COMO UN RAYO

Llega a Colombia un aparato que permite operar lesiones cerebrales sin necesidad de usar el bisturi.

23 de septiembre de 1996


MUCHOS PAcientes con tumores cerebrales se encuentran con el diagnóstico médico de que, por la localización del tumor, no pueden ser sometidos a una cirugía abierta. Y aunque en el mundo hay otras alternativas no quirúrgicas, en el país las posibilidades son bastante limitadas. Muchas de estas personas debían quedarse cruzadas de brazos o viajar al exterior en busca de tecnologías más avanzadas. Pero este panorama ha cambiado con la llegada al país de un equipo de radiocirugía que permite operar sin necesidad de abrir al paciente.
Se trata del X-Knife, un aparato considerado indispensable en cualquier centro neurológico actualizado porque permite tratar muchas lesiones que con cirugía abierta serían de alto riesgo o prácticamente im posibles. La gran ventaja es que sus resultados pueden ser iguales o superiores a los de una cirugía abierta sin necesidad de una intervención tradicional. "Algunos tumores son de manejo quirúrgico, pero en ciertos casos representan un riesgo para el paciente por su edad o su estado de salud", explica el doctor Julio Portocarrero, director de la Fundación Santafé de Bogotá, entidad que acaba de instalarlo. "Con el X-Knife hay buen resultado y poco riesgo", agrega. Mientras en la cirugía con bisturí el especialista extrae el tumor, el tratamiento con X-Knife lo desintegra empleando una dosis alta de rayos X, con lo cual no hay necesidad de emplear ninguna técnica invasiva.
El primer paso del procedimiento consiste en realizar un escáner para ubicar con exactiíud la lesión en el cerebro. Esta información se introduce a un computador que determina, además de la localización, la dosis y la configuración de los haces de radiación. Como el aparato gira 180 grados enfocando el mismo punto fijo, el equipo asegura que la mayor cantidad de radiación se concentre en el tumor y que el tejido sano circundante reciba una dosis mínima. "La mayoría de los equipos sólo emiten rayos por un solo sector, lo cual limita la cantidad de radiación al tumor =argumenta Portocarrero=. El nuevo equipo ofrece la posibilidad de más radiación sin afectar la partes sanas del cerebro ".
Esta técnica está recomendada para tumores benignos y malignos que están difícilmente localizados y malformaciones de venas o arterias que presentan el riesgo de ocasionar una hemorragia cerebral. Así mismo tiene buenos resultados para tumores secundarios o metástasis o para casos en los que, después de una cirugía abierta, quedan residuos de un tumor. Otra de las ventajas que tiene es que por la versatilidad para modificar el diámetro del rayo puede servir para atacar lesiones grandes o pequeñas. Del mismo modo, el rayo tiene acceso a lugares del cerebro a los cuales es difícil acceder, como el cerebelo y el tallo cerebral.
Además este tratamiento ahorra tiempo y dinero a los pacientes. Mientras una cirugía de cerebro puede durar entre cuatro y seis horas, con el X-Knife no sobrepasa los 30 minutos. Tampoco requiere hospitalización ni incapacidad, como con la técnica tradicional. "La persona puede ir a trabajar al otro día como si no hubiera pasado nada", dice el médico Portocarrero. De igual manera el valor se reduce sustancialmente. Mientras una cirugía de cerebro tradicional puede costar 25 millones de pesos, con el nuevo aparato cuesta seis millones.