Adiós a la silicona

El "boom" de la silicona llegó a su fin. Las autoridades norteamericanas acaban de restringir su utilización con fines estéticos.

20 de abril de 1992

LUEGO DE DOS DEcenios de estar levantando algo más que la moral a las mujeres, el uso de los implantes de gel de silicona ha sido restringido estrictamente a los casos de cirugía reconstructiva. Esta determinación la tomó un panel de asesores norteamericanos para poner punto final al prolongado debate generado sobre los riesgos de los implantes de seno.
Desde que los implantes de silicona fueron inventados hace 30 años, millones de mujeres en el mundo los han utilizado. Por ello, la alarma fue general cuando su seguridad fue puesta en entredicho. Pacientes y abogados los han culpado de todo, desde erupciones hasta cáncer y desórdenes neurológicos. Ahora, los expertos han declarado que la mayoría de las acusaciones no tienen peso científico. Sin embargo han recomendado a los cirujanos que los utilicen solamente en casos de cirugía reconstructiva. Esto significa excluir al 80 por ciento de las mujeres, que los utilizan para aumentar el tamaño de los senos.
El panel concluyó que muchas demandas, incluyendo la sugerencia de que los implantes causan cáncer y daño neurológico, eran científicamente infundadas. Pero dio mayor credibilidad a los informes de portadoras que han sufrido artritis rematoidea y esclerodermia (un raro desorden caracterizado por el engrosamiento de la piel y el tejido celular subcutáneo). Los expertos también encontraron que las bolsas de silicona pueden romperse en el cinco al 10 por ciento de las veces, mucho más frecuentemente de lo que los fabricantes habían admitido.
La determinación se basa en el hecho de que las mujeres que usan implantes por razones estéticas son más jóvenes que aquellas que los utilizan después de una mastectomía, y por consiguiente son más susceptibles a sufrir problemas que pueden aparecer a largo plazo. Por eso aconsejan a quienes tienen implantes, examinar sus senos regularmente para detectar cualquier cambio en la forma y textura que pueda indicar ruptura de la bolsa. En ese caso, la bolsa debe ser retirada inmediatamente. Aunque la FDA y los fabricantes -Dow Corning Corp.- realizarán nuevos estudios para resolver dudas sobre su seguridad, esos datos no estarán disponibles antes de dos o tres años.-