DIAGNOSTICO PRECOZ

NUEVOS ESTUDIOS MUESTRAN AVANCES PARA DETECTAR LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER ANTES DE QUE ATAQUE.

29 de abril de 1996

El mal de Alzheimer, que causa demencia progresiva y luego la muerte, es uno de los enemigos más implacables y costosos de la humanidad. Se calcula que la enfermedad cuesta a Gran Bretaña anualmente 4.500 millones de dólares y que en Estados Unidos la cifra alcanzaría los 100.000 millones de dólares al año. Sobre la enfermedad se saben todos sus efectos y que la presencia de un gen llamado Apo E4 indica una probabilidad más grande de contraer la enfermedad. Sin embargo en la mayoría de casos que se ven en la práctica, la enfermedad ataca en forma silenciosa y mucho antes de que un especialista pueda realizar un diagnóstico acertado. Por eso la mayor parte de las investigaciones que se realizan en este campo están concentradas en establecer un mecanismo para hacer un diagnóstico precoz y así poder tratar a los pacientes antes de que la enfermedad ataque. La semana pasada dos estudios ofrecieron luces en esta dirección. Científicos de la Universidad de Oxford y dos importantes empresas farmacéuticas que realizaron el Proyecto Oxford para el Estudio de la Memoria y el Envejecimiento, dieron un parte favorable al mostrar que es posible identificar la enfermedad precozmente con un 90 por ciento de precisión. El estudio observó a más de 300 pacientes durante ocho años. Utilizó técnicas de refracción para examinar la estructura cerebral de los pacientes y medir el flujo de sangre en ese órgano. Empleando un producto denominado Ceretec, que es ligeramente radiactivo y ya es ampliamente usado para el diagnóstico de derrames cerebrales, los científicos pudieron ver imágenes del cerebro donde la sangre fluye y donde no. Pero el hallazgo más interesante estuvo a cargo de un grupo de investigadores del hospital Good Samaritan en Phoenix, Arizona. El grupo encontró que el hecho de que las personas presenten dos copias del tipo de gen Apo E4 y tengan bajo nivel de funcionamiento en las mismas áreas del cerebro que se afectan con el mal, podría indicar el comienzo de Alzheimer. Los científicos analizaron 11 personas entre 50 y 62 años, que presentaban las dos copias del gen y tenían historia familiar de Alzheimer, aunque no tenían ningún síntoma del mal. Comparando los resultados con aquellos de pacientes que ya habían sido diagnosticados con el mal, encontraron que los cerebros de las personas estudiadas registraban baja actividad en las mismas áreas que los personas enfermas. La importancia de los estudios radica en que a medida que se pueda diagnosticar la enfermedad antes de que ataque, será más probable mejorar los mecanismos para tratarla. Para la comunidad científica los hallazgos fueron motivo de emoción debido a que cualquier paso adelante en el diagnostico puede ayudar a indicar tratamientos y terapias precisas para detener la enfermedad antes de que aparezca, porque una vez ataca, no tiene quién la frene.