la normalidad llegará, pero lentamente; mientras tanto habrá que tener paciencia.

VACUNAS

Coronavirus: ¿cuándo volverá la normalidad?

Con los anuncios de dos vacunas efectivas por encima del 90 por ciento, muchos ven el fin de la pandemia cerca. Ahora, la gente se pregunta cuándo podría el mundo volver a ser el de antes. Esto es lo que dicen los expertos.

22 de noviembre de 2020

La primera vacuna contra el coronavirus podría estar lista para uso masivo en unas semanas. Esa posibilidad hoy se contempla a raíz del anuncio que hizo Pfizer el miércoles pasado sobre la vacuna que desarrolla junto con BioNTech: el medicamento podría ser mucho más efectivo de lo pensado inicialmente, protegería a los mayores de 60 años y a personas de diferentes razas. Al revelar más datos de su estudio clínico, se conoció que la inyección podría detener el 95 por ciento de las infecciones sintomáticas. Además, la compañía anunció que someterá el producto a la aprobación de la FDA en Estados Unidos y de la EMA en Europa.

De ser así, el mundo tendría la primera vacuna contra la covid-19 aprobada a mediados de diciembre. Sería un hito no solo por el tiempo en que demoró en desarrollarse, sino por lo que esto significa para que el planeta pueda retornar a la normalidad. La noticia, además, se hizo pública unos días después de que Moderna anunciara los resultados preliminares de su vacuna, que resultó 94,5 por ciento efectiva en prevenir la enfermedad luego de la exposición al virus.

Así, ambas candidatas tienen mecanismos de acción y efectividad muy parecidos y requieren de dos dosis espaciadas entre 21 y 28 días. La gran diferencia radicaría en su cadena de frío, que no es un tema menor. La de Pfizer requiere de -80 grados centígrados, mientras que la de Moderna mantiene su calidad a -20 grados centígrados, lo cual le otorga una ventaja, pues esas temperaturas son más comunes y la mayoría de congeladores caseros vienen equipados para ese frío. Moderna asegura que la suya se mantiene estable seis meses a entre -2 y -8 grados centígrados, 30 días en un refrigerador promedio y 12 horas a temperatura ambiente.

Las buenas nuevas no pararon ahí. Los científicos que desarrollan la vacuna de la Universidad de Oxford junto con AstraZeneca publicaron esta semana un estudio en The Lancet en el que muestran que su versión produce una respuesta inmune robusta en las personas de 70 años o más, lo que disipa las dudas de que estas podrían no ser efectivas en los adultos mayores. Se supo, además, que la vacuna rusa, basada en un adenovirus y conocida como Sputnik V, es más de 90 por ciento efectiva, aunque todavía no hay nada publicado.

Estos anuncios llegaron al tiempo con una investigación que establece que la inmunidad podría ofrecer protección durante años, lo que aumentó la esperanza de que también lo hicieran estas vacunas. El análisis hecho por una viróloga en La Jolla Institute for Immunology, en California, monitoreó a 185 personas de ambos sexos entre 19 y 81 años que habían superado la covid. Después de ocho meses, la mayoría tenía suficientes células inmunes para prevenir una reinfección.

Desde el comienzo de la pandemia los expertos dijeron que la vacuna era lo único que podría devolver al mundo a la normalidad. Ahora existen dos vacunas independientes desarrolladas en menos de 12 meses que podrían estar cerca de la etapa de producción y distribución. El coronavirus mientras tanto sigue diseminándose en Europa y Estados Unidos, en donde están falleciendo más de 1.100 afectados al día. Curiosamente, la fuerza que ha tomado allí la pandemia es lo que ha hecho posible acelerar los estudios de las vacunas y otros tratamientos.

Estas novedades han generado mucho entusiasmo en el mundo. Que una vacuna contra la covid-19 sea aprobada y esté lista para uso público antes de finalizar el año es la noticia que todos esperan. Pero todo indica que la vacuna no era lo más complejo del proceso, sino distribuirla y, también, lograr que la gente se inocule. En Estados Unidos solo la mitad de ellos optaría por hacerlo y, como dicen los médicos, la efectividad de las vacunas cuando no llegan al brazo de la gente es cero.

De acuerdo con Gabriel Jaramillo, quien lideró la alianza empresarial para acceder a la vacuna en el país, lo más significativo de los anuncios es el nivel de eficacia de ambas vacunas, que lograron 95 por ciento. “Esta es una noticia maravillosa”, señala, porque superó las expectativas de los científicos, quienes esperaban una efectividad alrededor del 60 por ciento.

No obstante, las novedades no alteran para nada el cronograma que él pronosticaba sobre la llegada de la vacuna a Colombia. “En 2021 vacunaremos a la población de salud, que es menos de un millón de pesonas; en 2022 vacunaremos a toda la población de alto riesgo, que son más o menos 14 millones de personas; y en 2023 vacunaremos lo necesario para adquirir inmunidad de rebaño, que serían aproximadamente 16 millones de personas de acuerdo con los planes de MinSalud”, dijo.

En 2021 vacunaremos a la población de salud, en 2022 vacunaremos a toda la población de alto riesgo y en 2023 vacunaremos lo necesario para adquirir inmunidad de rebaño

Gabriel Jaramillo

Según Jaramillo, uno de los colombianos con mayor experiencia en el tema, el tiempo ahora depende de la capacidad industrial para producirlas, teniendo en cuenta que las primeras irán para Estados Unidos, Europa y el Reino Unido, países que requieren 2.000 millones de vacunas. Para él, los anuncios de las autoridades sobre la capacidad y preparación para la distribución apenas lleguen estas dan tranquilidad, pues de no ser así, ese calendario de 2023 sería optimista y no pesimista.

AstraZeneca ha dicho que podría producir 2.000 millones de dosis; Moderna, 1.000 millones; y Pfizer, 1.300 millones. Si la meta es vacunar al 70 por ciento de la población para lograr la inmunidad de rebaño, se requerirán muchas más, especialmente si se necesitan dos dosis. De acuerdo con estas cuentas, la normalidad solo podría alcanzarse de manera paulatina, pues en la medida en que más personas se inoculen más protección habrá. Anthony Fauci considera que solo en el tercero y cuarto trimestre de 2021 habrá “alguna forma de normalidad”.

Es importante diferenciar entre protección y erradicación del virus. La bacterióloga Fernanda Gutiérrez señala que la erradicación, algo que no ve probable con el coronavirus, es que el virus no circule más; pero lo que se busca ahora es proteger al individuo, es decir, que “a pesar de que circule en el ambiente, no lo afecte porque ya está inmunizado”.

Ahora, para que la gente reciba la vacuna habrá que superar los retos de transportarlas con las condiciones suficientes a fin de que preserven su calidad y estabilidad, algo que no es sencillo. Aunque las autoridades están preparadas para distribuir la inyección, Gutiérrez prevé que podría haber problemas en la cadena de frío, pues “una cosa es que lleguen a Bogotá, pero otra muy distinta es llevarlas a Titiribí”, dice la experta. Si la vacuna se altera por cambios de temperatura –como sucedió hace años con unas dosis contra la rubeola– se perdería.

Otros son más optimistas. Sir John Bell, profesor de medicina de la Universidadde Oxford, ha dicho que la vida volverá a la normalidad en abril. Y Ugur Sahin, codescubridor de la vacuna de Pfizer y BioNTech, lo secundó al decir que el mundo tendría una Navidad normal en 2021. Su afirmación se basa en la confianza que tiene de que su vacuna disminuirá a la mitad la transmisión del virus, lo que reducirá drásticamente el número de casos.

En varias entrevistas, Sahin ha dicho que espera que su producto reduzca la transmisión entre la gente, así como los síntomas de la enfermedad. El mayor impacto sería en julio cuando baje el índice de infección. Por eso habría que hacer una gran campaña de vacunación antes de agosto. “Si todo va bien, la vacuna se empezaría a aplicar al final de este año y principios del otro, y en abril estaríamos viendo el primer impacto”. Así las cosas, la normalidad llegará, pero lentamente; mientras tanto habrá que tener paciencia.