Después de los 30...

Una nueva teoría propone preparar el organismo de la mujer para la menopausia, 15 años antes de que esta se presente.

2 de noviembre de 1992


UNA REVOLUción silenciosa podría mejorar dramáticamente la historia de las mujeres. En los últimos años, ante el aumento de la expectativa de vida, los ginecólogos han empezado a mirar la menopausia con otros ojos. Una nueva teoría señala que toda mujer a partir de los 35 años debe prepararse para afrontar los dramáticos, cambios hormonales que se suceden en el organismo a fin de contrarrestar los efectos secundarios para que no representen un riesgo para su salud ni disminuyan su calidad de vida. Este nuevo campo de la ginecología no se enfoca solamente en la menopausia misma, la cual normalmente ocurre alrededor de los 50 años, sino que busca evitar o minimizar las nefastas consecuencias que se derivan cuando la producción de estrógenos empieza a declinar.
El pionero de esta tesis es el investigador norteamericano Morris Notelovitz, quien ha abierto en Gainesville, Florida, la primera clínica de la premenopausia.
Según Notelovitz, "de la misma manera que desde hace unas décadas el control médico temprano y la preparación de la mujer para el embarazo han evitado muchas muertes de madres y de niños, preparar a la mujer para aminorar los efectos de los cambios hormonales de la menopausia puede contribuir enormemente a mejorar su calidad de vida ".
Basicamente el propósito es iniciar una ofensiva, desde una década y media antes, para que la mujer tenga una buena base orgánica cuando el periodo posmenopáusico llegue. Esto implica un régimen de ejercicio, modificación de hábitos alimenticios o terapias. La propuesta es que después de los 35 años toda mujer consulte con su ginecólogo para que con base en un completo examen físico y la historia médica familiar, determine cuáles son sus riesgos. Los exámenes pueden predecir cómo el organismo de una mujer responderá cuando llegue su cita con la menopausia y asi eliminar o al menos reducir en gran parte los efectos colaterales, que van desde las incómodas oleadas de calor hasta el riesgo de enfermedad coronaria, osteo- porosis y cáncer. -