De acuerdo con cifras acumuladas por los sitios de ‘on line dating’, más de un millón de internautas dedican buena parte de su tiempo de conexión a buscar una pareja estable. | Foto: Tomada de Twitter

TENDENCIA

Un millón de colombianos usan medios digitales para encontrar el amor

En Colombia se realizan dos millones de búsquedas mensuales en Google de términos relacionados a "busco pareja", "encontrar el amor", "dónde conseguir novio". ¿Cuáles son los riesgos?

17 de septiembre de 2015

El amor en los tiempos de internet cambió radicalmente. Los usuarios no sólo ampliaron sus expectativas, también aumentaron los mecanismos para dejar la soltería atrás. Las estadísticas así lo demuestran; según el portal mimediamanzana.com, el 72 % de los usuarios consultados opina que "buscar pareja por internet es válido y normal".

De acuerdo con cifras acumuladas por los sitios de ‘on line dating’, más de un millón de internautas dedican buena parte de su tiempo de conexión a buscar una pareja estable. La reciente encuesta revela por ejemplo que el 90 % de usuarios estas plataformas afirma estar buscando una relación estable y de largo plazo.

Y no son pocas las razones para hacerlo. Diferentes análisis de mercado indican que a partir de los 35 años, el círculo social que una persona ha formado durante su vida ya no da mayores opciones para conocer potenciales parejas porque la mayoría de personas ya están comprometidas o casadas, y es allí donde los medios digitales ayudan a ampliar drásticamente este círculo.

“En pocos días se presentan 50, 100 hasta 300 potenciales parejas que son compatibles con lo que se busca”, explica Pedro Neira, gerente general de MiMediaManzana.co.

Un dato curioso que revela el estudio es que en casi todos los países del mundo, en las páginas de citas en línea la proporción es mayormente masculina (65 % hombres frente al 35 % mujeres). En Colombia la proporción es mitad y mitad, lo que evidencia mayor interés y aceptación en las mujeres sobre este medio para buscar pareja.

Las tendencias en el mercado colombiano son diversas. Por un lado, existe una clara inclinación entre los solteros por buscar mujeres de menor edad que la suya, con una diferencia de al menos cinco años y con un nivel educativo universitario o con especialización. En tanto, para las mujeres resulta muy importante el nivel educativo con 60 % y el sueldo de sus potenciales parejas.

El estudio arrojó otros datos interesantes. En el momento de entablar un contacto a través de páginas de dating, las mujeres son más selectivas que los hombres: de cada 10 mensajes enviados por hombres, sólo el 20 % recibe respuesta. En contraparte, de cada 10 mensajes que envían las mujeres, cerca del 40 % son respondidos.

Sobre los horarios de mayor tráfico en páginas de dating, tanto hombres como mujeres ingresan masivamente entre 1 p. m. y las 3 p. m. o de 9 p. m. a 11 p. m. Cada vez que un usuario ingresa, navega en promedio 9 minutos con 30 segundos y usa el tiempo en ver fotos de otros usuarios o conversar con posibles parejas.

Los riesgos de las aplicaciones

Las aplicaciones se convirtieron en otro escenario ideal para conseguir nuevos horizontes amorosos. La penetración de apps como Tinder en mercados como el colombiano ha sido exponencial. Condiciones como sencillez y efectividad han calado entre los solteros, sin embargo, existen varios peros a esta tendencia.

No son pocos los riesgos de las plataformas de citas en línea. Crímenes como el sexting y el grooming proliferan en estos escenarios. Los delincuentes se han ido especializando en crear perfiles falsos para recibir fotos o videos íntimos para extorsionar a usuarios que sólo buscan pareja estable.

Hace no menos de tres años el riesgo más grande era que el personaje no coincidiera en nada con la foto de su perfil, ahora los usuarios se enfrentan con ciberdelincuentes que tienen la capacidad hasta de controlar de forma remota los equipos de sus ‘levantes electrónicos’.

También es cierto que las propias plataformas se esfuerzan para enfrentar a los criminales que utilizan los medios digitales para satisfacer sus perversiones, pero lo cierto es que buena parte de la responsabilidad recae en la autorregulación de los propios usuarios, que deben estar conscientes que del otro lado de la pantalla más que un bello rostro puede haber una amenaza.