CONDORES SI ENTIERRAN

Ocho países reunidos en una cruzada por la salvación de esta especie en vía de extinción.

5 de diciembre de 1988

El reencuentro de muchos colombianos en vivo y directo con un ave majestuosa que aparece en el escudo nacional y en algunas estampillas, fue frustrante. La imagen que apareció en los noticieros de televisión de un cóndor apaleado y casi sin vida se convírtió en otro testimonio de la violencia y de la insensibilidad del hombre frente a sus recurso naturales. La historia era simple Unos campesinos que nunca en su vida habían visto un cóndor lo maltrataron sin piedad. Por fortuna alguien dio la voz de alerta y el Inderena lo salvó.
Este desenlace afortunado, sin embargo, es excepcional, ya que el hombre se ha encargado de destruirlo y de acabar con el habitat de este ave mítica que vive en la región andina. La situación ha llegado a tal punto, que hoy en América Latina esta especie cuenta sólo con unos 500 ejemplares y en Colombia no quedan más de unos 70 cóndores.
Por esta razón, ha comenzado una enorme cruzada para recuperar esta especie en vía de extinción. La idea surgió de Profauna, una entidad colombiana sin ánimo de lucro, coordinada por Roberto Tovar, quien realizó cuatro videos sobre la vida de este animal. Los países miembros del Convenio Andrés Bello se unieron al grupo y a partir del 27 de octubre se han venido transmitiendo los cortometrajes (10 minutos cada uno) en Bolivia, Colombia, Perú, Panamá, Venezuela, España y Chile.
El peligro de extinción del cóndor de los Andes radica en que se ha deteriorado sistemáticamente su ecosistema. Las montañas se han arrasado permitiendo el desencadenamiento de las aguas, que no son asimiladas por los follajes y ruedan por los caminos de arena, destruyéndolo todo a su paso. El paisaje verde de las montañas está siendo sustituido por inmensos y tristes arenales. Los cóndores ya no tienen dónde vivir.
Los otrora reyes y, en muchas culturas, divinidades que poblaron la topografía amerícana coronando las nubes de la cordillera andina, parecen condenados a las cimas nevadas. a donde no ha llegado todavía el hombre.
Ese culto por el cóndor tan arraigado en las culturas indígenas es hoy sólo un recuerdo. Recuerdo desempolvado por la arqueología en figuras talladas como la de un cóndor devorando a la serpiente y que se ha encontrado en diferentes sitios de América. Las investigaciones sobre esta imagen han permitido concluir que esto simbolizaba la supremacía del culto solar sobre el culto lunar. Según los antropólogos y arqueólogos, en estas tallas la serpiente es la representación acuática y lunar a la vez y el cóndor es el símbolo solar. Roberto Tovar afirma que los indígenas y campesinos colombianos que conocen el cóndor lo mitifican convirtiéndolo en un animal terrible y peligroso o también dándole características superiores. Por estas razones se le persigue con saña. Es muy común, por ejemplo, creer que el corazón del cóndor es afrodisiaco, que los huesos curan el reumatismo, que los ojos quitan la ceguera y que la sangre detiene las enfermedades del corazón. Contrario a lo que sucedía en la época precolombina, donde no se le cazaba sino más bien se le rendía culto, con la conquista el valor sagrado del cóndor desapareció.
La huella del cóndor en Colombia la comenzó a seguir Profauna en agosto de 1985. El objetivo era establecer el número de cóndores y ubicar sus necesidades de supervivencia. El trabajo no fue sencillo porque las regiones donde habita albergan a grupos guerrilleros. Esto hacía muy difícil desplazar científicos,pero con la colaboración de los campesinos se pudo realizar el censo y a comienzos de 1986 se emprendieron seis expediciones, a los sitios menos peligrosos, y con equipos de video al hombro se tomaron las primeras imágenes del cóndor en su ecosistema. De este trabajo salieron los cuatro videos que se han transmitido por la television bajo el nombre de "Operación Cóndor" y que se han convertido en un S.O.S. dramático para la preservación del ave símbolo de América.
Las dimensiones del problema y la precisión con la cual los programas de Profauna lo han recogido, permiten pensar que esta "Operación Cóndor" tendrá resultados positivos para bien de la naturaleza, de la supervivencia del hombre y del animal símbolo de los países andinos.