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ESTUDIO

Estudios clínicos, una oportunidad para el paciente

Una investigación mostró que el país se beneficiaría enormemente si acelera los procesos para que pacientes colombianos participen en ensayos clínicos en su propia tierra.

6 de octubre de 2016

Irlanda y Grecia eran en 1970 países con exactamente el mismo PIB per cápita. En el año 2000, sin embargo, Irlanda le había sacado ventaja a Grecia con un 20 por ciento de incremento en este índice. La razón fue que dicho país tomó una decisión política de crear un ambiente amigable que facilitara la inversión en innovación por parte de la industria biotecnológica 

Eso mismo puede suceder con Colombia. Según un reciente estudio realizado con el fin de identificar el potencial que el país tiene en este frente y los retos para lograrlo “Colombia podría ser un líder en esta área”, dice Ma’ayan Laufer, especialista de Pugatch Consilium, una firma dedicada al estudio de índices en innovación y biotecnología.

Entre las ventajas que se destacan están la proximidad a los Estados Unidos, la excelente infraestructura médica, el personal bien preparado y la biodiversidad, pero destaca que uno de lo más importantes es el reconocimiento del gobierno de promover el sector  biotecnológico.

Pero “tener ganas no es suficiente”, dice Laufer. Para llegar a ser un jugador más pretendido por las industrias, se necesita de un marco jurídico que facilite la inversión porque “las compañías invierten donde encuentran mejores condiciones”.

Un sencillo ejemplo son los estudios clínicos. De acuerdo con la legislación actual, para adelantar una investigación en Colombia se necesita la aprobación del Invima y del comité ético de la institución en que el ensayo se llevará a cabo. El tiempo promedio de este proceso es de 225 días, casi 7 meses. En países como Singapur, esto es mucho más rápido y fácil pues la ley permite a las farmacéuticas entregar la petición de hacer estudios al gobierno y a la institución de manera simultanea y en formato digital. De esta forma el tiempo total para esta aprobación es 30 días.

Este tipo de actividades tiene gran impacto económico porque representa  gran inversión de dinero y tecnología. La industria farmacéuticas invierte  cada año en desarrollo e investigación la suma de 50 mil millones de dólares y de esos, en los últimos cuatro años, Colombia ha recibido apenas 33 millones anuales.  Brasil recibe 147 millones y Argentina casi 100.

Hay otros beneficios. Los estudios clínicos, que generalmente se desarrollan paralelamente en todo el mundo, ayudan a incrementar habilidades y conocimiento en el personal médico. Además generan mejoras en la infraestructura de salud. “Si hago un estudio clínico sobre algo muy innovador que requiere un aparato sofisticado, el hospital que lo haga recibirá ese tipo de tecnología”, dice el experto  Todo ello promueve el empleo de personal calificado y aumenta el nivel de la ciencia en el país.

Pero lo más importante de los estudios clínicos es su beneficio para los pacientes, no solo porque reciben medicinas nuevas y sin ningún costo y un monitoreo en salud exhaustivo sino porque a veces representa la ultima esperanza para su condición. Un ejemplo es el caso de Camila Abuabara, la joven con cáncer que falleció hace más de un año, quien buscó la posibilidad de ingresar a un estudio clínico en cualquier lugar del mundo.

La oportunidad la encontró en el Centro MD Anderson, en Houston, Estados Unidos, que adelantaba un estudio con un medicamento para la leucemia linfoblástica que no está aprobado en Colombia pero sí en el resto del mundo. Ella logró participar en la investigación y tener una remisión de su cáncer, lo que le permitió a Camila hacerse el trasplante de medula ósea. Si en Colombia hubiera ese tipo de estudios no se habría formado la polémica acerca de su traslado al exterior para ese tratamiento.

Todos ganan con los estudios clínicos”, dice Laufer, quien hizo un modelo para saber lo que el país recibiría si facilita ese tipo de inversión. En un escenario conservador, en el que Colombia solo mejorara el 30 por ciento de sus políticas sobre estudios clínicos lograría entre 24 y 55 nuevos estudios clínicos al año, lo que significaría un amento de casi el 100 por ciento de lo que se tiene hoy. En términos de inversión recibiría 125 millones de dólares anuales. En el escenario más optimista recibiría 500 mil millones de dólares al año. Pero si no lo logra, la perdida sería de 120 millones dólares de inversiones anuales que se irían a otros países.

La biotecnología es una arena muy competitiva y era el gran futuro hace 20 años. “Ese futuro es ahora”, dice Laufer.