Comunidades rurales del país le están haciendo frente al reto de la seguridad alimentaria. | Foto: Cortesía: Sena.

CIENCIA Y TECNOLOGÍA

La seguridad alimentaria se pone de moda

Las comunidades rurales del país le están haciendo frente al reto de la seguridad alimentaria mediante proyectos innovadores que surgen del ingenio de sus miembros.

21 de diciembre de 2015

Uno de los principales objetivos en materia agrícola del gobierno nacional es disminuir la importación de alimentos e impulsar la exportación, pues según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), Colombia es uno de los siete países en donde se va a concentrar la mitad de la producción de víveres en todo el mundo. Por eso, es importante que se desarrollen proyectos que proporcionen los suministros suficientes para cada comunidad.
 
En este sentido, algunos habitantes del municipio de Quimbaya en el departamento del Quindío, decidieron asociarse y realizar diversos proyectos en los cuales se pudiera producir alimentos sanos pero de manera económica y favorable con el medio ambiente. Es así como desde 2010 se conformó Quimquinagro, organización en la que 20 asociados se dieron a la tarea de buscar un método con el propósito de obtener pescado limpio y nutritivo para las familias de la región.
 
La idea de este proyecto es tecnificar la piscicultura para la seguridad alimentaria. “Para nosotros es esencial tener alimentos sanos y suficientes”, dice María Madrid, una de las asociadas al proyecto, por eso la idea de esta organización surgió al identificar que los pescados que se consumían en el departamento eran importados y al llegar a las casas ya habían perdido todas sus cualidades nutricionales. De este modo, la organización se dio a la tarea de introducir un proceso de producción de tilapia roja para tener volúmenes suficientes del producto y comercializarlo.
 
Este proyecto de piscicultura no sólo permite a las familias involucradas acceder a alimentos sanos en su dieta diaria sino también tener un excedente para comercializar y revitalizar la economía local y regional a usar elementos propios en la región para alimentar a los peces.

Pero el beneficio no sólo es socioeconómico, con los sistemas implementados en este programa productivo, que consisten en utilizar el agua lluvia para llenar los lagos, también se busca evitar la contaminación por el mal uso de las aguas y proteger a las especies de flora y fauna de la región.
 
Con todas las características de este proyecto de tecnificación piscícola para la seguridad alimentaria, Quiquinagro fue premiada en la convocatoria A Ciencia Cierta de Colciencias 2015, que este año reconoció las 20 mejores experiencias en Ciencia, Tecnología e Innovación (CTeI) realizadas por comunidades en torno a la producción agropecuaria para la seguridad alimentaria. El premio consistió en 50 millones de pesos y en la asesoría por parte de expertos para el fortalecimiento de la experiencia.
 
María Madrid destaca la importancia de que las entidades del gobierno se fijen en los proyectos que se desarrollan en el campo ya que, según ella “nosotros tenemos el conocimiento sobre nuestro entorno y las ganas de trabajar; ellos tienen el conocimiento académico y las herramientas para brindarnos acompañamiento”. Madrid agrega que con los estímulos recibidos pueden seguir desarrollando sus proyectos que tienen como un cultivo de hortalizas mediante el sistema de Acuaponía.

El gobierno nacional, a través de Colciencias, ha querido fomentar iniciativas desde la comunidad que a través de la ciencia, la tecnología y la innovación puedan atender problemas y necesidades de los individuos como en el caso de la seguridad alimentaria, considerada por la FAO como un derecho fundamental que debe garantizarse. Por eso, proyectos como el de la tecnificación piscícola son ejemplo de cómo las ideas que surgen en la cotidianidad que sí reciben apoyo pueden convertirse en grandes soluciones para la sociedad.