Aunque el licor es el que causa más daños a nivel social, el 'crack' es el más nocivo para la salud.

SALUD

Alcohol, el más nocivo

El licor es más dañino que la heroína y la cocaína. Estas son las conclusiones de un estudio en el Reino Unido que ha encendido las alarmas sobre los efectos no solo para el que bebe, sino también para su entorno social.

6 de noviembre de 2010

La noticia apareció en los principales diarios del mundo. Un grupo de científicos en Gran Bretaña del más alto nivel llegó a la conclusión de que el alcohol es la droga más nociva, por encima de la heroína, el crack o la cocaína. Los expertos, reunidos en un Comité Científico Independiente de Drogas, dieron su veredicto al corroborar que consumir licor de manera excesiva causaba más daños tanto a la salud del usuario como a su entorno, que otro tipo de sustancias. Para llegar a estos hallazgos, el grupo de 30 expertos, algunos de ellos ex asesores del gobierno británico, utilizó un método de estudio basado en 16 criterios, nueve de estos relacionados con los perjuicios directos al consumidor, como la mortalidad, los grados de dependencia, la discapacidad mental y la destrucción que causaba en el organismo del usuario; y los otros siete tuvieron que ver con los daños al entorno social, como el deterioro de las relaciones familiares, los costos económicos por la baja productividad laboral y el impacto en el medio ambiente.

Las sustancias fueron clasificadas en una escala de 0 a 100, en donde 100 era el nivel máximo de daño. Luego de promediar las distintas variables, el alcohol obtuvo el primer lugar con una puntuación de 72, seguido por la heroína (55), el crack (54), las metanfetaminas (33) y la cocaína (27). La marihuana se ubicó en el puesto octavo, con 20 puntos, y el último fueron los hongos, con 6. La investigación, publicada la semana pasada en la revista médica The Lancet, abrió una polémica sobre la clasificación actual de las drogas y pone sobre el tapete el debate sobre la legalización.

La razón principal por la que el licor ocupa el primer puesto en el listado se debe más a sus consecuencias en el entorno social que a los daños directos en quien lo consume. El estudio muestra que es el principal factor en el deterioro de las relaciones familiares, un tema confirmado en Colombia por las cifras. El informe de Medicina Legal de 2008 registró que de los 52.664 casos de maltrato a la pareja, 5.916 eran por alcoholismo, mientras 578 eran por drogadicción. Del mismo modo, el alcohol lidera su impacto en las lesiones a terceros, como los accidentes de tránsito. Los datos más recientes muestran que en lo corrido de 2010 se han presentado 1.171 accidentes en los que participaron personas alicoradas, y en 2009 murieron 175 personas y hubo 1.815 lesionados por esta causa. Por último, de las 20 drogas se determinó que el licor es el que mayores costos económicos produce, teniendo en cuenta los gastos de atención en salud, los servicios de Policía y prisión, así como la pérdida de productividad o ausentismo en el trabajo.

Para Alejandra Salcedo, especialista en toxicología clínica, aunque los resultados son alarmantes, no son nuevos. "El alcohol es la sustancia más consumida en el mundo y es entendible que sea la causante del mayor número de daños", anota la experta. En el plano biológico, Salcedo está de acuerdo en que el licor es la más nociva de todas las drogas porque es la que más sistemas orgánicos afecta. "Mientras algunas drogas tienen un blanco específico, el trago afecta el sistema nervioso, respiratorio, linfático, muscular y digestivo", explica. Esto sin contar que el trago desinhibe a las personas, lo que en muchos da pie a actuaciones violentas.

A pesar de esto, la experta enfatiza en que si bien algunas sustancias se encuentran en un nivel bajo en la escala de clasificación, esto no quiere decir que sean inocuas. De hecho, teniendo en cuenta únicamente el análisis del daño a quien la consume, el crack obtuvo un puntaje de casi 80 puntos, comparado con los casi 55 puntos que obtuvo el alcohol. Asimismo, la heroína es la que presenta mayor índice de mortalidad directa, y aparece en el tercer lugar en cuanto a dependencia, superada por el crack y el cigarrillo.

Yolanda Torres, investigadora de salud mental y drogas de la Universidad CES, señala que algunos de los resultados cambian según el país, como el caso colombiano. "En nuestro contexto es evidente que el impacto de la cocaína es mayor que en el Reino Unido, debido a que somos un país productor", anota Torres. La experta menciona los índices de violencia que produce la guerra entre carteles del narcotráfico, así como el daño ambiental que han sufrido algunas regiones por las fumigaciones a los cultivos ilícitos, por lo que probablemente en Colombia la droga más nociva sería la cocaína.

La clasificación además se hizo sobre el consumo excesivo de estas sustancias, y por lo tanto no se debe satanizar a quienes toman de forma moderada. En estos casos, el trago puede tener ciertos beneficios. Hace un par de meses Charles Holahan, psicólogo de la Universidad de Texas, halló en un estudio que los que toman de forma moderada viven más que los abstemios. La investigación, que se publicó en la revista Alcoholism, concluyó que la mortalidad es más baja para esos bebedores por los beneficios del alcohol en el corazón, la circulación y la sociabilidad. Este último aspecto es clave, ya que al interactuar más con la familia y los amigos es más fácil detectar problemas de salud y someterse a tratamientos oportunos. Los abstemios vivirían menos porque son más aislados y de estratos más bajos, por lo que sufren más estrés.

El problema para la mayoría de los expertos consultados por esta revista es que muchas personas no son conscientes de cuándo parar de beber. Coinciden, además, en que el alto consumo se explica porque el trago es una sustancia legal que además está culturalmente aceptada. "Desde que nacemos estamos acostumbrados a celebrar todo con alcohol, y por eso sus efectos son más comunes y visibles que las otras drogas -dice Andrés Rueda Latiff, psicólogo terapeuta en adicciones-. Tenemos una cultura alcohólica, y para muchos el plan es pegarse una borrachera".

El interrogante entonces es si la clasificación del estudio cambiaría si se legalizara el consumo de las otras drogas. Las respuestas están divididas. Según Alejandra Salcedo, al permitir el libre acceso a las drogas y ser socialmente aceptadas, es muy probable que los niveles de consumo aumenten. Otto Held, experto en farmacodependencia, considera que si se legalizara la heroína sin duda esta le quitaría el primer lugar al alcohol. "Si se vendiera en las tiendas, habría un problema peor no solo por los riesgos de sobredosis, sino por las infecciones asociadas a la inyección", anota Held. David Nutt, uno de los autores de la investigación, es consciente de que si se legaliza el consumo los daños que causa también aumentan. Sin embargo, su opinión no aplica a todas las sustancias. "Si las personas se pasaran del alcohol a la marihuana los daños generales a la sociedad podrían reducirse", dijo Nutt a SEMANA.

Para Martin Jelsma, experto en políticas de drogas de Transnational Institute, reducir las conclusiones del estudio a una dicotomía entre prohibición y legalización niega la profundidad del estudio. "Se trata del intento científico más serio que muestra grandes diferencias entre las sustancias y, por lo tanto, los modelos de control también deben ser distintos", dijo Jelsma a SEMANA. En este punto coincide Rueda, quien cree que más allá de si es legal o no, lo importante es trabajar en la relación que establece la persona con la droga. "Así como hay gente que toma y se enloquece, hay otros que se controlan con los tragos". Aunque todos los expertos consideran que no es necesario volver a las épocas de la prohibición, Nutt dice que el mensaje principal del estudio es claro: "Las drogas legales merecen un tratamiento tan serio como el que se les da actualmente a algunas ilegales, ya que estas están causando mucho más daño".