D I A G N O S T I C O

Doctor a distancia

Colombia entra en la era de la medicina virtual con un programa para mejorar la atención en salud en las zonas más apartadas.

6 de noviembre de 2000

Si alguien tiene que consultar a un médico especialista pero se encuentra en una de las zonas más apartadas de Colombia, en donde no existe ni el personal entrenado ni los avances científicos para tratarlo, ¿qué sucede?

En algunos casos el paciente es remitido a la ciudad más cercana donde haya una infraestructura de salud adecuada. Pero la mayoría de las veces estas personas regresan a sus casas sin diagnóstico ni tratamiento. Por esto la Universidad Nacional de Colombia, Telecom y el Centro de Estudios Espaciales de Francia diseñaron una red de telemedicina que busca ofrecer atención médica en las áreas más remotas del país sin necesidad de trasladar a los expertos ni los equipos tecnológicos. El programa conectará a Bogotá con Leticia y la ribera del río Apaporis a través de videos y cámaras digitales, correo electrónico y tecnología para transmisión de datos. Así, muchos de los pacientes que en esa zona no cuentan con el personal médico especializado podrán recibir un diagnóstico desde Bogotá. Gracias a esta red hace dos semanas un miembro de la comunidad del Apaporis pudo ser curado de una lesión en la piel. El médico de la zona no estaba muy seguro del diagnóstico. Entonces decidió tomar una foto digital y enviarla a un experto en Bogotá para que diera su opinión. “El especialista en Bogotá observó las fotografías, hizo la evaluación del caso y formuló un tratamiento”, dice Jean Marie Fischer, líder del programa piloto de salud Apaporis.

Este sistema también ha servido para leer radiografías, pues en esta región del país existen los aparatos pero no el médico radiólogo que interprete las imágenes. Las ventajas del programa son enormes. Los pacientes reciben una buena atención y no tienen que desplazarse a lugares distantes para su curación.

La telemedicina se ha convertido en un apoyo importante para la medicina tradicional. Aunque los expertos opinan que es mejor el contacto real entre paciente y médico, en ciertas circunstancias puede ser una herramienta eficiente en el tratamiento de enfermedades. Como todo, tiene sus limitantes pues en este campo hay partes que no son susceptibles de ser fotografiadas. Además la tecnología aún es muy costosa. Sin embargo se espera que en la medida en que se avance más en la resolución y el envío de imágenes la telemedicina será parte de la vida diaria de las personas. Por ejemplo, será posible que un experto supervise una operación en cualquier lugar del mundo o que los estudiantes de medicina puedan presenciar los más complicados procedimientos sin salir del salón de clase. La tecnología permitirá, además, que los pacientes que van a someterse a una cirugía vean en Internet un procedimiento similar para saber a qué atenerse. Las posibilidades son enormes. “Pero no hay que exagerar, advierte Fisher, pues no se trata de que los hospitales sean operados por robots y se pierda el contacto con las personas. El futuro es la telemedicina pero en el camino se deben proponer muchos interrogantes éticos y jurídicos para establecer su verdadero alcance”.