientes complejos como los de decisión política en los que se mueven más los sentimientos, solo así se puede cambiar el algoritmo”.