Según cifras recientes 51 millones de fotos han sido compartidas en Instagram con el ‘hashtag’ de ‘me’ y 23 millones con el de ‘selfie’. | Foto: Ingimage.

TENDENCIA

Aquí estoy yo

Tomarse autorretratos con el celular ha desatado un fenómeno conocido como ‘selfie’, en el cual se refleja hasta dónde ha llegado el narcisismo de la sociedad actual.

3 de agosto de 2013

Hasta hace algunos años las personas usaban su cámara exclusivamente para registrar eventos importantes, como un matrimonio o unas vacaciones. Sin embargo, con el auge de las redes sociales y de los teléfonos inteligentes con cámara, tomar fotos de cada vivencia diaria se ha convertido en una moda. Con un solo clic se pueden compartir las imágenes de inmediato en Facebook, Twitter, Instagram, Flickr o Snapchat, donde las pueden observar miles de personas. 

A esta manía de tomar autorretratos se le conoce como selfie y su popularidad ha llamado la atención de los expertos. Según cifras recientes, 51 millones de fotos han sido compartidas en Instagram con el hashtag de #me y 23 millones con la etiqueta #selfie. Un estudio del Centro de Investigación Pew, en Estados Unidos, reveló que el 91 por ciento de los adolescentes publican fotos de sí mismos en sus cuentas, un 12 por ciento más que en 2006. Otros estudios han mostrado que el 80 por ciento del material que circula en redes sociales se refiere al ‘yo’.

Los selfies son fotografías que le permiten a la gente mostrar de forma auténtica su mundo y parte de su identidad a los demás. Para algunos expertos es la victoria de lo natural frente a lo artificial del Photoshop. Por eso celebridades como Rihanna, Justin Bieber o Lady Gaga muestran su lado más íntimo en Instagram o Twitter con este tipo de fotografías, que son “por naturaleza espontáneas”, según señaló a SEMANA Aaron Balick, psicoterapeuta y autor del próximo libro The Psychodynamics of Social Networking.

A pesar de que se ven inofensivas, recientemente se ha desatado una polémica sobre si este tipo de fotografías impulsa a los usuarios a ser cada vez más egocéntricos, exhibicionistas y narcisistas. Los padres, por su parte, temen que las imágenes de sus hijos terminen en un sitio porno y creen que podría afectar el desarrollo de los más jóvenes. 

Pablo F. Arrieta, experto en tecnologías y cultura digital, afirma que esta es una “tendencia de aproximación hacia el lenguaje fotográfico que desplaza a la palabra escrita y se convierte en el medio de comunicación primordial”, dijo a SEMANA. Y aunque para algunos puede ser una forma de exhibicionismo, “para la mayoría es una manera de autoexpresión. Una puesta en escena de sí mismos gracias a las nuevas tecnologías”, señala Balick. 

Aunque es evidente que hay un riesgo de que el material publicado en las redes sociales sea hackeado, Balick explica que los usuarios tienen una identidad activa y otra pasiva en las redes sociales. En la primera dominan todo lo que publican, como en el perfil de Facebook, mientras que en la pasiva “no se puede controlar lo que los demás contactos publiquen sobre uno”, explica. Según el autor, los selfies son una expresión de la identidad activa, pues está en manos de cada quien publicar lo que desee a sabiendas del impacto que puede generar. 

Los expertos coinciden en que los selfies tienen detractores debido a que es una tendencia relativamente nueva y aún no encaja en los esquemas mentales de varias personas. Las imágenes pueden parecer “banales y poco serias, pero en realidad son inofensivas. Es una forma más de conocer y de aprender de la vida cotidiana de los demás”, dijo a SEMANA Mariann Hardey, conferencista de mercadeo de la Universidad de Durham, Reino Unido, que se ha especializado en redes sociales. 

Es difícil saber si esta será una moda pasajera debido al rápido y constante cambio de las nuevas tecnologías. Según Arrieta, con el tiempo la gente se cansará de estos autorretratos y seguramente evolucionará hacia otra nueva aplicación.