Los expertos recomiendan esperar mínimo 6 semanas para iniciar un proceso de pérdida de peso. | Foto: revista fucsia.com

Vida moderna

Dieta: los alimentos que no se pueden comer después del parto para bajar de peso

Una alimentación balanceada es importante para la salud de la madre y el bebé.

13 de marzo de 2022

Después de dar a luz un bebé, el cuerpo de la mujer necesita tiempo para recuperarse. De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, cuando se pierde demasiado peso en poco tiempo después del parto, el tiempo de recuperación puede ser mayor.

Según expertos, lo ideal es esperar la revisión de un médico a las seis semanas y esperar hasta dos meses de edad del bebé, para que el suministro de leche se normalice, antes de reducir las calorías. “Las mujeres que están amamantando exclusivamente necesitan aproximadamente 500 calorías más por día de lo que necesitaban antes del embarazo. Obtenga estas calorías de opciones saludables como frutas, vegetales, granos enteros y proteínas magras”, detalla el sitio web.

MedinePlus brinda algunos consejos que contribuyen a bajar de peso saludablemente:

  • Es importante no realizar dietas extremas y estrictas. Lo ideal es recibir la asesoría de un médico y una nutricionista para el proceso de pérdida de peso.
  • No saltarse las comidas. En algunos casos los cuidados del bebé pueden hacer que las madres se olviden de sus cuidados propios.
  • Comer de 5 a 6 comidas pequeñas durante el día.
  • Desayunar. Esta primera comida del día brinda energía y ayuda a evitar el cansancio.
  • Es importante tomarse el tiempo y para comer tranquilamente. Se recomienda no hacer varias cosas al tiempo mientras se consumen los alimentos.
  • Para los refrigerios, también conocidos como “meriendas” Medline Plus recomienda elegir alimentos con fibra y proteína como pimentón crudo, zanahoria, manzana, huevo.
  • Mantenerse hidratada durante el día.
  • Moderar el consumo de bebidas, jugos y refrescos con azúcar añadida. Además de no ser saludables, suman calorías, que no ayudan a bajar de peso.
  • Consumir las frutas enteras y no como jugos. “Los jugos de frutas se deben tomar con moderación debido a que aportan calorías adicionales”, explica la Biblioteca.
  • Comer los alimentos horneados y evitar las preparaciones fritas.
  • Evitar el consumo de dulces, azúcar y grasas trans y saturadas.

Alimentos que se deben evitar durante la lactancia

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación señala tres alimentos que no deben consumir las madres que estén amamantando:

Alcohol: ningún nivel es seguro para el bebé. En caso de que se ingiera, se debe evitar amamantar hasta que este se elimine. “Esto por lo general lleva de dos a tres horas para 12 onzas (355 mililitros) de cerveza con 5 %, 5 onzas (148 mililitros) de vino con 11 % o 1,5 onzas (44 mililitros) de licor con 40 %, según tu peso corporal. Antes de beber alcohol, considera la posibilidad de extraerte leche para alimentar a tu bebé más tarde”, apunta la entidad.

Cafeína: se debe evitar tomar más de dos tazas de bebidas con cafeína al día. Esto puede agitar al bebé y complicar su sueño.

Pescado: los expertos recomiendan evitar los mariscos con alto contenido de mercurio como el pez espada, la caballa gigante y el blanquillo.

Beneficios de la lactancia

  • La leche materna tiene las cantidades suficientes de carbohidratos, proteínas y grasa.
  • Aporta las proteínas, minerales, vitaminas y hormonas que el bebé necesita para un buen desarrollo y crecimiento.
  • La leche materna tiene anticuerpos que ayudan a la prevención de enfermedades en el bebé como: alergias, infecciones del oído, gases, diarrea y estreñimiento, enfermedades de la piel, infecciones estomacales o intestinales, problemas de sibilancias, enfermedades respiratorias, etc.

La madre lactante también recibe beneficios:

  • Construye un vínculo con su hijo.
  • Puede encontrar una forma fácil para perder peso.
  • El inicio del período menstrual puede demorar.
  • Se reduce el riesgo de enfermedades como diabetes tipo 2, cáncer de ovarios y mama, osteoporosis, obesidad y afecciones cardíacas.