AL OTRO LADO DEL CHARCO

Las escuelas de negocios europeas ya no tienen nada que envidiarle a las gringas.

9 de enero de 1989

Las grandes facultades de administración de negocios del mundo, aquellas que educan a los ejecutivos de las empresas más importantes, ya no son monopolio de Estados Unidos. Si hace unos años lo normal era que el presidente de tal o cual industria fuera graduado de Harvard, Stanford o Wharton, todas ellas situadas en el país del norte, hoy no es raro que los altos ejecutivos de cualquier parte del mundo sean especialistas graduados en la francesa INSEAD, la suiza IMEDE o en la española IESE para nombrar sólo algunas.
Se trata de instituciones de un altisimo grado de exigencia académica, que se han puesto a la vanguardia de sus homólogas norteamericanas en muchos aspectos, no sólo en cuanto a sus programas, sino en la celeridad de los cursos y, para muchos lo más importante, por la creciente demanda laboral de sus graduados en el mundo entero. Hay quienes observan, sin embargo, que la mayor ventaja de las escuelas europeas es su internacionalización, que hace que los estudiantes deban entenderse a lo largo de su educación con compañeros de otras culturas y otros modos de ver las cosas.
Haciendo eco al fenómeno, la revista especializada Fortune publicó recientemente un informe sobre las escuelas de administración más importantes de Europa. Para hacer su clasificación de las cinco líderes, la publicación no solamente tuvo en cuenta los criterios de admisión, la calidad de los programas o el curriculum de sus profesores, sino la calidad de graduados que colocan usualmente en puestos claves de empresas multinacionales. La importancia de las escuelas es tal, que año tras año, las empresas más grandes de Europa "patrullan" los salones de clase en busca de nuevos talentos y generalmente contratan la totalidad de la promoción.
A ese respecto, las cifras son muy dicientes: el año pasado compañías como la británica Jaguar Motor Co, Ltd., o la francesa L'Oreal, y cientos más, contrataron más de cinco mil graduados de las escuelas de administración europeas, más del doble que el año anterior. "Lo que ofrecemos es carreras internacionales", dice el director de personal de "Ford de Europa", Al Fletcher. "Los gerentes deben esperar que los trasladen de un país a otro y por eso es una ventaja definitiva tener una educación internacional ".
Ese concepto de educación cosmopolita tiene sus exigencias: la mayoría de las escuelas exigen a sus estudiantes manejar correctamente al menos dos idiomas. En INSEAD, por ejemplo, todos los estudiantes deben hablar al menos inglés y francés, pero más de la mitad conoce también el alemán, el español o algún otro.
La diversidad de nacionalidades tiene unas ventajas evidentes. Un ejemplo palpable de la utilidad de esa experiencia se da con frecuencia en los grupos de trabajo. Puestos ante el problema de sacar adelante una industria, los alumnos norteamericanos no dudan en tomar medidas drásticas de reducción de personal, mientras sus compañeros japoneses o europeos se preocupan por la presión sindical y por proteger más el empleo de los trabajadores. De esa forma, unos y otros entienden, de primera mano, los diferentes procesos mentales que rigen la toma de decisiones gerenciales en ambientes distintos al propio.
Los métodos de enseñanza son generalmente una mezcla del tradicional de Harvard de estudiar casos concretos, y una labor de consultoría de empresas. En algunas escuelas, la duración del curso es de menos de un año, y en otras, es hasta de dos. Eso exige, en las primeras, un ritmo de estudio endemoniado, que hace que algunos alumnos lo comparen con el ingreso a un convento. Pero tras ese corto periodo de estudio frenético, las satisfacciones suelen ser grandes.
La siguiente es la clasificación que hizo Fortune de las cinco escuelas líderes en Europa, verdaderas fábricas de ejecutivos internacionales.

.INSEAD (Institut Européen d'Administration des Affaires Fontainebleu, Francia. 320 alumnos. Matrícula: US$16.700 por 10 meses).
Se trata de la escuela de administración de negocios más importante de Europa. Con espléndidas instalaciones, su campus sirve además como country club. Su sólida posición financiera no se debe solo al precio de su matricula -que, por otro lado, es relativamente inferior a las de sus homólogas de Estados Unidos- sino el apoyo de las empresas. Mas de 80 multinacionales, como Exxon, Merril Lynch y Philips contribuyen con un total de más de un millón de dólares al año para gastos de operación.
El motor del surgimiento de INSEAD como escuela líder en Europa es su decano, el portugués Antonio Borges, quien además de expandir el número de alumnos de 320 a 420 en este año, planea elevar el de profesores de tiempo completo de 60 a 80. Para lograr ese objetivo, que espera conseguir hacia 1990, Borges está reclutando lo más granado de la profesión en el mundo, quienes deben tener una especial aptitud para la investigación. No en balde los miembros de la facultad produjeron el año pasado 27 libros y un gran número de articulos para revistas especializadas.

.LBS (London Business School Londres, Inglaterra. 247 alumnos. Matrícula: US$14.400 por 18 meses o US$21.800 para los no europeos).
Es lo más cercano en Europa a una facultad norteamericana. Una dependencia de la prestigiosa Universidad de Londres, LBS incluye en sus programas el estudio de casos junto con el estudio a profundidad de los libros de texto. Pero su aproximación al tema es mucho más internacional que sus modelos del Nuevo Mundo. Aun así, su cuerpo estudiantil es por el momento menos variado en cuanto a nacionalidades que, por ejemplo, el de INSEAD o el de IMEDE, pero la aspiración de la escuela es llenar pronto la brecha. Por el momento, 84 estudiantes provienen de países extranjeros, un número que deberá crecer año por año.

.IMEDE (International Management Development Institute Laúsanne, Suiza. 67 estudiantes. Matrícula: US$22.000 por 11 meses).
Menos lujosa que las anteriores ("Pequeña y espartana", según la describen), IMEDE tiene fama de ser una "olla de presión" académica capaz de transformar ingenieros y otros especialistas en gerentes generales de primer orden, en sólo 11 meses. Situada en las riberas del lago de Ginebra, IMEDE tiene fuertes lazos con la multinacional suiza Nestlé, que la fundó inicialmente como una dependencia interna de entrenamiento gerencial. Aunque en el presente es una entidad independiente, Nestlé continúa inyectándole fondos, y recientemente contribuyó con US$7.3 millones para la construcción de su nuevo centro académico.
Cuando el nuevo edificio se concluya, cambiarán un poco las cosas para los sufridos estudiantes de IMEDE. Actualmente carece hasta de un lugar de reuniones, y lo único de que disponen los estudiantes para distraerse es un par de mesas de ping-pong de concreto. Pero de poco les sirven. Su régimen académico lleva a los aspirantes a graduandos hasta los límites de su resistencia. Pasan el primer mes aislados en un hotel, de donde sólo emergen en el fin de semana para ver a sus familiares. "Un año en IMEDE es como ir a la guerra" comenta una egresada. La presión sube enormemente cada mes, cuando los estudiantes, en grupos de 5 a 8, deben presentar un caso ante la facultad. Usualmente trabajan las 24 horas del día, mientras duermen por turnos. "Entonces, llegan los profesores y nos destruyen", fue el comentario de Marcelo Iribar un graduado de Argentina.
Sin embargo, tras la dura prueba los resultados son excelentes. Uno de los grupos de estudio, que tuvo que presentar el año pasado un trabajo sobre L.M. Ericcson, el gigante sueco de telecomunicaciones, impresiono tan favorablemente a la compañía, que fue contratado en pleno una vez se graduaron sus integrantes.

.IMI (International Management Institute Ginebra, Suiza.52 estudiantes. Matrícula: US$24. 700 por 9 meses).
Aún más pequeña que IMEDE, tiene un programa que se completa en nueve freneticos meses. Pero si el anterior tiene mayor énfasis en la consultoría financiera, IMI se orienta fundamentalmente a la actividad industrial. El programa incluye tanto el estudio de casos conocidos como el desarrollo de proyectos, todos producidos dentro de plazos angustiosos. Además de tomar 20 cursos de septiembre a abril, los estudiantes escriben un estudio de mercado muy completo que deben presentar en marzo. Las cinco semanas finales, se dedican a maratónicos proyectos de consultoría. Pero a pesar de que tiene fuertes lazos con industrias como Alcan, que la fundó, y Philips, IMI no tiene tanto prestigio entre los posibles contratantes de sus egresados, puesto que atraviesa por un periodo de transición causado por el hecho de que hasta hace 5 años dos terceras partes de sus estudiantes eran ejecutivos patrocinados por sus empresas, mientras que hoy solamente el 20% califican dentro de esa categoria. Pero para sus directivas, esa es una situación puramente transitoria.

.IESE (Instituto de Estudios Superiores de la Empresa Barcelona,España. 412 estudiantes. Matrícula: US$17.200 por 21 meses).
El país que vive el mayor Boom del desarrollo en Europa, España, no podía quedarse atrás en materia de educación especializada en negocios. Allí el símbolo es IESE, una institución con fuertes vínculos religiosos, pues pertenece al OPUS DEI. El Instituto ofrece un programa de estilo norteamericano, a cumplirse en dos años. Las clases se dividen en dos sectores, uno, el mayoritario, para estudiantes en español y el resto para quienes aprenden en inglés. Un conglomerado estudiantil de 27 países, hace que el IESE sea uno de los centros de educación más cosmopolitas. En el segundo año de estudios, la clase se une, lo que obliga a los extranjeros a aprender español. Se estima que el instituto tendrá un papel preponderante en el establecimiento en España de las múltiples empresas internacionales que se están domiciliando allí, en medio de los aires de progreso que se respiran y ante la plena integración del país en la Comunidad Económica Europea.