No se trata de subirse a esta plataforma y quedarse esperando que esta haga por l a persona. La máquina se debe complementar con ejercicios como las pesas o sentadillas

Estar en forma

Buena vibra

Llega al país una nueva tendencia en aparatos para hacer ejercicios que promete resultados rápidos con poco esfuerzo.

10 de mayo de 2008

Suena maravilloso. La persona se sube a este aparato, flexiona un poco las piernas, se agarra del manubrio y oprime el botón de acción. La plataforma del aparato empieza a emitir vibraciones que transmiten ondas de energía a todo el cuerpo y activan la contracción de los músculos a un ritmo de entre 25 y 50 veces por segundo. Esto quiere decir que en un lapso de 15 minutos, sin estar haciendo nada, solamente parado sobre esta máquina vibradora, el sujeto hace el ejercicio equivalente a un entrenamiento de alta intensidad.

Esto es lo que se experimenta con la máquina Power Plate, una de las tantas marcas que hoy usan la tecnología de Vibración total corporal o WBV, por su sigla en inglés. Esta técnica surgió en los años 60 durante la carrera espacial, cuando los cosmonautas rusos les iban sacando una ventaja a los gringos al lograr permanecer más días en gravedad cero que los estadounidenses y, lo más importante, sin perder masa ósea. La razón para esta diferencia, según las empresas que avalan este tipo de productos, era que los rusos entrenaban con una técnica de vibración que evitaba la pérdida de la densidad en los huesos, mientras los de la Nasa usaban el tradicional entrenamiento con ejercicios cardiovasculares. Luego de la caída del muro de Berlín, el principio se expandió al mundo occidental y, gracias a ello, hoy muchas compañías ofrecen estos aparatos como una alternativa viable para mejorar el desempeño de deportistas, aliviar ciertas condiciones médicas y, lo que más llama la atención, bajar de peso y estar en forma.

El concepto básico de la WBV es lograr que el músculo se active cuando la persona se somete a la vibración, la cual se da en tres dimensiones, para arriba, para abajo y de lado a lado. Estos movimientos crean una inestabilidad en el cuerpo que lo obliga a hacer una acción muscular reflexiva. Por ello, cuando el individuo se posa sobre la plataforma, casi el ciento por ciento de los músculos se activa, mientras que con los ejercicios rutinarios de un gimnasio no se alcanza a trabajar sino una parte de ellos.

El entrenamiento con el que la gente está más familiarizada consiste en aumentar la masa, por ejemplo, cuando se les agregan pesas a los aparatos en un gimnasio. Estas máquinas, por el contrario, lo que hacen es acelerar el cuerpo mientras la masa o peso corporal se mantiene. En un partido de tenis el deportista siente un impacto cuando la raqueta golpea la bola. En ese momento el tejido blando comienza a vibrar libremente. Con la máquina, este mismo concepto es inducido en el momento en que la persona se para sobre la plataforma vibradora.

"La posibilidad de usar vibraciones para obtener un entrenamiento óptimo puede ser considerada una idea reciente", dice el doctor M. Cardinale, de la Universidad de Aberdeen. Por ello hay una explosión de investigaciones que buscan entender mejor el potencial de este tipo de máquinas. Algunos estudios indican que la WBV tiene la misma respuesta metabólica de otras formas de ejercicio. Concretamente, una investigación dirigida por An Bogaerts y sus colegas de la Universidad de Leuven en Bélgica, encontró que las máquinas WBV tienen un impacto positivo en el tratamiento del sistema cardiorrespiratorio y muscular "sin incrementar el riesgo de lesión. De esta forma podría incrementar no sólo los años de vida, sino la calidad de estos", concluyen los investigadores. Así mismo, hay estudios cuyos resultados muestran mayor flexibilidad y capacidad de salto en los deportistas.

También se han visto buenos resultados en la parte cosmética, en donde la WBV no se puede confundir con la gimnasia pasiva tradicional, pues la estimulación no se hace por vía eléctrica sino por la vibración. Carolina Thomas, directora de producto de Percos, empresa que comercializa la marca Power Plate en Colombia, explica que en algunos gimnasios se hacen las rutinas de estiramiento, masajes y ejercicios sobre esta plataforma para lograr mejores y más rápidos resultados. "Funciona el triple, lo que significa que si hago 20 minutos de ejercicio, correspondería a una hora en el sistema tradicional", dice la ejecutiva. La presentadora Alejandra Azcárate, quien usa este aparato desde hace dos meses para aumentar su masa muscular, piensa que es maravilloso para personas con una vida ajetreada como la de ella, pues sólo debe ir tres veces por semana y cada sesión no demora más de 30 minutos. "No salgo enjuagada de sudor, ni tengo que bañarme para seguir mis actividades diarias", dice. Los resultados se están empezando a notar, pero aclara que no se han dado por arte de magia. "Hay que hacer abdominales y sentadillas, pero el esfuerzo es más corto y el resultado se ve más rápido", explica. Al final, dice, ella siente adolorido el músculo que trabajó, como si hubiera estado en el gimnasio.

Estas características han hecho que los perezosos vean en este aparato la solución a su problema de sedentarismo. Y eso precisamente es lo que ha disparado las alarmas entre los expertos, pues muchos creen que la gente siempre preferirá hacer el menor esfuerzo para estar en forma. Además, consideran que aún no existe suficiente evidencia científica acerca de las ventajas de esta tecnología tal y como las promueven los productores. "Es muy temprano para avalar este tipo de acondicionamiento físico como un reemplazo del ejercicio tradicional, pues no tenemos un sustrato científico ni medicina basada en la evidencia sobre este tema", dice el fisiatra Germán Rodríguez. Para Ximena Abondano, directora de Terapia Antienvejecimiento, entidad que ofrece un protocolo de ejercicios con estas máquinas, aunque el Power Plate es bueno para quemar grasa, reducir la celulitis y mejorar la densidad ósea, no debe reemplazar el ejercicio natural. "Es una alternativa para quemar calorías. La idea es que sirva de apoyo a otras medidas", dice. La experta advierte que se requiere de supervisión por parte de un especialista, pues la terapia tiene contraindicaciones. Entre ellas está tener un marcapasos, problemas de coagulación, desprendimiento de retina, embarazo, hernias discales o reemplazo de cadera. Por eso, en Terapia Antienvejecimiento cuentan con una fisioterapeuta que conoce el tema. Los estiramientos, masajes y rutinas de relajación se hacen con estas máquinas.

Este aparato, sin duda, desafía la máxima de que para estar en forma hay que sudar la gota gorda, pero no significa que el ejercicio tradicional se haya jubilado. Lo más importante es que las personas que usen estas máquinas lo hagan con supervisión de un especialista.