Cambio y fuera

Como van las cosas, en pocos meses los usuarios de las antenas parabólicas se van a quedar sin señal.

4 de octubre de 1993

EN 1969, CUANDO LOS TECNICOS DE INravisión lograron retransmitir a todo el país la llegada del hombre a la Luna, el acontecimiento fue catalogado como una proeza casi increíble. Mientras Neil Amstrong descendía del Apolo Xl ,un avión ubicado a 36 mil metros de altura captaba la señal de un satélite y la enviaba a los estudios de San Diego, en Bogotá. Sorteando todas las dificultades técnicas del caso, el Pájaro Madrugador -como se bautizó al satélite que captaba la señal- hizo posible que todos los colombianos escucharan y vieran al astronauta cuando ponía su pie sobre la superficie lunar. Veinticinco años después a un colombiano le basta conectar la televisión a su antena parabólica y, al instante, tiene acceso a 30 canales de televisión del mundo.
Este logro de la tecnología, sin embargo, enfrenta desde hace cuatro años a las cadenas de televisión de Eslados Unidos y a las autoridades colombianas. Las cadenas se quejan de que la inmensa mayoría de los propietarios de las siete mil antenas parabólicas que hay en el país no paga derechos de autor por captar las señales que ellas emiten.
Según sus propias cifras, cada año dejan de recibir 20 millones de dólares por ese hecho. Si bien las leyes colombianas estipulan que las parabólicas son legales "mientras no invadan el espectro electromagnético, el espacio público o se dediquen a la comercialización", otra cosa piensan los estadounidenses.
El abogado Guillermo Zea Fernández, quien representa a la Asociación de Exportadores de Películas de Estados Unidos (MPEA), asegura que las señales que emiten los satélites no son de uso libre, como las radiales de onda corta, a las que puede tener acceso cualquier ciudadano. "Esas señales -dijo el abogado a SEMANA- están dirigidas a usuarios determinados, como empresas locales de tevecable que pagan cierta cantidad de dinero por el servicio y luego lo retransmiten a sus abonados. Por eso es ilegal captar esas emisiones sin la autorización de sus propietarios".
A juicio de la MPEA, el problema no se ha solucionado porque Colombia ha incurrido en una contradicción. "Por una parte, tiene compromisos suscritos con 80 países sobre la obligacion de garantizar los derechos de autor; pero, por otra, ha legalizado las antenas parabólicas conociendo de antemano que van a ser utilizadas para captar señales no autorizadas", dice Zea Fernández.
La legalización de las parabólicas no es cuestión de poca monta. Las que funcionan en el país tienen una cobertura de cuatro millones de personas y pueden generar empleos directos e indirectos a unas dos mil familias. Si se tiene en cuenta, además, que 300 municipios poseen sistemas propios e independientes de televisión -generalmente basados en una antena parabólica propia-, sin cumplir las disposiciones gubernamentales, puede entenderse lo problemático del asunto.
Vista la situación, la MPEA y el propio Gobierno colombiano están de acuerdo en que en estos momentos resultaría impracticable tomar medidas como decomisar, por ejemplo, las antenas que capten estas señales, o sancionar a cada uno de los propietarios de parabólicas. Por tal razón se está trabajando en dos frentes: por un lado, el Gobierno busca mecanismos jurídicos que reglamenten y legalicen el servicio; por otro, las cadenas de televisión están desarrollando sistemas electrónicos más eficientes que impidan la captación ilegal de la señal. La Comisión Vl del Senado y el Ministerio de Comunicaciones crearon ya una subcomisión que, junto con la Procuraduría, analizará las alternativas para legalizar y normalizar el uso de las parabólicas y del espacio electromagnético.

EL AS BAJO LA MANGA
Independientemente de la aprobación de un capítulo sobre las parabólicas en ley de televisión que estudia el Congreso, las cadenas de televisión están optando por lo que parece ser, desde su punto de vista, la mejor solución: codificar las señales de tal manera que se haga imposible captarlas de manera ilegal. Desde junio del año pasado fueron codificados los canales Cinemax, HBO, KCNC, KMGH, Showtime, The Movie Chanel Netlink Denver Five y TBS. Hacia finales de octubre las señales de todos los canales estadounidenses terminarán de ser recodificadas, con lo cual las siete mil antenas parabólicas de Colombia se convertirían en chatarras tecnológicas, a menos que se llegue a un acuerdo para el pago de los derechos de autor. "Aunque descubrieran de nuevo los mecanismos para bajar la señal ilegalmente -dice Zea Fernández- no podrán evitar algo que les sorprenderá: el satélite Galaxy 1 -a través del cual se capta en Colombia el 90 por ciento de los canales estadounidenses tiene algo menos de siete meses de vida útil, antes de quemarse en la atmósfera".
Pese a la que parece ser su victoria inminente, la Asociación de Exportadores de Películas de Estados Unidos tiene otro as bajo la manga: logró que la Fiscalía General de la Nación, a través del Centro Colombiano de Dereehos de Autor, preparara un programa de capacitación para todos los fiscales del país, a fin de instruirlos en todas las herramientas jurídieas necesarias para combatir no solo a las parabólicas ilegales sino a los que violan los derechos de autor de libros, revistas y videos.
Así, pues, como van las cosas en pocos meses los usuarios de las antenas parabólieas se van a quedar sin señal, salvo que paguen por el servicio. Si bien hasta ahora las parabólicas han logrado sobrevivir, en poco tiempo todo puede cambiar. Posiblemente va a haber menos servicios y más caros, pero eso tambien ayudará a que la televisión privada no tenga que enfrentarse a una competencia como esa.