TECNOLOGÍA

Los riesgos de usar FaceApp, la aplicación que lo hace ver del otro género

Al usar la aplicación, que ha causado sensación y cuyas fotos se viralizan en redes sociales, podría estar facilitando información privada.

16 de julio de 2019

Las redes sociales están inundadas de personas con fotos de cómo se verían si fueran del otro género. Esta conmoción se ha generado gracias a FaceApp. La aplicación utiliza un algoritmo informático y redes neuronales para escanear los rostros y modificar algunas de las características de la imagen que resultan en que el protagonista se vea de más edad e incluso cambiarle el género.

La herramienta añade cambios en la fisonomía modificar el pelo, rasgos y arrugas haciendo que cualquier persona quede con un look de alguien del otro género. Esta operación la hace en segundos y la mayoría de los resultados terminan siendo graciosos, por lo que ha tenido mucha acogida.

Sin embargo, quienes estén utilizando la aplicación estarían sometidos a varios riesgos. El más grave es que estarían abriendo la puerta para que la aplicación acceda a sus datos personales y la información, es decir, las fotos en su celular.

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A pesar de que la App asegura que el contenido generado por los usuarios no será vendido a terceros sin su consentimiento, sí podrían ser accedidos por el grupo empresarial dueño de la empresa desarrolladora o en quienes se conviertan en afiliados.

De acuerdo con los términos y condiciones que tiene la App, los usuarios otorgan a FaceApp una “licencia perpetua, irrevocable, no exclusiva, sin ‘royalties‘, totalmente pagada y con licencia transferible para usar, reproducir, modificar, adaptar, publicar, traducir, crear trabajos derivados, distribuir, realizar públicamente y mostrar” los resultados de su utilización.

“Cuando publicas o compartes contenido de usuario en nuestros servicios, cualquier información asociada como el nombre de usuario, ubicación o foto de perfil serán visibles al público”, añade el texto.

Otro inconveniente sobre la aplicación es la empresa creadora, que es Wireless Lab. La compañía, que pertenece al ruso Yaroslav Goncharov, está registrada en Wilmington, Delaware, pese a que gran parte de sus empleados están en San Petersburgo.

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El problema es que si la empresa fuera vendida, podría cambiar su domicilio para acceder a regulación más permisiva y en la que los datos recopilados pudieran tener otros usos.

Otra duda generada es que para el desarrollo de una aplicación con esta potencia son necesarios muchos recursos, pero a las principales funciones se puede acceder de forma gratuita. Para muchos expertos esto genera incertidumbre sobre cómo financian su desarrollo.

No es la primera vez que esta aplicación genera controversia. En 2017 tuvo su primer éxito cuando se viralizó con su filtro que permitía que las personas cambiaran su raza en la foto mediante una modificación del tono de la piel y el pelo. Sin embargo, recibió todo tipo de críticas por racismo y esta función fue retirada.