literatura

Apuestas diferentes

‘En esas andaba cuando la vi’, de Fernando Quiroz, y ‘Hotel Bellavista y otros cuentos del mar’, de Pedro Badrán, son dos nuevos libros que dan fe de la importante ola creativa que vive la literatura en Colombia.

19 de febrero de 2002

Fernando Quiroz y Pedro Badrán no sólo comparten el oficio del periodismo sino también la pasión por la literatura. Los dos han trabajado en importantes medios de comunicación del país y también han dedicado buena parte de su tiempo a la docencia. Ahora coinciden en el lanzamiento de sus dos nuevos libros, dando más fuerza aún a la nueva generación de escritores jóvenes. En esas andaba cuando la vi es la primera novela que publica Quiroz, mientras que Badrán con Hotel Bellavista y otros cuentos del mar continúa con una interesante carrera literaria precedida por Lecciones de vértigo y El día de la mudanza. Lo curioso es que tanto Badrán como Quiroz conservan varios textos inéditos que precedieron la escritura de estos libros. En el caso Quiroz es un libro de cuentos “que sólo ha leído mi mujer”, mientras que Badrán tiene dos novelas más escritas: Un cadáver en la mesa es mala educación y Todos los futbolistas van al cielo.

Son dos libros bien diferentes. Por un lado Quiroz se propuso narrar la historia de Antonio, un publicista colombiano de casi 40 años que huye a Buenos Aires para superar el dolor que le produjo la pérdida de su amada. “Lo primero que pensé es que Antonio no debería tener problemas económicos para que pudiera estar en Buenos Aires unos cuantos meses sin tener que pensar en la plata. Antonio es un tipo solitario, enfrentado a la derrota. Eso era lo que me parecía interesante: el universo de la derrota que nos lleva a mirar atrás y a reflexionar, algo que no pasa con el triunfo”, dijo a SEMANA.

Quiroz, después de vivir un año en Buenos Aires, desechó un proyecto inicial de novela y terminó rehaciendo una nueva. “De esa idea original sobrevivió Antonio, el personaje central”, dice. Por otro lado, Badrán retomó varios cuentos que venía trabajando desde mucho tiempo atrás, incluso desde su adolescencia, y que tienen como elemento en común el contexto del mar, lo caribeño. “Son espacios de los años 70 y 80. Son lugares de Cartagena que todavía se conservan. Es como una deuda con unos amigos y personajes que conocí, y yo tenía que escribir sobre eso. La literatura es un poco de recuperación del paraíso. El Hotel Bellavista existe, es real, y todavía se puede visitar en la zona de Marbella, en Cartagena. Alrededor de ese hotel hubo un mundo que yo viví”, comenta Pedro Badrán.

Los dos autores coinciden en la manera de construir sus personajes. Para ambos hay referencias de hombres y mujeres que conocieron y que de una u otra forma alimentaron con la ficción. “El vendedor de periódicos en la novela se llama Morelli y está inspirado en un hombre al que yo le compraba el periódico todos los días recién llegué a Buenos Aires. Terminé siendo amigo de él aunque nunca hablamos de muchas cosas importantes. Son personajes cotidianos que le dan color a la novela”, comenta Quiroz. Algo similar opina Badrán sobre su libro: “Mis personajes son en su mayoría reales. Pero yo diría que es un libro de ficción ante todo, evidentemente con unas referencias particulares y fuertes”.

A la hora de la escritura los dos difieren en sus métodos de trabajo. “Yo tengo que definir el tono desde el comienzo. Es como un ‘lead’ para un artículo. Es por eso que trabajé mucho más en el primer capítulo, fue el que más trabajo me dio, y tuve que revisarlo muchas veces antes de dejar la versión definitiva”, dice Quiroz. Para Badrán su primer impulso lo sienta en otra parte: “Yo trato de tener siempre la última frase resuelta. Para mí ese es el comienzo de todo. Eso me da una gran facilidad porque sé a dónde voy a llegar”.





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