Cuando un niño se diagnostica oportunamente, los padres deben asumir ciertas precauciones como evitar suministrarles medicamentos tóxicos para el riñón y hacer una dieta para prevenir el sobrepeso.

SALUD

¿Cómo cuidar el riñón desde la infancia?

Una experta les explica a los padres cómo detectar en sus hijos problemas renales. Hacerlo de manera oportuna puede salvarles la vida.

11 de marzo de 2016

Hay muchas enfermedades silenciosas y mortales, y las renales entran en este grupo. Cada año mueren millones de personas prematuramente por complicaciones relacionadas con la enfermedad renal crónica (ERC). Esto se debe a que están asociadas a una alta morbilidad y mortalidad cardiovascular y se estima que entre el 8 y 10 por ciento de la población adulta, en su mayoría viejos, tiene algún tipo de daño en los riñones. Lo que muchos no saben es que los niños no escapan a esta problemática. Se calcula que nueve pequeños de cada millón de habitantes requieren diálisis debido a ERC terminal.

En la población infantil esta enfermedad se presenta debido a varios factores, entre ellos defectos congénitos, cálculos renales, coágulos sanguíneos, tumores o lesiones en el tracto urinario. También puede agravarse por hábitos alimenticios inadecuados. Por eso los padres deben conocer los síntomas. Según Natalia Mejía, nefróloga y pediatra, los niños con ERC pueden presentar anemia, cansancio, inapetencia, bajo rendimiento escolar y apatía por las actividades lúdicas y deportivas. Otras señal de alarma es que mojen la cama después de los 7 años, que sufran de incontinencia urinaria, fiebres no explicadas, o que presenten “un retraso en el crecimiento y la aparición de deformidades óseas”, señaló la experta a Semana.com. Si observan cualquiera de estos signos los papás deben acudir a un especialista.

Cuando hay antecedentes familiares de la enfermedad, es indispensable que las mamás se realicen ecografías prenatales para detectar tempranamente malformaciones del tracto urinario. En esta etapa se pueden ver las alteraciones renales o cambios en la cantidad de líquido amniótico. Si hay historial familiar de hipertensión se debe tomar la presión arterial al menos una vez por año en niños sanos y más seguido en los que están enfermos. “Entre las causas más frecuentes de la enfermedad renal están “la hipertensión arterial, con un poco más de una cuarta parte de los casos, y la diabetes con un tercio del total”, dice Mejía.

Los riñones son del tamaño del puño de una mano y tienen forma de frijol. Están ubicados a ambos lados de la columna vertebral y están encargados de filtrar la sangre: la limpian de los desechos, toxinas y agua sobrante. Cuando dejan de funcionar, se acumulan toxinas, hay retención de líquidos y se produce un desequilibrio de minerales y químicos que afectan la vida de los pacientes.

La ERC no tiene cura y es una patología de progreso silencioso, sobre todo en la fase inicial. Pero si la ERC se detecta a tiempo y se maneja apropiadamente, el deterioro de la función renal puede retrasarse y el riesgo de complicaciones cardiovasculares asociadas puede disminuir. Cuando un niño se diagnostica oportunamente, los padres deben asumir ciertas precauciones como evitar suministrarles medicamentos tóxicos para el riñón y hacer una dieta para prevenir el sobrepeso. Lo óptimo es llevar un estilo de vida saludable.

Si se detecta durante la etapa del embarazo, es importante favorecer la lactancia materna. El tratamiento incluye medicamentos que retardan la progresión de la enfermedad como aquellos que disminuyen la presión arterial y los niveles de lípidos en la sangre. En los casos avanzados, la única opción es la diálisis a largo plazo o un trasplante de riñón.

El aumento de la prevalencia de esta enfermedad es cada vez mayor y el costo del tratamiento es una enorme carga para los sistemas de salud en el mundo. Por esa razón la clave para reducir estos costos humanos y económicos es la prevención. Como dice Mejía, “si no se controla los pacientes requerirán atención sanitaria frecuente, medicación y terapia sustitutiva renal de por vida”, afirma Mejía.