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De compras por la red

Los colombianos hacen mercado, mandan chocolates de regalo y compran hasta neveras y televisores por Internet.

28 de noviembre de 2004

El sábado pasado Carlos José Martínez se fue de compras. Visitó la tienda Gap, fue a Nordstrom, se paseó por Barnes and Noble y le echó un vistazo a Nike, pero finalmente se dejó seducir por unas camisetas en Abercrombie & Fish. Lo llamativo de la compra no fueron los colores de las prendas ni las gangas que encontró, sino que no salió del apartamento para adquirirlas. Solo tuvo que prender su computador, conectarse a Internet y tener a mano su tarjeta de crédito.

Comprar por Internet no es nada nuevo en el mundo, pero en Colombia no había tenido el auge esperado debido al temor que produce dar información confidencial por la red, al desconocimiento y a las trabas que ponen en muchos sitios web del exterior.

Pero esta situación está cambiando. Según los expertos en el tema el comercio electrónico, en Colombia está creciendo en forma exponencial y va a mejorar más y más en la medida en que lo hagan las comunicaciones, los sistemas de pago y la legislación. "Ha sido duro, pero cada año tenemos balances positivos, crecimiento, más ventas", dice Luis Alberto Martínez, de Almacenes Éxito.

Las transacciones han crecido desde que se empezó a prestar el servicio de banda ancha en el país, y en materia de pagos se acaba de dar un paso gigante. Recientemente Visa lanzó una plataforma, conocida como Verified by Visa, que busca darle garantías al establecimiento sobre el cliente virtual y seguridad al comprador. Actualmente el cliente da su número de tarjeta de crédito y el establecimiento virtual se toma unos días para verificar los datos, de la misma forma que se hace hoy en un restaurante. Con el nuevo sistema, la transacción será transparente para el sitio web y la autorización se hará más rápido. Con esto se espera que el comercio en línea aumente.

La cultura se ha fortalecido también gracias a la banca por Internet. Quienes ya hacen su pagos por la red se han dado cuenta de que es seguro y así le han perdido el miedo a explorar las compras en línea.

Estos cambios han incrementado las ventas en los portales nacionales, lo que no es sorpresa para los expertos, quienes aseguran que el hábito de comprar en Internet siempre empieza por casa. En Terra.com lo que más se vende son chocolates, flores, libros, música y camisetas. Según Juan Carlos Morales, analista de e-commerce de este portal, sus clientes encuentran allí el regalo para un amigo o familiar de manera fácil y a un precio razonable. Un envío a Bogotá cuesta 3.000 pesos, y entre 4.000 y 5.000 a otras ciudades. Don Eloy venderá rosas en las principales capitales del país a partir de diciembre y Aviatur lanzará ese mismo mes un producto básico que consiste en darle al público la posibilidad de comprar pasajes aéreos por Internet.

Pero lo más interesante es que estos portales colombianos están registrando buenas ventas en el exterior. Editorial Norma ha logrado crear una comunidad de 17.000 usuarios en el mundo, en su mayoría colombianos y latinoamericanos. La más reciente obra de García Márquez ha sido solicitada en Suiza, Egipto, Israel, Australia y Japón, pero los libros más vendidos son los infantiles y los de autoayuda. El sistema de compra y venta es igual que en cualquier parte del mundo. La gente paga contra entrega (sólo en Argentina y Colombia), con tarjeta de crédito o con tarjeta débito, que es más económica porque no tiene comisiones. "Es como si vinieran a una librería y se lo llevaran debajo del brazo", dice Ricardo Hoyos, quien asegura que la estrategia de pago contra entrega no saca del juego al pago electrónico. "Tarde o temprano existirá la confianza suficiente para que los usuarios lo utilicen", explica.

En la tienda virtual de almacenes Éxito, creada desde hace cinco años, el 40 por ciento de los clientes son colombianos que viven en España o Estados Unidos y prefieren mandar sus remesas en especie para evitar que sus familiares les den un mal uso a los dólares. Estos clientes hacen sus pedidos por Internet y el producto se envía a cualquier lugar de Colombia. "Compran desde carne cortada en mariposa sin gordito hasta la nevera de cuatro millones", dice Luis Alberto Martínez, de la división de canales alternos. Como se trata de productos perecederos, la venta de víveres solo se ofrece en Bogotá, Cali y Medellín.

Los colombianos también compran en Estados Unidos y Europa, a pesar de que el cambio no les favorece. Pero si buscan bien encuentran productos rebajados que pueden salir más baratos por este canal que si los compran en cualquier otro lugar. "Lo que más compro son libros técnicos porque salen más baratos", dice Felipe Quintero, que también pide por Internet videojuegos pues los hay usados y en perfecto estado a un precio menor. Otros son compradores especializados, como los golfistas, que tienen aficiones sofisticadas y difíciles de complacer en el mercado nacional.

Cómo hacerlo mejor es algo que cada cual tiene que resolver por su cuenta o con amigos. "No hay quien le enseñe a uno. Es a punta de ensayo y error", dice Luz Helena Cardona. Para algunos, el tiempo de entrega es importante y por eso prefieren dar una dirección en Colombia, lo que resulta costoso. Otros tienen una casilla virtual en Estados Unidos, lo que resulta más económico porque el costo del envío a Colombia se comparte con otras personas.

Lo cierto es que quien desarrolla el hábito va encontrando la opción que más le sirve dependiendo de su necesidad, y cuando se vuelve 'gomoso' no tiene fronteras. El único límite es el cupo de su tarjeta de crédito.