T E C N O L O G I A

Contraataque

Los mensajes indeseables se han vuelto el dolor de cabeza de los usuarios de correo electrónico. Diez formas de mantenerlos a raya.

26 de junio de 2000

Si usted es un usuario asiduo de correo electrónico sabrá lo que significa que de 10 e-mail que baje a su carpeta de entrada ocho sean de desconocidos a quienes nunca les ha solicitado ningún tipo de información. A estos mensajes indeseados se les conoce con el nombre de spam y, según los expertos, sólo traen inconvenientes a los usuarios. Por lo generar los spam son mensajes publicitarios o comerciales en los cuales se ofrece esta vida y la otra. Pero también los hay del tipo “envíe este mensaje a 20 personas conocidas suyas y luego recibirá un cheque”. En ocasiones también llevan chistes, pero además pueden ser portadores de cadenas que si se rompen generarán mala suerte durante tres generaciones. Pero en realidad el único infortunio es recibirlo pues, además de aburridos, pueden llegar a ocupar gran parte de la memoria del disco duro y, lo peor, traer virus del calibre de ‘I love you’ u otros más dañinos.

Por fortuna existen métodos de controlar estos e-mail no solicitados. SEMANA habló con expertos en el tema y encontró 10 consejos prácticos que pueden ser de gran ayuda para incrementar la seguridad de los correos electrónicos.



No abra e-mail que no haya solicitado. La mayoría de virus que se envían a través del correo electrónico son activados con sólo hacer el doble click para abrirlos. Si el remitente no es conocido con mucha más razón envíe el mensaje a la papelera o basura directamente.



Los programas de correo por lo general tienen una manera de controlar la bandeja de entrada de mensajes. El usuario puede bloquear a un remitente o controlar la entrada de cierto tipo de asuntos. El programa entonces enviará directamente a la basura los mensajes que lleguen con este tipo de especificaciones.



Cuando se envía un mismo e-mail a un grupo de más de tres personas lo mejor es colocar sus direcciones bajo la casilla de Cco o BCC, que significa con copia oculta. Esto quiere decir que cada uno de los destinatarios recibirá una copia del mensaje sin saber a quién más le fue enviado. También es conveniente borrar los e-mail que venían en el correo anterior. Con esto se evita que un mensaje vaya acumulando grandes listados con direcciones de correos electrónicos que pueden ser usados por otras personas para fines dañinos. De hecho, los expertos están convencidos de que es a través de estos e-mail en cadena con grandes listados como algunas personas inescrupulosas roban direcciones que luego venden o intercambian con otros.



Si se suscribe a un servicio de correo gratuito lo más probable es que el sitio le haga la pregunta de si desea recibir información sobre determinados temas. Lo mejor, en opinión de los conocedores, es abstenerse de solicitar información en estos lugares públicos.



Cuando los archivos vengan en formatos *.exe o *.doc es muy probable que tengan virus. Pasarlos por un antivirus puede ser inefectivo. Lo mejor es no abrirlos para evitar que el virus se propague y dañe archivos dentro del disco duro.



Haga caso omiso de mensajes en los que se promete que una gran compañía, como Microsoft o Mercedes Benz, va a pagar una suma de dinero si envía el e-mail a otras personas. Lo mismo sucede con los e-mail del tipo ‘salve a una pobre niña’, en los que una empresa aporta dinero a un enfermo de cáncer por cada envío de e-mail que se haga de un computador. Estos e-mail pueden estar infectados con virus.



Cuando vea un spam en la carpeta de entrada remítalo a la cuenta ‘abuse’ o postmaster de ese dominio. Por ejemplo, si es XYX@hotmail.com envíelo a postmaster@hotmail.com para que el administrador del correo de ese dominio tenga conocimiento de esa situación y tome cartas en el asunto.



Existen sitios en Internet que ofrecen servicios para regular los spam. Entre ellos está Critical Path (www.criticalpath) o Postmaster General (www.es.postmastergeneral.com). Estos sitios no sólo dan información sobre seguridad sino que también pueden controlar los e-mail que entran a la cuenta de su correo, chequean direcciones extrañas y ponen filtros para impedir la llegada de cierto tipo de mensajes.



No responda directamente ningún spam, ni siquiera para advertirles que no quiere recibir más información sobre ellos. Tampoco compre artículos o servicio a través de spam.



Si todo lo anterior falla una medida desesperada puede ser llamar a la empresa en la cual se originó el spam para solicitarles el favor de que lo saquen de su listado de correo electrónico. Según algunos expertos puede tomar algún tiempo pero si es persistente al final le concederán el deseo.