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Foto tomada de: Twitter

Seguridad

El caso Burger King: la importancia de una contraseña segura

La cuenta en Twitter de Burger King fue atacada por delincuentes, que por varias horas la convirtieron en imagen del rival McDonalds, todo por una contraseña débil. Si le pasó a esta multinacional ¿Qué le podría pasar a usted con sus malas contraseñas?

30 de enero de 2014


Aunque parezca difícil de creer, según expertos, la contraseña que utilizaban los empleados de Burguer King, para acceder a una cuenta que maneja más de 90.000 seguidores era “whopper”, una palabra bastante simple de robar, para un experto.

Al hackearla, cambiaron la imagen y el nombre por McDonalds y aparecía este texto: "Burger King acaba de ser vendida a McDonalds porque la Whopper fracasó":



Así que, pasa hasta en las mejores familias. Pero este ejemplo, que le valió a Burguer King la pérdida de seguidores pues hoy la cuenta aparece inactiva. El ejemplo sirve para dimensionar lo importante que es tener contraseñas seguras para ingresar a redes sociales, ya que el peligro es constante.

El problema es que los usuarios se confían con el correr del tiempo y, además, consideran que ese tipo de eventos no le ocurrirán por lo pequeña que es la cuenta. Es necesario entender que, el riesgo es alto, más aún si guarda información importante en su cuenta.

Sebastián Bortnik, experto en seguridad de Eset, explica que, “este incidente es uno más de los que ocurren diariamente a personas que no utilizan contraseñas fuertes en sus redes críticos, y en el caso de cuentas corporativas se pone más en evidencia”.

¿Cómo usuario qué debe hacer para tener una contraseña segura?

- Utilice una clave con más de 10 caracteres (si puede más) y combine letras, números y símbolos en la misma.

- No tenga contraseñas obvias como: 12345 o su nombre acompañado por algún número.

- No utilice nombres propios en su contraseña. Busque que su clave sea una palabra que no tenga nada que ver con sus costumbres o rutinas diarias.

- No comparta sus contraseñas públicamente en Twitter o Facebook, mucho menos lo haga por correo electrónico.

- Cambie constantemente su contraseña, en lo posible cada 15 días.

- En lo posible, no utilice la misma contraseña para todos sus correos y redes sociales. Tenga una diferente para cada una.

- Si tiene problemas de memorización y crea una contraseña larga, anótela en un sitio visible para que no se le olvide.