DIME DONDE TRABAJAS...

Estas son las intimidades de los espacios donde día a dia despachan algunos de los personajes más importantes del país.

7 de julio de 1997

La mayoría de colombianos oye hablar de los asuntos que los personajes más influyentes del país deciden día a día. En muy pocas ocasiones, sin embargo, tienen el privilegio de conocer los espacios donde se toman esas determi-naciones: las oficinas en las cuales se decide el rumbo de la política exterior, se crean nuevos negocios, se deciden temas de seguridad nacional o se mueven los hilos más delgados del poder. Son, obviamente, oficinas muy diferentes a las de cualquier empleado, debido al rango de sus cargos. Se distinguen por ser grandes, cómodas, muy bien decoradas _aunque en diferentes estilos_, pero sobre todo cumplen con una regla de oro: están hechas para atender las necesidades de sus dueños. En algunos casos, más que despachos podrían considerarse pequeños 'apartamentos', pues algunas de ellas están dotadas de sala, comedor, baño, cocina y hasta dormitorio. Pero lo más interesante de esas oficinas es que cada una tiene un sello personal que da información a cualquier extraño de la personalidad de quienes las ocupan. Muchos de ellos las construyen y las decoran con el más mínimo cuidado, interviniendo en cada detalle, desde las flores hasta las obras de arte que adornarán las paredes. Otras, como las de los funcionarios públicos, aunque son un poco más impersonales, terminan mostrando el estilo del inquilino de turno. Esto sucede porque el lugar de trabajo es donde estos altos ejecutivos pasan la mayor parte de su tiempo y tarde o temprano sus ocupantes buscan imprimirle ese sello personal para estar más a gusto durante cada jornada. Mientras en algunos casos lo importante es la sobriedad, en otros predomina la funcionalidad. Y si en unos la idea que quieren comunicar es la modernidad hay otros que prefieren inclinarse por un estilo clásico. El siguiente es un vistazo a esos espacios laborales donde los personajes que a diario hacen noticia en el país toman decisiones, firman contratos, meditan sus proyectos y concretan sus negocios. Algunas de estas oficinas tienen sala, comedor y alcoba
Carlos Ardila Lülle La del industrial Carlos Ardila Lülle es una de las oficinas más imponentes de Colombia, no solo por su elegante estilo clásico sino por la cantidad de exquisitos detalles que se encuentran en ella. Tiene un reloj de pie antiguo que está ubicado contra la pared en un lugar central del despacho. Otro elemento que impacta a la llegada es la gran chimenea ubicada frente a su escritorio. También sobresalen la biblioteca, una caja fuerte muy antigua que le fue obsequiada por uno de sus hijos y un gran cuadro del maestro Obregón que preside el salón. Todos los espacios, incluyendo las paredes y el techo, están enchapados en madera. Llaman la atención, además, una serie de objetos que dan fe del especial interés que este industrial le ha brindado a uno de sus más grandes y recientes proyectos: la cervecería Leona. En un lugar preferencial de la oficina hay una botella antigua y restaurada de la limonada Leona que fabricaba en sus comienzos la fábrica de Gaseosas Postobón. En una de las paredes está colgado un cuadro de la artista Ana Mercedes Hoyos, también con el símbolo de Leona, y sobre la mesa, frente a la chimenea, hay una porcelana francesa con la figura de un león. Ardila tiene una obsesión, y es que siempre haya un arreglo de rosas de todos los colores en el florero cercano a su escritorio. Para atender a sus invitados, el industrial santandereano cuenta con una sala de juntas y un gran comedor, que mantienen la misma elegancia y gusto de su despacho.
Augusto López ValenciaEl presidente de Bavaria, Augusto López Valencia, es uno de los ejecutivos más ocupados del país. Su oficina consta de una serie de salones que él utiliza de acuerdo con la necesidad y el tipo de asunto que deba tratar. Además de su despacho personal, López Valencia cuenta con una pequeña sala de juntas, una sala de estar con biblioteca y televisión, un reservado para sus invitados a almorzar y un comedor más grande e informal, con bar y chimenea incluidos, para las reuniones con su equipo de trabajo. López Valencia es capaz de manejar varias reuniones a la vez, y generalmente las alterna para no perder su tiempo. En los salones hay pinturas de artistas colombianos como Alejandro Obregón, Santiago Cárdenas y Julio Castillo, entre otros. Pero sin duda el que más sobresale es un Botero de gran formato ubicado en el salón de la biblioteca, junto a su despacho. La decoración en ningún momento es ostentosa pero cada detalle ha sido cuidado al máximo. El escritorio de la presidencia es un diseño de la exclusiva firma Fister Knoll International. La iluminación indirecta es otro de los rasgos de los diferentes espacios. Consiste de una cinta halógena que recorre la cornisa del techo de todos los espacios que le da un aire de modernidad. A diferencia de otros despachos, el de López Valencia tiene pocos adornos. En lugar de eso, y como este ejecutivo está a la vanguardia de la tecnología, la oficina tiene toda serie de modernos equipos de comunicación: celulares, computador, telefax, impresora, teléfonos, etc. Todo estos detalles le ayudan a dar a los espacios un carácter moderno y funcional. La oficina fue remodelada hace dos años con la ayuda de la famosa decoradora Poly Mallarino.
María Emma Mejía María Emma Mejía, ministra de Relaciones Exteriores, es una de las pocas colombianas que puede tener su espacio de trabajo en un palacio: el de San Carlos, recinto que por mucho tiempo fue la casa de los presidentes de Colombia. Actualmente está destinado a albergar las oficinas de la Cancillería. El despacho tiene el mismo aire solemne del resto de la edificación, pero es lo suficientemente funcional y moderno para las exigencias de una ejecutiva como María Emma, que no para de trabajar. La Canciller ha logrado imprimirle un carácter muy personal. Una de las primeras remodelaciones que le hizo a su llegada fue pintar las paredes de verde, colocar un papel colgadura y cambiar las cortinas. Así mismo dispuso del espacio donde antes estaban ubicadas las secretarias para tener una sala de juntas más personal. Un elemento que sobresale en la decoración son los mapas antiguos de Colombia y América que ella recuperó de las bodegas del palacio. Uno de los mayores atractivos que tiene la oficina es el jardín interior que mandó construir el ex canciller Luis Fernando Jaramillo durante su gestión. En las épocas de mayor tensión a Jaramillo se le encontraba en este lugar separando las piedras por colores. La oficina cuenta también con una cocina y un baño dentro del despacho. María Emma utiliza este espacio para cambiarse de atuendo cuando por razones de trabajo no alcanza a ir hasta su residencia.
Nicanor Restrepo Todas las oficinas reflejan de algún modo la personalidad de su dueño y en uno de los casos en que mejor se aplica este precepto es en el del industrial paisa Nicanor Restrepo, cabeza visible del Sindicato Antioqueño. Aunque se trata de uno de los empresarios más importantes del país, su lugar de trabajo ha sido decorado dentro de los más estrictos parámetros de austeridad. Pero así como la oficina no revela mucho el calibre de los asuntos que se deciden en su interior, sí refleja fielmente los rasgos que más caracterizan a su dueño, un ejecutivo discreto, de bajo perfil, amante de la literatura francesa y celoso con su vida privada. La sala de juntas que precede su oficina marca el contraste. Este lugar, donde Restrepo realiza sus reuniones con empresarios de todo el país, se distingue por su tamaño y solemnidad. En su oficina, por el contrario, no hay lujos ni exceso de detalles, sólo se cuenta con los elementos básicos para desempeñar el trabajo. A pesar de la sobriedad, en la oficina se percibe distinción y gusto, desde el escritorio y las sillas para invitados hasta las exquisitas obras de Cano y Chávez, dos de los más importantes pintores paisas de principio de siglo, que adornan las paredes.
Alvaro José Lloreda La palabra que mejor define la oficina de Alvaro José Lloreda, presidente de la organización Oilca, es la comodidad. Este industrial vallecaucano tiene su despacho en el segundo piso de la sede del diario El País, en Cali. Se trata de una oficina amplia, con muy buena vista, que cuenta con una pequeña sala de recibo para visitantes y un escritorio con los elementos que más necesita su dueño: computador, celular, teléfonos. Cuenta con dos salas de juntas, una grande y una pequeña, que utiliza de acuerdo con el número de personas con las que tenga algún tema de negocios que discutir. Además de esto tiene un comedor y un bar donde prepara las bebidas que ofrece a sus invitados. Dentro de la oficina sobresale un buen número de trofeos de campeonatos de polo y muchas fotos familiares, así como condecoraciones y cuadros con dibujos de caballos.
Luis Enrique Montenegro A pesar de que su despacho se encuentra ubicado en una de las zonas de mayor contaminación por ruido de Bogotá, el general Luis Enrique Montenegro no ha tenido ningún inconveniente con ese problema ambiental. El piso nueve de la sede del DAS, donde se encuentra ubicada su oficina, está completamente blindado. Los vidrios y las puertas exteriores están hechas para resistir el impacto de bombas, balas de alto calibre y cualquier tipo de atentado. El sistema _que se estableció después de la bomba a esta institución en 1989_ es tan hermético que para permanecer en su interior es preciso accionar el sistema de aire acondicionado. Para llegar al despacho del general es necesario pasar dos recepciones, someterse a varias requisas y utilizar un sistema electrónico de identificación para que se abran las puertas de su oficina. Las reuniones formales se hacen en su despacho, las más informales en una sala contigua donde hay un comedor, televisor y dos grandes y cómodos sofás. Sin duda el detalle más original está en el siguiente espacio. Aunque antes de este director era una sala privada para descansar y ver televisión, Montenegro decidió adecuarla como cuarto de descanso con una cama, un vestier y un baño. Muchos de los funcionarios madrugadores del DAS se sorprenden de encontrar a su jefe trabajando desde la madrugada. Esto obedece a que el general muchas veces no sale de su despacho y usa este 'dormitorio' para descansar al menos una hora antes de volver a iniciar una nueva jornada.