Este estudio es el primero en ese tipo de marco global y tiene sus limitaciones porque en algunos casos no encontramos las variables, estas no son perfectas y el alcance es muy amplio. | Foto: Archivo particular

CÁNCER

“El cáncer se ha vuelto una prioridad en la región”

The Economist Intelligence Unit presentó en Bogotá un estudio sobre el tratamiento del cáncer en América Latina. El informe dejó en evidencia las dificultades de los países para abordar este tema de manera integral.

21 de septiembre de 2017

La mayoría de los países de América Latina tienen un problema en común: el cáncer se convirtió en una situación preocupante y para muchos paises su control se les está saliendo de las manos. Ante la maginitud de la situación varios de ellos ya están buscando estrategias para disminuir el impacto de la enfermedad entre sus pobladores. Así lo concluyó el más reciente informe de The Economist Intelligente Unit sobre la investigación “Control del cáncer, acceso y desigualdad en América Latina: una historia de luces y sombras”.

Irene Mia, directora editorial de Reflexión de Liderazgo de The Economist, estuvo en Bogotá presentando los resultados del trabajo que comparó las prácticas de control de la enfermedad en 12 países de la región: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. La experta habló con Semana.com sobre la elaboración del informe y las conclusiones de la investigación.

SEMANA: ¿Qué fue lo que más le sorprendió de los resultados?

Irene Mía Hay tantas luces como sombras. Lo que me llama la atención es que estamos en una etapa de transformación económica, demográfica y de enfermedades. See ve que el cáncer, que no era prioridad, se está volviendo importante  por el perfil demográfico de nosotros: la gente se está volviendo mucho más vieja, las mujeres tienen menos hijos y mucho más tarde,  y todo esto tiene un impacto. Lo interesante es ese momento de transición y el hecho de que se empieza a pensar en tener un plan para la enfermedad. Ya cinco países de la región tienen planes de cáncer y aunque los otros no lo tienen ahora, ya están trabajando en ello.

SEMANA: ¿Cuáles son los desafíos que identificaron en la región en la lucha contra el cáncer?

I.M: En general, en la región hay desafío en toda la parte de infraestructura para la atención en cáncer. También de medicamentos, pues los más innovadores no están aprobados en la mayoría de los países por los costos. En consecuencia, la parte de financiación es un problema. La región en general gasta menos en salud con respecto a los países de la OCDE: gasta en promedio 4.6 de su PIB en su salud; la OCDE, 7.7. Entonces, hay alguna diferencia en cuánto se invierte, pero también es un problema de eficiencia del gasto. Hay muchos casos exitosos de países que con poco han hecho buenas cosas como sucede en Colombia y Perú. Estos tienen un desempeño mucho mejor de lo que uno se esperaría para países con su nivel de PIB porque tienen un enfoque muy grande sobre su plan de cáncer. Es bueno tener recursos, pero también ver cómo los utilizas. Se trata de fortalecer la idea de llegar a un consenso sobre lo que hay que hacer, sobre cuál es el papel y la contribución de cada parte de la sociedad en este trabajo común.  

SEMANA: Colombia quedó en el promedio. ¿Qué podríamos aprender nosotros de los países que están mejor posicionados?

I.M: Aquí hay que ver el desempeño por cada pilar y cada indicador porque entre uno y otro cambian mucho las cosas. Por ejemplo, Uruguay y Colombia están muy parecidos en el puntaje global, pero si miras cada desempeño con lupa, son distintos. Pienso que cada uno puede aprender del otro porque además todos tienen puntos débiles. No hay ningún país que lo haya hecho todo bien.

SEMANA: ¿Qué es lo novedoso de este estudio en terminos metodologicos?

I.M: Lo que encontramos novedoso de nuestro estudio es el hecho de que no tenemos nada comparable en la región, pues normalmente contamos con comparaciones de países como los de la OCDE, pero nunca de la región. Además, es una comparación que abarca bastante ya que no solamente estamos mirando un sector específico del cáncer, sino que estamos viendo al fenómeno de la enfermedad en su totalidad, con todos los elementos que nos parecen importantes a la hora de asegurar un acceso igualitario a la población. En términos de indicadores, tomamos unos nacionales que ya existían, pero también creamos unos nuevos hablando con expertos. En síntesis, la novedad es el alcance de los datos que estamos midiendo en la región, el hecho de que estamos creando nuevos datos y también esa idea de crear un marco comprensivo de lo que son los desafíos.

SEMANA: ¿Qué limitaciones encontraron para adelantar el informe?

I.M: Este estudio es el primero en ese tipo de marco global y tiene sus limitaciones porque en algunos casos no encontramos las variables, estas no son perfectas y el alcance es muy amplio. Por ejemplo, tenemos un dominio sobre la radioterapia, pero lo que queríamos realmente era medir todo lo que tenía que ver con infraestructura. Claro, para hacerlo tendríamos que medir cientos de indicadores, entonces nos centramos en la radioterapia porque en la mayoría de la región hay problemas con esto. Lo importante en ese tipo de estudios es que te da una base de comparación y es el comienzo para comenzar la conversación basado en esos resultados. Es una herramienta para ayudar.