N U T R I C I O N

Dulce tentación

La película ‘Chocolate’ reivindica las virtudes de este manjar, considerado por muchos como enemigo público de la salud y de una buena figura.

9 de abril de 2001

Sinonimo de gordura, acné, migraña y caries el chocolate tiene fama de ser algo así como un irresistible pecado mortal que el demonio puso sobre la Tierra para tentar a hombres y mujeres y atentar contra su salud y su figura.

Chocolate (Chocolat), una película nominada al Oscar que protagoniza la actriz francesa Juliette Binoche, ha puesto a medio mundo a hablar de este manjar que mayas y aztecas consideraban ‘un regalo de los dioses’. Basada en una novela de Joanne Harris y dirigida por Lasse Hallström, es una divertida metáfora del poder liberador del placer y un llamado a la tolerancia. Al fin y al cabo en estos tiempos de anorexia y dietas dictatoriales el chocolate es visto por muchos como un enemigo público que en lo posible se debe evitar.

Un pecado que mueve una gran industria. La producción mundial ascendió a aproximadamente 5,8 millones de toneladas en 1998. Los países africanos son los principales exportadores de cacao y los principales productores de chocolate son Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia y Brasil.

Pero el chocolate es mucho más que una golosina puesto que es rico en grasas, hidratos de carbono, proteínas, minerales y vitaminas.

También contiene nutrientes reguladores del metabolismo y polifenoles, compuestos que contribuyen a evitar la oxidación del colesterol y que han sido relacionados con la prevención de los trastornos cardiovasculares y la estimulación de las defensas del organismo. Además es muy útil como aporte energético extra en la práctica de actividades físicas intensas. Los expertos en nutrición consideran que es recomendable consumirlo dentro de una dieta equilibrada y en cantidades moderadas.

Mientras la polémica entre defensores y detractores continúa Chocolate es una invitación para redescubrir el lado dulce, mágico y liberador de este milenario manjar.