Cerebros fugados

Una investigación realizada con gamines y escolares muestra que un 10 en nlatemáticas no es garantía de un alto nivel intelectuaL

2 de noviembre de 1992

CEREBROS FUGADOS
SI USTED USTED CREE QUE SU OJO ES muy inteligente porque saca "excelente" en matemáticas y tiene 10 en disciplina está en un grave error. En el campo de la inteligencia no hay nota que valga ni rojo que se resista. Igualmente si usted es un padre complaciente y sobreprotector puede estar atrofiando el cociente intelectual de su hijo. El niño que todo lo tiene resuelto en su vida, pocas veces ejercita su inteligencia.
El potencial intelectual es independiente de las notas escolares. Un estudio realizado por sicólogos colombianos entre niños gamines, detectó que la resolución de ploblemas cotidianos son un factor que ayuda a fortalecer el pensamiento mucho más que una fórmula algebraica. El estudio pretendía saber si el hecho de no ir a una escuela les quitaba capacidad intelectual. Y si no tener familia les ocasionaba una carencia de valores éticos. La sorpresa fue grande cuando, comparando inteligencia y ética con niños escolarizados, los especialistas detectaron que los gamines están, en promedio, muy por encima de los niños escolares de su edad. Según el sicólogo Miguel de Zubiría, el desarrollo superior de la inteligencia en los gamines se debe a que tienen que utilizarla constantemente para sobrevivir. En contraste, los niños escolarizados tienen desde muy pequeños una camisa de fuerza para la inteligencia. "El sistema educativo ya tiene las respuestas y no da cabida a la discusión". Pero además el estudio determinó que los gamines presentan una alta comprensión de los problemas éticos. El hecho de vivir en galladas, en las cuales hay un "jefe" "elegido" por ellos mismos, hace que establezcan criterios sobre lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo, el trabajo y la pereza.
Pero esto tiene un límite. Ese desarrollo intelectual acelerado y esa moralidad se frenan cuando los gamines llegan a cierta edad porque su forma de sobrevivir se convierte en una rutina."Aunque tienen que enfrentar situaciones difíciles, ya saben cómo resolver sus problemas y lo hacen de manera automática. La rutina hace que no tenga que esforzarse en idear soluciones", dice el especialista. Paradójicamente, a partir de los 10 años los niños escolarizados comienzan a desarrollar su inteligencia vertiginosamente y logran sobrepasar a los gamines. La razón: finalmente padres y profesores los dejan volar solos.
Los resultados de este estudio condujeron a averiguar las condiciones que estimulan el desarrollo de la inteligencia en niños escolarizados: ¿qué hace que en una misma familia un niño sea más inteligente que su hermano?, ¿cuál es la razón por la cual un gran porcentaje de "desaplicados" termine dirigiendo con habilidad grandes empresas? Los especialistas coinciden en señalar que las condiciones de vida determinan en gran medida el desarrollo o no de la capacidad intelectual. Recientes experiencias con los niños superdotados de la Fundación Alberto Merani, muestran que la superprotección es el cáncer de la inteligencia. En hijos de familias permisivas y consentidoras, que dejan que el niño haga lo que quiera, el desarrollo de la inteligencia corresponde al cero por ciento. Ningún niño en este tipo de hogar registró tener una inteligencia superior. Apenas un 15 por ciento de niños superdotados pertenece a familias autoritarias, mientras que un 85 por ciento de los niños superdotados pertenece a familias democráticas donde las cosas se resuelven con negociación y autonomía. Sorpresivamente, los investigadores encontraron que algunas características de la familia democrática -como el diálogo "el compromiso" los acuerdos mutuos y la exigencia también se dan en la gallada de gamines.
Pero aun en las familias democráticas el desarrollo intelectual no se da igual en todos los hijos. Los estudios determinaron que a pesar de tener el mismo potencial, el hecho de ser el hermano mayor, un intermedio o el menor, hace la diferencia. En la Fundación Alberto Merani, el 40 por ciento de los niños superdotados son hermanos mayores, el 25.7 por ciento son los menores, el 17 por ciento son intermedios, tan sólo el 11.4 por ciento son hijos únicos y el cinco por ciento son gemelos. Al parecer, los mayores ejercitan su inteligencia porque deben resolver problemas "enfrentar retos" proteger a sus hermanos y ser los responsables de abrir el camino. Por su parte el menor es arrastrado por sus hermanos pero a la vez debe protegerse de ellos y asi aprende a resolver creativamente sus problemas. Los intermedios, a pesar de desarrollar su inteligencia en una proporción menor logran alcanzar un mayor equilibrio síquico. Los hijos únicos tienen la desventaja de ser también superprotegidos, de ahi que sólo uno de cada 10 logra desarrollar todo su potencial intelectual.
Pero además de la sobreprotección, hay dos "virus" que atentan contra el desarrollo adecuado del pensamiento infantil: el poco tiempo que los padres pasan con sus hijos y el ambiente comprimido y monótono de la vivienda de hoy, en el cual el niño no puede desplegar sus habilidades con libertad y su curiosidad se reduce a la minima expresión. Investigaciones realizadas en Estados Unidos y Europa concluyen que los padres representan seguridad para el niño, y sin esa seguridad él no desarrolla la curiosidad, que es la materia prima para una inteligencia superior. Según el especialista, el verdadero problema de los "cerebros fugados" es el de aquellos niños que pudieron fortificar su potencial al máximo y no tuvieron la oportunidad. -