El 'nuevo' Rembrandt está basado en 168.263 fragmentos analizados de retratos del pintor barroco. | Foto: AFP

CIENCIA

El Rembrandt creado gracias a la tecnología

Un nuevo retrato del maestro holandés fue develado. Pero este no fue pintado en el siglo XVII, sino hoy en día, con la ayuda de algoritmos de computación, análisis de datos y la impresión 3D.

6 de abril de 2016

Decir que la máquina nunca replicará el talento y la creatividad humana para el arte no tendría muchas refutaciones. A pesar de que los intentos del hombre para crear un cerebro no humano han cultivado hitos históricos -como el artificio de Google que logró vencer al máximo exponente del sesudo juego milenario del ‘Go’, o la máquina que  le ganó al legendario Kasparov en una partida de ajedrez, las creaciones artísticas aún son una frontera infranqueable para la inteligencia artificial.

Pero eso no quiere decir que la tecnología no pueda inmiscuirse con el arte. Y así quedó demostrado con la ambiciosa pretensión que un equipo multidisciplinario se propuso hace algún tiempo. La meta era revivir al maestro de la pintura, Rembrandt, usando variedad de artilugios informáticos y el poder de la impresión 3D. Develaron la obra y su resultado ha sorprendido al mundo del arte.

A casi 400 años de la muerte del célebre pintor holandés, su “nueva” obra presenta con una pasmosa precisión rasgos representativos de su estilo para retratar. Incluso imprecisiones típicas del artista pudieron ser imitadas.

¿Cómo hicieron para pintar un ‘Rembrandt’ sin ninguna mano humana?  

No fue un proceso fácil. Primero, se requirieron 18 meses de análisis para estudiar pixel por pixel la vasta obra de Rembrandt. Escáneres 3D de alta resolución recogieron la información de 346 retratos del pintor barroco.

A su vez, un estudio paralelo determinó el modelo adecuado para replicar un retrato de Rembrandt. Basados en los patrones encontrados, se visualizó a un hombre de rasgos caucásicos, de edad adulta, con barba y vestido con ropas oscuras y sombrero.

150 GB de información fueron recolectados y puestos en un software creado exclusivamente para la tarea de entender el complejo estilo del que es considerado el “Maestro de la luz y la sombra”. Se programaron varios algoritmos que pudieron entender las precisiones geométricas, las proporciones, los colores y los patrones que utilizaba Rembrandt para elaborar sus retratos, y con base en los resultados arrojados se pudo replicar su estilo característico en un rostro completamente inédito.

Pero como advirtieron los desarrolladores, hacer una obra de Rembrandt no es simplemente imprimir una imagen. La pintura tiene relieve, particularidades del lienzo, huellas de errores y pinceladas con más grosor que otras. La pintura tiene “vida”, como dirían los puristas.

Por ello, el equipo analizó también la superficie de las pinturas, incluyendo la textura y los pigmentos usados. Los datos fueron ordenados en una especie de mapa virtual y volcados en una impresora 3D que elaboró un lienzo de 13 capas con tinta UV a base de pintura. Esto permitió recrear la esencia de una obra del siglo XVII.

El resultado final fue un retrato de 148 millones de pixeles, cuyos cimientos son los más de 168.000 fragmentos procedentes de las pinturas del pintor barroco.

“El próximo Rembrandt”, como se denominó el proyecto, fue exhibido por primera vez en la galería Looiersgracht60, en Amsterdam.

Allí fue examinada por observadores y eruditos del mundo del arte. Gary Schwartz, historiador que ha seguido juiciosamente la obra de Rembrandt, consideró la nueva pintura como un fascinante ejercicio del conocimiento. “Los desarrolladores tienen el gran mérito de haber sido capaces de identificar los rasgos que hacen un Rembrandt un Rembrandt".

Y aunque el historiador advirtió que de ninguna manera se puede clamar que el talento de Rembrandt haya sido reducido a un algoritmo, esta novedosa incursión de la tecnología en el mundo del arte puede ayudar a entender, de una manera sistemática, lo que se esconde detrás de las grandes obras de la historia. Como lo expresó una de las cabezas detrás del nuevo Rembrandt, “Ojalá este sea el comienzo de una conversación entre el arte y los algoritmos”.